
Matanzas.–Velar por la salud de los niños durante esta emergencia sanitaria ha sido más que una divisa médica en el Hospital Pediátrico Provincial Eliseo Noel Caamaño. Basta con escuchar al doctor José Hernández, el director, para comprender cuán importante es la suerte de los infantes para ese colectivo de la Salud.
Sin disimular la lógica tensión, José Hernández se muestra feliz, porque en estos momentos permanece ingresado un solo niño confirmado como positivo a la COVID-19, con evolución estable y sin complicaciones.
Favorable es también la situación, dijo, de otros 15 menores ingresados con sospechas por el nuevo coronavirus, los cuales se encuentran bajo la amable atención de médicos, enfermeras y personal de aseguramiento.
En el centro se han atendido hasta la fecha un total de 472 niños para su vigilancia, todos con un cuadro clínico satisfactorio, prácticamente asintomáticos, algo habitual en infantes. Han sido diagnosticados 15 con el virus, sin reporte de fallecidos.
Como cosa curiosa, destacó que, por regla general, los menores se comportan de la mejor manera y no hacen rechazo al nasobuco. «Son más disciplinados que los adultos», resaltó.
Además, mencionó como un aporte fundamental la labor de forma paralela en otras áreas y la reducción de la mortalidad infantil durante el año, expresión de que han salvado más niños y niñas.
«Hemos tenido, incluso, casos de menores en estado crítico por padecimientos no vinculados a la pandemia, y muchos de ellos han retornado a sus hogares y otros lo harán en los próximos días», dijo.






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