ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Retrato de Balzac, por el pintor francés Louis Boulanger. 

«Cuanto más fríamente piense usted más lejos llegará. Castigue usted sin compasión, y será temido. No acepte a los hombres y a las mujeres, más que como a caballos de posta, a los que dejará que revienten en cada relevo, y así llegará a su meta».

Muchos lectores cubanos reconocerán estas palabras, que forman parte de la novela Papá Goriot, escrita, en 25 días, por una de las grandes figuras de la literatura universal, el francés Honoré de Balzac, nacido hace hoy 225 años. Muchos lectores decimos porque, si bien puede alguien haberla leído por su cuenta, en nuestros planes de estudio del preuniversitario se incluye esta obra, con argumento tan lamentable como frecuente en la sociedad parisina de la primera mitad del siglo XIX.

En la cita aludida, desconcertante por el tono y las desalmadas recomendaciones que ofrece la vizcondesa de Beauséant al joven Rastignac, para que pueda conquistar las alturas, está la fotografía de una época, un ejercicio eficazmente logrado por la pluma de Balzac, quien abandonara la carrera de derecho para vivir, definitivamente, de su verdadera vocación, la literatura.

Admirado por Stefan Zweig y tan grande como Víctor Hugo, Balzac examinó minuciosamente las leyes de la sociedad. Concibió una obra monumental, La Comedia Humana, una radiografía literaria de su tiempo, en la que sobresale la relación de los hombres con el dinero y los personajes arquetípicos y simbólicos. En el conjunto de cerca de cien obras, –en su mayoría novelas, aunque también contempla relatos– tocó, entre otros asuntos, las costumbres, la vida privada, la parisina y la de provincia, y escenas de la vida política, militar y del campo.

En el ambicioso proyecto, con denominación que alude a la Divina Comedia dantesca, aunque en sentido inverso, por no tener apuntes precisamente divinos, está la lucha de clases entre una burguesía jadeante por posicionarse, y una ya decadente aristocracia; y también la de esa burguesía y el proletariado.

De su propia creación, Balzac apuntaría: «El azar es el mayor novelista del mundo: para ser fecundo, basta con estudiarlo. La sociedad francesa iba a ser el historiador, y yo tenía que limitarme a ser el secretario».

Tan aguda fue la creación balzaquiana, que no pasó inadvertida ante Federico Engels y Carlos Marx, quienes admiraron en el escritor sus esbozos descritos con precisión de sociólogo. Para el primero, Balzac fue un maestro del realismo y entendió los altos valores literarios de su escritura. Marx, por su parte, lo citó en El Capital, como gran conocedor, dada la construcción de ciertos personajes, de los matices de la avaricia; y calificó de «estupenda y maravillosa» su obra Los campesinos.

Las fechas a veces imantan. Que en el día memorable de su natalicio, el genio de Honoré de Balzac sea leído, en cualquiera de sus creaciones, será un modo de enaltecer el buen arte, y de corroborar unas cuantas verdades que despuntaron hace más de 200 años y él escribió poseído por un talento que lo llevó a la cima.

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Consejo dijo:

1

20 de mayo de 2024

06:10:44


Aunque parezca desactualizada, si la lees puede adaptarse a tu realidad en algún momento, es mejor leerla, hermosa obra.