El Aeropuerto Internacional José Martí, más que detenido, abre sus brazos para recibir a personas que regresan a su patria, en muchos casos con la tensión marcada en sus rostros y después de días de espera para poder conseguir un vuelo.
Allí funciona un cronometrado mecanismo de seguridad desde la llegada del pasajero con la aplicación de la encuesta epidemiológica, la observación por parte de especialistas de posibles síntomas sospechosos, el recibimiento por una autoridad del gobierno de La Habana y un médico que les ofrecen información sobre la COVID-19 y la próxima etapa de aislamiento en centros creados para ello, la clasificación de los viajeros por provincias, una merienda para cada uno de ellos y la salida en ómnibus, microbús o vehículos ligeros, en dependencia de la cantidad de personas por territorio, con el apoyo de una patrulla de la Policía Nacional Revolucionaria.
Una operación costosa para el país, pero totalmente gratuita para cada compatriota que regresa al país, incluyendo aquellos que viajaron conscientes del peligro al que se exponían y al que exponían a otros.









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Lucía dijo:
1
31 de marzo de 2020
16:17:49
Tyler dijo:
2
2 de abril de 2020
03:06:57
Dayana dijo:
3
26 de abril de 2020
17:43:13
Olga Lidia. dijo:
4
30 de abril de 2020
19:53:44
Leticia arias matos dijo:
5
30 de abril de 2020
21:17:53
Esperanza creagh duverjel dijo:
6
3 de mayo de 2020
11:39:55
Esperanza creagh duverjel dijo:
7
3 de mayo de 2020
11:43:43
Yedina dijo:
8
14 de mayo de 2020
05:01:16
Florentino Raffi Pedrera dijo:
9
26 de mayo de 2020
18:22:31
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