A partir de la necesidad de mantener la capacidad defensiva del país y con el objetivo de asegurar el completamiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Ministerio del Interior (Minint), desde el 1ro. de septiembre se reanudó en Cuba el llamado al Servicio Militar Activo (SMA), correspondiente al segundo semestre de 2020.
El SARS-COV-2 no ha impedido que los jóvenes cumplan su misión con la Patria, quienes son reclutados a través del cuidadoso trabajo de los Comités Militares, y la asistencia del sistema de Salud.
En recorrido por la Escuela de Preparación para la Defensa de La Habana Comandante Machaco Ameijeiras, Granma constató el cumplimiento del plan para el enfrentamiento y control de la COVID-19.
Una vez en las instituciones armadas, como parte de la rutina diaria, los reclutas son pesquisados y se les realiza un PCR en tiempo real, cuyo resultado se obtiene en 24 horas. Mientras tanto, permanecen aislados del resto de la unidad y se les proporciona el avituallamiento y vestuario militar.
NUEVA PREPARACIÓN MILITAR BÁSICA PARA LOS NUEVOS SOLDADOS
El teniente coronel Néstor González Beritán, jefe del Centro de Preparación Militar Básica de los Nuevos Soldados, explica que esta actividad se desarrolla de una manera particular, debido al coronavirus.
«Como parte de la preparación se han introducido cambios, dirigidos esencialmente a mantener el distanciamiento social.
«Las aulas, que están diseñadas para 40 personas, ahora funcionan al 50 % de su capacidad; las literas se mantienen separadas a una distancia de 1,5 metros en los dormitorios; y en cada una de las áreas del centro existen condiciones para efectuar la desinfección de las manos con hipoclorito de sodio al 0,1 % y están creadas las condiciones para la desinfección de los zapatos», explica.
Todos los reclutas reciben siete nasobucos y deben seguir horarios ya establecidos para los cambios en cada caso, precisa González Beritán, quien también se refiere a los ajustes realizados al programa de estudio de la etapa de preparación militar básica.
«Normalmente el programa de estudio de la etapa de preparación militar básica de los nuevos soldados es de cinco semanas y se redujo a dos, enfocado en las materias de preparación Martiana, Marxista-Leninista, Táctica, Tiro, Infantería, Preparación Física e Ingeniería», recalca. Ellos continuarán la preparación restante en las unidades donde sean destinados.
«Nuestra intención es que, al pasar los 15 días, aunque no recibirán la preparación que normalmente llevan, dominen las diferentes materias a las que se enfrentarán durante el SMA».
Por otra parte, el Jefe del Centro de Preparación Militar Básica de los Nuevos Soldados enfatiza en que, de acuerdo con indicaciones de la Dirección de Organización y Personal, del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar), de cara a la contingencia sanitaria, se adoptaron un grupo de medidas orientadas a evitar afectaciones al proceso de ingreso de los estudiantes a la educación superior, por lo cual se mantiene aplazado el llamado a esos jóvenes hasta después del otorgamiento de la carrera.
El jefe militar insiste en transmitir confianza a las familias de los jóvenes reclutas ante el mortal virus. «Nosotros seguiremos cumpliendo con las medidas de enfrentamiento a la COVID-19 y exigiendo su cumplimiento, para no lamentar el contagio con la enfermedad y que la Escuela continúe sin afectaciones», afirma.
RETOS DE LA VIDA MILITAR
A sus 23 años, el teniente Víctor Milanés Campo se desempeña como instructor político de la Escuela de Preparación para la Defensa de La Habana. Su tarea con los jóvenes, dice, es de mucha responsabilidad.
«Tenemos la misión de formarlos y, en un corto periodo de tiempo, darles la preparación necesaria para que arriben a las instituciones de las FAR con los conocimientos básicos de la vida militar», comenta.
«Una vez que llegan acá, la vida les cambia por completo», agrega el oficial, quien destaca que la formación adquirida durante el Servicio Militar Activo contribuye a la educación e integralidad de estos jóvenes, que los hace ser más responsables e independientes y, especialmente, salen preparados para cumplir su deber con la defensa de la Patria.
La prestación del Servicio Militar Activo en Cuba cuenta con el amparo legal de la Constitución de la República de Cuba, la Ley No. 75 (Ley de la Defensa Nacional) y el Decreto-Ley No. 224, de octubre de 2001 (del servicio militar), entre otras normas.
Precisamente, la Ley No. 75 define que los ciudadanos del sexo masculino, desde el 1ro. de enero del año en que cumplen los 17 años de edad, hasta el 31 de diciembre del año en que arriben a los 28, deben cumplir el Servicio Militar Activo por un plazo de dos años.
No obstante, los ciudadanos de uno y otro sexos que así lo deseen y expresamente lo manifiesten, pueden incorporarse voluntariamente a él, siempre que reúnan los requisitos establecidos. Esta decisión ha permitido que miles de muchachas se sumen al Servicio Militar Voluntario Femenino (SMVF).
Ejemplo de ese compromiso con la Revolución es Jénnifer Galafet Ramos, quien llegó decidida a enfrentarse al rigor militar. Entre sus aspiraciones figuran optar por la Orden 18 y alcanzar una carrera universitaria.
«No soy la única mujer que en estos momentos recibe la preparación militar básica de los nuevos soldados. Junto a mis compañeras, enfrento este momento de mi vida positivamente, convencida de que adquiero los elementos precisos para la defensa de mi Patria», comenta.
En tanto, Jociel Castro Quevedo, graduado en Elaboración de Alimentos y quien trabajaba como cocinero en el Grupo Palco, expresa que acudió al llamado para cumplir con su deber como ciudadano cubano.
«Es una experiencia nueva, algo que no conocía. He aprendido a convivir solo, a valerme por mí mismo, a solucionar mis problemas. Además del entrenamiento militar, te enseñan principios, convicciones, y yo, particularmente, lo agradezco», concluye.






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Maritza Rodríguez Batista dijo:
1
13 de diciembre de 2020
07:42:51
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