Rachel Díaz es una de las ocho estudiantes de la carrera de Bioanálisis Clínico y Medicina Transfusional insertadas en el quehacer del laboratorio de Biología Molecular de la provincia de Holguín, centro imprescindible para el seguimiento de casos confirmados y sospechosos de COVID-19.
Reseña el sitio web de la emisora Radio Ángulo que la joven de 22 años explicó que este perfil no iba a ser incluido dentro de la especialidad; por tanto, la oportunidad de enfrentar la pandemia desde la zona roja tiene un valor incalculable para la preparación integral de cualquier estudiante de las Ciencias Médicas.
El resto de las jóvenes entrevistadas coincidió en resaltar las posibilidades de formación de la universidad médica holguinera, donde más de 5 400 estudiantes se encuentran vinculados al control de la pandemia en ese territorio del oriente cubano.
Adonis Chacón, director del laboratorio ubicado en áreas del Hospital Universitario Docente Vladimir Ilich Lenin, señaló que el aporte de estas jóvenes ha contribuido al fortalecimiento de los recursos humanos, por lo cual tendrán ubicación laboral en el propio colectivo luego de su graduación en mayo próximo.
Refiere la emisora provincial que el laboratorio de Biología Molecular de Holguín entró en funcionamiento en noviembre de 2020 y en la actualidad procesa unas mil muestras diarias para la prueba de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) de ese territorio y de las vecinas provincias de Las Tunas y Granma.
Cuba cuenta con una red de 22 de estas instalaciones, que no sólo pueden utilizarse en el diagnóstico de la COVID-19, sino que poseen potencialidades, además, para su empleo en otros estudios genéticos y del Programa de Atención Materno Infantil, entre otras especialidades de prioridad dentro del sistema de Salud cubano.
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