Vuelvo a escribir, porque, además de desgastante sigue sin resolverse la situación con el agua. Como si fuera poco, pese a los planteamientos de los vecinos, la situación es aún peor.
Múltiples salideros, obstrucción por aguas albañales, permanente desborde del líquido, con desechos, por la calle 84 hasta la avenida...
Cuando ponen el agua, las albañales y la potable corren por las aceras, por los jardines, y penetra por las líneas de drenaje en mi vivienda, lo cual hizo colapsar mi fregadero, y ya la cocina está resentida.
A todo eso hay que sumar el desperdicio del agua entre las diez y la 11 de la noche, y hasta la 11 de la mañana cada día. Eso es un crimen, y a la vez es insoportable la fetidez.
María del Carmen Delgado Rubí, calle 84, No. 4109, e/ 41 y 43, Marianao, La Habana.
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