No es demasiado difícil observar en los rostros de cualquier persona las cicatrices del tiempo, las huellas de las ausencias, las fatigas, la perseverancia, en fin, todo lo que llevamos sobre las espaldas en nuestro fatigoso paso por la vida, porque el rostro humano es, cómo no, una verdad desnuda, incontestable, en la que no puede permanecer nada oculto.
Una prueba de ello es la serie de retratos sobre ancianas de la etnia birmana Chin, registrados en la exposición Marcadas, del fotógrafo catalán residente en Nueva York, Edu Bayer, que será inaugurada el próximo viernes a las 6:00 pm en el estudio de arte corporal La Marca (Obrapía 108C bajos, entre Oficios y Mercaderes) como parte de las actividades de la XII Bienal de La Habana.
Edu Bayer aprovechará la apertura de la muestra para fotografiar a las personas que quieran descubrir ante la cámara las huellas de sus relaciones afectivas, en una especie de performance que se sumará al renovado interés por retratar a los habitantes de La Habana que han mostrado en los últimos meses fotógrafos de renombre internacional, como el español Jorge Represa, quien durante varios días recorrió las calles de la ciudad retratando a grandes músicos cubanos de jazz y a numerosos habitantes de esta urbe capitalina.
Las mujeres de etnia birmana Chin se tatuaban el rostro como símbolo de fuerza y belleza, y de acuerdo con sus ancianos, esa práctica comenzó hace siglos como una manera de evitar que fueran secuestradas por los reyes birmanos que quedaban rendidos ante su encanto y belleza.









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Belkis dijo:
1
10 de junio de 2015
09:23:37
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