ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Foto: cortesía de la autora

Esta frase me la regaló hace más de 20 años un amigo/hermano y la convertí en mía: «No dejes que tu infancia, esa infinita lealtad de los celestes, sea revocada por el destino».

Quienes perdieron el asombro e ingenuidad de la niñez, comenzaron su cuarentena con el alma vacía y no saben cómo llenarla ahora. Por ello, aprecio más la lección que nos dan nuestros niños y niñas, acompañados de madres y padres, abuelos, tíos, hermanos, vecinos… Creatividad, alegría, sensibilidad, disciplina…

Foto: cortesía de la autora

Nasobucos en ellas y en muñecas; títeres y cancioneros; juegos de cocina, de enfermera, de mesa, de armar…, las plantas de mamá; las crayolas y acuarelas y pinceles; disfraces y televisión; estudio por teleclases, canciones…

Varias fotos las fui guardando de publicaciones de amigos, de mucha gente que quiero, incluida mi sobrina Jenny y sus manualidades. Las miro cuando necesito talismanes para la esperanza.

Tiempo en familia, que es decir tiempo de amor compartido, el que a veces falta por las ocupaciones adultas. Tal vez, aunque hayan tenido que aprender palabras y distancias que no hubiéramos querido vivir tampoco nosotros, les sea imposible olvidar estos días en que se vieron obligados a renunciar al juego y cumpleaños entre amigos, al aire libre de sus parques y calles, sus escuelas, pero aprendieron lo valiosa que es la compañía, lo cálido del cariño, el peso específico de las largas horas en que se reinventaron, para reinventarnos, quién lo duda, a nosotros los mayores…

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un cubano dijo:

1

7 de mayo de 2020

09:07:07


El silencio de los gorriones El barrio está silencioso. No se oye un grito, ni una chivichana, nadie llamando a mambi mi a abuela, ni una silueta roja y blanca con pañueleta y mochila. Es como una arboleda sin gorriones. Ya los oiremos de nuevo ... Desde mi recogimiento voluntario