Artistas invitados de 42 países a la XII Bienal de La Habana iniciaron un diálogo directo con el público de la Isla con obras insertadas en el contexto de la ciudad.
La propuesta curatorial enfocada en los espacios urbanos tiene como título Entre la idea y la experiencia “es completamente revolucionaria, va al dialogo horizontal, dinámico, con los mas diversos públicos”, afirmó en conferencia de prensa en el Café-Teatro Bertolt Brecht previa a la inauguración Rubén del Valle, presidente del Consejo de las Artes Plásticas y de la Bienal.
Aspecto esencial es que “a pesar de todas las dificultades, incluidas las económicas, Cuba decide perseverar en uno de los eventos mas importantes del ámbito cultural cubano y que cambió lo que se entendía por arte contemporáneo a nivel global”.
Hay que recordar que la Primera Bienal, en 1984, marcó la penetración del arte del tercer mundo, con perspectiva latinoamericana primero y luego se abrió aún más a otras regiones del mundo. “Se trataba de dar voz a los excluidos”.
Para ser coherente con su proyección, la propuesta de este año es completamente revolucionaria, va al dialogo horizontal, dinámico, con los más diversos públicos, consideró Del Valle.
No hay que pasar por alto —apuntó— que la Bienal es la gran plataforma de proyección internacional del arte cubano, y es por eso el amplio programa colateral que se desarrolla en toda la ciudad.
Es una muestra que expresa la riqueza del arte cubano contemporáneo y donde dialogan diversas generaciones.
Por ejemplo, bajo el indicativo Zona Franca se presentan más de 190 proyectos tanto en instituciones como espacios públicos: plazas, hoteles, cines, calles y en el complejo Morro-Cabaña, una verdadera mega exposición.
Por demás durante los dos meses de la Bienal (22 de mayo- 22 de junio) se puede disfrutar el proyecto Open studio, que permite al público entrar a los talleres de los artistas cubanos y apreciar de primera mano sus trabajos y formas de hacer.
Otras precisiones fueron hechas por Jorge Fernández, director del Centro Wifredo Lam y de la Bienal: casi mil artistas, entre cubanos y de otras naciones del mundo, participan con sus obras, incluidos los que lo hacen en las muestras colaterales.
“Artistas, de diferentes países, filosofías, y modos de hacer, viajaron a la Isla para hacer aquí sus obras y así tuviesen una real inserción en el contexto cubano”.
Los artistas han trabajado con comunidades científicas, profesionales, y en diferentes barrios, “hablamos de un arte que apuesta por lo social, por cambiar la vida de la comunidad”, por eso las obras pueden encontrarse en céntricas plazas públicas, en barrios periféricos o en el famoso Malecón habanero.
Precisamente entre las exposiciones colaterales, está la segunda edición de Detrás del Muro, ahora con más de 51 proyectos y cerca de 60 artistas. Se anunció en la rueda de prensa que podrán apreciarse piezas de los maestros cubanos Manuel Mendive y Roberto Fabelo, y hay expectación por la propuesta del norteamericano Duke Riley, una pista de patinaje sobre “hielo”, en realidad de un material que tiene las mismas características que el hielo pero no se derrite con el calor.
La Habana ha sido convertida por más de mil artistas de 42 países en una inmensa galería a cielo abierto. Presentan sus obras, principalmente intervenciones en espacios públicos, performances, proyectos itinerantes y exposiciones, por toda la ciudad, o se incluyen en una decena de proyectos colectivos.
Algunas muestras. El afgano-norteamericano Aman Mojadidi proyectó su obra sobre las migraciones y especialmente la cárcel que los norteamericanos mantienen en la ilegal base naval enclavada en Guantánamo. Su intervención fue sobre el techo de la llamada lanchita de Casablanca, que une a ese poblado con el oeste de la ciudad, mientras la brasileña Regina Silveira llamó a su intervención Phantasmata y la realizó en los parqueos del parque La Maestranza en la Avenida del Puerto y del Palacio de la Artesanía, ambos en el centro histórico.
Entre los proyectos colectivos destaca Montañas con una esquina rota, que revitaliza la antigua fábrica de bicicletas de Línea y 18 con una exposición en la que participan 15 artistas de 12 países (Abraham Cruzvillegas. México / Michel Francois. Bélgica / Ryan Gander. Reino Unido / Hans Haacke. Alemania / Pierre Huyghe. Francia / Gabriel Kuri. México / Tatiana Mesa. Cuba / Helen Mirra. EUA / Navid Nuur. Irán / Roman Ondak. Eslovaquia / Eduardo Ponjuan. Cuba / Ariel Schlesinger. Israel / Shimabuku. Japón / Roman Signer. Suiza / Richard Wentworth. Reino Unido).
Según una de sus curadoras, Gretel Medina, “es un proyecto concebido a partir de intervenciones site-specific que generen un diálogo con la historia, los remanentes físicos, la memoria intangible del lugar” pero “han surgido un grupo de obras que trascenderán el espacio físico de la fábrica para insertarse en el tejido urbano e interactuar con los sitios aledaños y con las personas que habitan sus alrededores”.
A esta dirección de mostrar instalaciones industriales se sumó el artista cubano Esterio Segura que ha titulado su obra Habana [re] generaciónen el entorno de la termoeléctrica Talla Piedra, en la Avenida del Puerto.
Una muestra que coincide con la Bienal y la engrandece es la del artista y teórico uruguayo Luis Camnitzer, uno de los grandes referentes del arte conceptual latinoamericano de escala internacional, abierta en Casa de las Américas en la cual se muestran algunas de sus piezas pertenecientes a la Colección Arte de Nuestra América Haydee Santamaría, y luego el propio artista presentará al público los resultados del taller que ofreció a estudiantes y otros interesados y las innovaciones performáticas e instalativas que haga in situ.
Caracteriza además a este evento su transdisciplinariedad, destacándose en esta ocasión la Ópera testimonio Cubanacán, música del maestro Roberto Valera, y textos del norteamericano Charles Kopprlman y el performance en escenäTriunfadela,delgrupo teatralEl Ciervo Encantado, que al decir de las notas al programa, es “una revista política, joco-seria y bailable…un acercamiento a la fecunda tradición cubana de actos, asambleas, marchas, concentraciones, homenajes, aniversarios, desfiles, galas…”
Aunque hay artistas norteamericanos en varios proyectos, su número y participación fue motivo de pregunta, a lo que Jorge Fernández precisó: más de mil estadounidenses están acreditados para participar en la XII Bienal de La Habana, un paso más en el acercamiento entre los dos países.
Por ejemplo, una interesante exposición colateral llegó del intercambio entre el Museo Nacional de Bellas Artes y del Museo del Bronx, de Nueva York, Ruido Salvaje (un centenar de obras de 54 artistas de su colección), que invita a visitar laemblemática pieza Bandera afro norteamericana, de varios metros de extensión, del gran artista David Hammons, colocada en la fachada del Edificio de Arte Universal.
Ya se anunció que el próximo año el Museo del Bronx acogerá una muestra, también de un centenar de piezas especialmente de arte cubano de los 60, 70 y 80 del siglo XX, de los fondos de Bellas Artes.
Mayo y junio festejan tres décadas de ediciones ininterrumpidas de la Bienal de La Habana, en muchos aspectos sui géneris, entre ellos que se celebre… cada tres años.
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Capotyra dijo:
1
31 de mayo de 2015
09:53:17
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