Volvería a ser matemático

El hoy doctor en Ciencias Físico-Matemáticas Luis Ramiro Piñeiro Díaz quería ser médico cuando era niño y estudiaba la enseñanza primaria en la escuela pública José de la Luz y Caballero, en su natal poblado de Los Palos, perteneciente en la actualidad a la provincia de Mayabeque.

«Mi abuelo paterno siempre decía que yo era su “mediquito” y eso, sin duda, influyó sobre mí. Pero luego, al cursar la secundaria básica en el centro Joe Westbrook, en Nueva Paz, el décimo grado en un concentrado regional que radicó en Güines, y el onceno y duodécimo grados en el Instituto Preuniversitario Juan Borrell, tuve excelentes profesores de matemática, los cuales, sin proponérselo, sembraron mi inclinación hacia esa asignatura.

«En décimo grado fui monitor y ocurrió que el profesor tuvo problemas personales. Me tocó asumir la impartición de las clases a mis compañeros de aula durante casi el curso completo».

Aquella experiencia, junto con la motivación que le produjeron las clases de su profesora de duodécimo grado, Hilba Rivero Álvarez, lo condujeron a matricular la Licenciatura en Matemática en la Universidad de La Habana (UH).

«Mi deuda “familiar” con la Medicina la saldaron mis hijos: una es intensivista, la otra es cirujana y mi hijo es rehabilitador».

DOCENTE E INFATIGABLE INVESTIGADOR

Egresado de la carrera en 1976, el doctor Luis Ramiro ha permanecido vinculado durante cinco décadas a la UH, su único centro de trabajo.

Profesor Titular desde 1999, fue jefe del Departamento de Teoría de Funciones (1992-1998), vicedecano docente de la Facultad de Matemática y Computación (1998-2002) y decano de esa propia Facultad a lo largo de 11 años, entre 2002 y 2013.

«Impartir clases es un inmenso privilegio; he aprendido muchísimo de mis colegas y alumnos. Tuve estudiantes excelentes, a muchos de los cuales asesoré después en sus trabajos de investigación, diplomados y tesis de maestría.

«Me gusta decir que tengo tres hijos biológicos, pero la matemática me dio un “montón” más».

Para el profesor Luis Ramiro, realizar su doctorado en la Universidad Lomonosov en Moscú representó una experiencia sumamente enriquecedora en su carrera profesional.

«Mi tema de tesis doctoral consistió en una investigación completa de una familia de Polinomios Multiortogonales y la convergencia de los aproximantes de Hermite-Padé asociados a ellos. Los resultados posibilitaron iniciar los estudios de esos componentes y abrir el camino para incursionar en el aprendizaje de sus aplicaciones en distintas ramas de la matemática y la física».

Cuarenta años después, esos polinomios son conocidos como Polinomios de Jacobi-Piñeiro, y en la bibliografía especializada siguen citándose los aportes sobre el tema que realizó el reconocido matemático cubano.

Su labor docente contribuyó no solo a la formación de los egresados de la carrera de Matemática, sino también a su superación una vez graduados y, en general, al desarrollo del claustro de la Facultad de Matemática y Computación. Es autor de dos libros de texto.

Asimismo, impartió contenidos de análisis matemático, variable compleja, análisis funcional, álgebra, geometría y geometría analítica en diferentes cursos de pregrado en las carreras de licenciatura en Matemática, Computación, Física, Química, Biología y Geografía de la uh.

Más allá de su encomiable trayectoria en la docencia, el doctor Piñeiro Díaz desarrolló una profusa labor investigativa, expresada, por ejemplo, en asumir la dirección de dos proyectos científicos de carácter nacional.

Son ellos los nombrados Criptografía aplicada a la Seguridad de las Tecnologías de la Información, asociado al Programa Nacional de Telecomunicaciones e Informatización de la Sociedad, y Pruebas estadísticas de aleatoriedad aplicadas a la seguridad de sistemas de información, del Programa Nacional de Ciencias Básicas.

«Pienso que un buen profesor es aquel que tiene un conocimiento profundo de su materia, y ¿cómo lo logra si no está actualizado, si no investiga? No hay contradicción entre la docencia y la investigación; por el contrario, se complementan».

Merecedor hace unos días del Premio Nacional Raimundo Reguera 2025, en la categoría de Enseñanza de la Matemática, el profesor Luis Ramiro es director fundador del Instituto de Criptografía, adjunto a la Facultad de Matemática y Computación de la UH.

«La Criptografía es la rama de la matemática y la computación que garantiza la seguridad de la información que se envía por las redes o se guarda en una computadora. Se trata de garantizar el envío de mensajes de una persona o entidad a otra, sin que nadie distinto del receptor lo pueda leer y sin que nadie, distinto del emisor, se pueda hacer pasar por este.

«Sus objetivos son asegurar la confidencialidad, la autenticación, la integridad de los datos y el no repudio; es decir, que el escritor del documento no pueda negar su autoría», aseveró.

Consultado por Granma, indicó que la Matemática no goza de buena salud en el país. «Tenemos matrículas muy deprimidas y creo que hay dos factores esenciales que influyen en esto: la calidad de las clases, que son muy memorísticas y no se estimula el pensamiento lógico, y la invisibilidad del trabajo del matemático.

«Hemos trabajado con especialistas de otras ramas en el desarrollo de fármacos y aplicaciones de modelos para caracterizar, por ejemplo, la dinámica de la transmisión de una enfermedad infectocontagiosa. Pero cuando se resuelve un problema, el reconocimiento es para los otros expertos.

«También afecta el éxodo de jóvenes formados en nuestra Facultad, que buscan otras fuentes de empleo aquí o en el extranjero».

Aficionado a la lectura, el cine y la música suave, el doctor Ramiro Piñeiro agradece el apoyo recibido por su familia y habla con sumo orgullo de sus dos pequeñas nietas, que lo hacen muy feliz.

«Si volviera a empezar, sería matemático. Mis seres queridos y algunos amigos me aconsejan que descanse, pero yo me niego. Siempre hay algo nuevo por hacer y, mientras tenga fuerzas, seguiré en la pelea».