Científicos reconstruyen evolución del SARS-COV-2

Hasta el momento, se conocen tres cepas del SARS-COV-2. Un estudio de la Universidad de Cambridge registró versiones A del virus en los primeros casos en China, así como en EE.UU. y Australia. La B prevaleció en todo el este de Asia, y la variante C es el tipo europeo principal, en pacientes de Francia, Italia, Suecia e Inglaterra. También se registra en Singapur, Hong Kong y Sudcorea.

El objetivo de identificar las cepas del virus es tratar de reconstruir su evolución para rastrear un origen común y el eventual desarrollo de cada subtipo, también es de gran utilidad para la elaboración de una vacuna efectiva. Investigadores del University College de Londres identificaron 198 mutaciones genéticas del sars-cov-2, y precisaron que esas mutaciones en sí mismas no son algo malo. Aseguraron que no hay nada que sugiera que el virus mute más rápido o más lento de lo esperado.

Aunque los científicos no han llegado a conclusiones definitivas, algunas tendencias apuntan a que factores como el clima, la edad e incluso el sexo marcan las tasas de mortalidad por covid-19. Una pesquisa preliminar del Centro de Medicina Basada en Evidencia, de la Universidad de Oxford, arroja una correlación entre la latitud y el contagio de casos portadores, que sugiere que las condiciones climáticas pueden influir en la transmisión: en condiciones frías y secas parece aumentar la propagación.

Hans Kluge, director regional de la oms en Europa, expresó que en esa región más del 95 % de las muertes ocurrieron en personas mayores de 60 años, y más del 50 % de ellas fueron personas de 80 años o más.

De acuerdo con datos de la iniciativa Global Health 50/50, los hombres son más propensos a morir por esta enfermedad que las mujeres. Los datos hasta ahora no proporcionan un patrón claro de quién tiene más probabilidades de infectarse. Un reciente estudio, publicado en el European Heart Journal, encontró que la sangre de los hombres tiene niveles más altos, en comparación con la de las mujeres, de una enzima utilizada por el sars-cov-2 para infectar células. Dicha enzima, convertidora de angiotensina ii (ace2, por su sigla en inglés), se encuentra en el corazón, riñones y otros órganos.

Fuentes: OMS y RT