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Felicity Huffman y un papel para recordar en Transámerica. Foto: Fotograma de la Película

A 17 años de haber sido realizado, es muy posible que Transamérica coseche el mismo éxito de entonces cuando se estrene en televisión durante la programación de verano. El filme habla de Bree (que antes se llamó Stanley), en espera de una operación que significaría una reasignación de género y la felicidad absoluta tras años de espera. Bree ha cumplido todos los requisitos médicos y legales para convertirse en mujer, pero antes de abrirse las puertas del quirófano, un teléfono suena.

Realizada en 2005 por un debutante Duncan Tucker, y más allá de premios y aplausos, Transamérica se erigió en película de culto para la comunidad LGBTIQ y, en especial para los trans, pues se enfoca en el derecho a ser lo que se quiera ser, y no lo que la sociedad pretenda a partir de prejuicios y negaciones.

Aunque se trata de un drama demoledor, no faltan en Transámerica tonos humorísticos que, en ningún modo, deben verse como un tratamiento simplista de la transexualidad

¿Y cuál es la noticia que recibe Bree y que le hace paralizar su operación? Pues que es el padre de Toby, un joven que acaba de salir de una cárcel de Nueva York, adonde ha ido a parar por tráfico de drogas y prostitución. Bree debe dejarlo todo e ir a buscarlo para emprender juntos un viaje de vuelta a California, sin que el muchacho sospeche quién es la mujer bien compuesta que lo acompaña. El filme se convierte así en un road movie, o película de caminos, que narra las peripecias que vivirán el hijo descarriado y Bree, interpretada ella, de manera antológica, por Felicity Huffman.

Transamérica trata asuntos relacionados con la transexualidad, pero al mismo tiempo se convierte en una historia de padre e hijo relacionándose por primera vez en un entorno nada grato, pues el muchacho ha glorificado en la imaginación al progenitor que nunca conoció. Desfilarán entonces personajes diversos, entre ellos un maduro indio navajo que, atraído por Bree, no le oculta su aspiración de mantener una relación formal en un futuro. La explosión dramática vendrá cuando Bree hace un alto en el camino para visitar a su familia, ¡horrorizada!, al descubrir que Stanley es ahora la mujer que siempre soñó ser.

El director Duncan Tucker es hábil en crear contrastes entre apariencias y esencias, mientras expone que los modelos de familia, de comportamiento, de sexualidad, de mujer o de hombre, son referencias que en la práctica pueden tener multiplicidad de posibilidades.

A Tucker se le criticó en un primer momento por no haber escogido un actor trans para interpretar a Bree, pero el desempeño de Felicity Huffman fue tan descomunal y mundialmente reconocido que aplacó la polémica. Ella es la película, lo mismo cuando resulta dramática que graciosa. Y la humanización de la que hace gala, ajena a cualquier caricatura, no deja brecha para reproche alguno. Máxime cuando se sabe que seres como el que interpreta andan por el mundo tratando de sobrevivir frente a ultrajes y crueldades.

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Me encanta Barbara Eden dijo:

1

18 de julio de 2022

13:11:07


Buena película, pero debilitada por no darle el papel a un verdadero transsexual (y también porque Felicity Huffman sobornó a una universidad para aceptar a su hija).