Una Habana diversa y cambiante dialoga con el público cubano y extranjero a través de numerosas obras de arte que atrapan la atención de los espectadores que, por estos días, hacen un hueco en su agenda para subirse a este tren del arte contemporáneo que ha convertido a la capital cubana en una inmensa galería.
En un rápido recorrido por las arterias capitalinas, sobre todo por esos centros neurálgicos de la Bienal que son el Malecón, el Museo Orgánico de Romerillo, el Centro Wifredo Lam y la fortaleza de la Cabaña, se puede descubrir a una gran cantidad de público de todas las edades que aprecian con ánimo indagador las obras que dialogan con la realidad cubana y ponen al ser humano frente a sí mismos para encontrar algunas de las respuestas a las preguntas esenciales que se realizan los seres humanos en cualquier rincón de este mundo.
Esa es quizá, una de las ganancias de esta cita que apuesta por promover obras de arte con gran calidad y hechura que privilegian la espiritualidad y el cuestionamiento para que las personas encuentren en el poder del arte un camino de transformación.
Hasta el 22 de junio, la capital continuará experimentando las transformaciones que puede provocar el arte en cualquier espacio. La convocatoria está abierta, solo queda disfrutar y experimentar las propuestas de otros saberes en cada pintura, grabado, dibujo, escultura, intervención pública o performance que encontremos en el camino.









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miguel dijo:
1
26 de mayo de 2015
23:25:34
laines dijo:
2
27 de mayo de 2015
16:05:08
La Rosa dijo:
3
28 de mayo de 2015
15:20:23
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