¿Bloqueo de celulares para responsables e inocentes?

El pasado 2 de agosto en el horario de la tarde tomé el móvil para realizar una llamada y después de varios intentos me percato que estaba bloqueado. Pensé que había realizado una operación inadecuada y esperé llegar a la casa para revisarlo con calma, esa noche prácticamente no dormí tratando de desbloquearlo sin resultados, por lo que me di por vencido y esperé a la mañana siguiente para llevarlo a revisar por algún especialista.

El día 3 fue el cumpleaños de mi mamá, que se encuentra en el extranjero y habíamos quedado mi hermano y yo en estar con la familia en el parque de Palmira, municipio donde resido para hablar por Imo. Le comenté a mi hermano lo sucedido y mientras se reunían todos llevé el teléfono a revisar con los compañeros que realizan esta actividad por cuenta propia, pero me comunican que debe ser en Etecsa. Rápidamente me dirijo a la oficina del municipio y hago la cola, cuando me corresponde el turno me dirijo a la compañera Elsa que es la que se encontraba trabajando en ese momento y me comunica que ese trámite se realiza en Cienfuegos, me da el número telefónico de atención al cliente y realiza varias llamadas, pero se encontraba ocupado. Sin otra cosa que hacer pedimos un teléfono prestado y nos comunicamos.

El viernes 4 salíamos de campismo con las niñas, les dije que me adelantaría para hacer los trámites del teléfono y me dirijo al telepunto que se encuentra frente al hotel La Unión y, al tocarme el turno, me comunican que el trámite no se realiza allí sino en el centro comercial. Al llegar me encuentro con una multitud de personas en una cola para ser atendidos. Me dirijo a la funcionaria ejecutiva Yudislie Juárez Duardo, que se encontraba trabajando sola en ese momento porque las otras compañeras están sin trabajar, una enferma con conjuntivitis y la otra de vacaciones. Al plantearle el problema ella me responde que el trámite es rápido, pero que tengo que hacer la cola, que seguro se bloqueó porque cuando se pierde un teléfono lo reportan y el sistema bloquea a todos los que tienen series similares, que si a los cinco días no se desbloquea pierdo la línea. Imagínense lo que le cuesta a un trabajador reunir el dinero para obtener un equipo de estos con su línea, para perderlo por algo que no es de su responsabilidad. Fue en ese momento cuando me percato de que me están peloteando y muy enfadado me retiro.

El sábado 5 me dirijo nuevamente a la oficina de Etecsa. Con buena suerte llegué temprano, marqué mi cola y a las 11 ya había resuelto mi problema con tan solo presentar mi carné de identidad y firmar un documento. Nuevamente la misma funcionaria me explica las razones, las cuales yo no entiendo, lo cierto es que estuve cuatro días sin teléfono.

El lunes 7 me dirijo a la oficina comercial de Cubacel, en la que fui atendido por la jefa de grupo comercial de Etecsa, Laiza Balvery Gómez y le cuento la causa de mi molestia, por lo que tramité la queja que fue registrada (E- 17-020809). Ella me da un grupo de explicaciones que de veras yo no puedo entender, y me pregunto ¿cómo un cliente es dañado y es quien tiene que hacer las gestiones para que le desbloqueen el teléfono y si no lo realiza en el tiempo establecido pierde la línea?

Posteriormente me dirijo al departamento de comercial y mercadotecnia en la división territorial de Cienfuegos, donde fui atendido por la especialista en protección al consumidor Bunny Prieto Santana, a la que le cuento todo lo ocurrido y las molestias que me han causado sin tener responsabilidad alguna.

Es por eso que me decido escribir a ustedes, porque no se concibe como la máxima dirección del país esté luchando por incrementar y mejorar las comunicaciones haciendo un gran esfuerzo, principalmente económico, para que surjan estos errores de carácter subjetivo y le causen tantas molestias a los clientes. Considero que la dirección de Etecsa debería revisar este diabólico mecanismo.
En espera de su atención

Lázaro Alain Sosa Bolaños
San Agustín No. 160 e/ Silencio y Límite
Palmira, Cienfuegos.