Que los tres primeros casos reportados en Cuba como positivos a la Covid-19 hayan sido «descubiertos» mientras se alojaban en un hostal de Trinidad encendió las alarmas entre los pobladores de la urbe e incluso del país, pero no mató el interés del turismo por seguir visitando y redescubriendo la región, acaso una suerte de viaje al pasado que llega hasta los tiempos de la colonia.
Al menos tal es la realidad que se desprende de las cifras que por estos días aportaba Reiner Rendón Fernández, delegado del Ministerio del Turismo en Sancti Spíritus: a inicios de esta semana en las casas de arrendamiento de la llamada Ciudad Museo del Caribe se hospedaban unos 1 200 clientes, cifra que representaba alrededor del 56 por ciento de los visitantes extranjeros que concurrían en este momento a la provincia.
Según datos de la Dirección Municipal de Trabajo, Trinidad dispone hoy de 1 555 hostales –el pasado año recibieron alrededor de 300 000 turísticas físicos–, una concentración solo comparable con el municipio de Viñales, en Pinar del Río, donde se encuentran debidamente inscriptos más de 1 250 casas de renta y 126 paladares.
A tenor de la creciente propagación de la Covid-19 por el mundo y de su aparición en nuestro país, Granma llegó hasta estos dos polos, geográficamente separados por más de 500 kilómetros, pero muy vinculados por su manera de gestionar el producto, en particular por el desarrollo del trabajo por cuenta propia, que los ha convertido en referencia de esta modalidad en el país.
LO QUE CUENTAN EN TRINIDAD
«Está claro que el virus no va a enseñarnos el pasaporte y a pedirnos permiso para entrar», reflexionaba recientemente una experta de salud en una de las tantas audiencias comunitarias que por estos días procuran abrirles los ojos a los hostaleros, a los trabajadores contratados y a los trinitarios en general.
En correspondencia con el Plan de prevención y control del SARS-CoV-2, aprobado por el Consejo de Ministros y actualizado a inicios de corriente mes, el Mintur y las Direcciones Municipales de Trabajo y de Salud, diseñaron en Trinidad un programa de capacitación, que cuenta además con el apoyo de la Central de Trabajadores de Cuba y el seguimiento de las autoridades territoriales.
Como vital califica María Escobar Brunet, directora municipal de Trabajo, la alianza entre los diferentes organismos e instituciones para poner coto al peligroso coronavirus, causante de una enfermedad que ya la Organización Mundial de la Salud califica como pandemia.
Para la propia fuente, tan importante como las acciones de capacitación, los seminarios y audiencias, que comenzaron en febrero y se multiplicaron en marzo tras conocerse los primeros casos, resulta la vigilancia epidemiológica, una estrategia sanitaria que según Ana Cecilia Hernández, vicedirectora de Asistencia Médica en la Dirección Municipal de Salud, no se reduce a los hostales con casos sospechosos, sino que se ha extendido al resto de la sociedad.
De ello dan fe lo mismo José Francisco Machín, dueño del hostal José y Fátima que la joven Ana Martha Panadés, quien por estos días comprobó con sus propios ojos como Trinidad viene aprendiendo a autoprotegerse frente al coronavirus: lo hacen los trabajadores del Palacio Cantero, donde se reciben hasta 300 turistas en una jornada; los de la Agencia Viazul, en la terminal de ómnibus; los del puerto de Casilda, en la comunidad de igual nombre, o los de la Marina Marlin Trinidad, que ofrece excursiones a Cayo Blanco en katamarán.
«Si a mi casa llega un cliente estornudando, yo lo reporto», dice José Francisco, quien por todo lo que ha leído y oído cree que a estas alturas ya puede impartir una conferencia sobre la Covid-19.
VIÑALES CON HISTORIAS PARALELAS
Durante los últimos años, los principales expertos del mundo de los viajes, han estado recomendando entre los sitios más atractivos del planeta a Viñales.
Desde el influyente diario estadounidense The New York Times, hasta el reconocido portal digital Business Insider, han expresado su admiración por este hermoso valle de mogotes jurásicos, ubicado en el centro de la serranía pinareña.
A un siglo de que los cuadros del pintor Domingo Ramos, lo dieran a conocer internacionalmente, Viñales constituye un paisaje cada vez más codiciado por el turismo.
Pero esa misma condición, que ha hecho florecer hostales y restaurantes por todo el lomerío, lo convierten también en un punto muy vulnerable en tiempos de la Covid-19.
Ante esa realidad, el doctor Orlandy González Rivero, director municipal de Salud, explica que se ha capacitado a la totalidad de trabajadores del sector no estatal: «En todos, hemos indicado las medidas establecidas, como el lavado de manos, la limpieza, evitar las aglomeraciones, mantener una distancia entre las mesas en los restaurantes. Además, los consultorios del médico de la familia realizan una pesquisa activa de forma permanente», asegura.
Control y prevención son palabras de orden, y la población lo ha entendido. En este sentido, el director de Salud afirma que «los propios arrendatarios están ayudando a la vigilancia epidemiológica, y al ver cualquier sintomatología de las que le hemos explicado, ellos mismos traen a los turistas a la consulta de infección respiratoria aguda de nuestro policlínico».
El chequeo es estricto. En el momento de realizar este reportaje, se reportaban en el valle 875 turistas, la gran mayoría de ellos alojados en casas de renta, con las cuales existe una comunicación diaria.
«Cada vez que entra un huésped, nos llaman al puesto de mando establecido en la Dirección Municipal de Higiene para informar su nacionalidad, nombre y número de pasaporte, el tiempo que lleva en Cuba y el que permanecerá en Viñales. De esa manera, cuando salga de nuestro territorio, también sabemos hacia qué otro lugar irá», detalla el doctor Orlandy.
No obstante, los visitantes que hacen noche en este Parque Nacional, ubicado en el corazón de la Sierra de los Órganos, no son los únicos que llegan hasta acá. José Antonio Aguilera Hernández, delegado del Ministerio de Turismo en Vueltabajo, señala que también hay cientos de personas que visitan Viñales por la modalidad de excursiones por un día, en las que interactúan al menos con cuatro instalaciones del sector.
«Sobre esto también estamos actuando. En el lugar donde almuerzan hacemos el levantamiento por nacionalidades y trabajamos con esa información, porque puede haber un contagio en otro lugar, pero si esa persona estuvo antes en Viñales, hay que darles seguimiento a los trabajadores que estuvieron en contacto con ella», comenta el delegado del Mintur.
Ileana Rodríguez Celorio, quien reside en el número ocho de la calle Salvador Cisneros, y es dueña de una de las muchas casas de renta que existen en el municipio, cuenta que «desde antes de que el nuevo coronavirus se declarara una pandemia, los compañeros de higiene ya nos habían visitado y dado las instrucciones, del cuidado que debíamos tener y cómo hacerlo todo.
«Después han seguido viniendo, impartiendo nuevas instrucciones, facilitándonos los teléfonos para llamar a cualquier hora, ante algún tipo de sospechas», dice, y asegura que en las escuelas y centros de trabajo también se han adoptado medidas. «Este es un territorio que tiene sus particularidades, porque vive del turismo, pero todo está bajo control».



                        
                        
                        
                    


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Elizabeth Mieres dijo:
1
21 de marzo de 2020
01:46:37
adolfo Del Rio dijo:
2
22 de marzo de 2020
11:14:36
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