ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Banner
Según Nachito, esta es una forma de agradecerle a su país por haberlo convertido en artista. Foto: Ariel Cecilio Lemus

Una vez más llega el Festival Jazz Plaza y, con él, las miradas de disímiles artistas que orbitan en torno a este. Desde todos los ámbitos instrumentales nos prestigian músicos de muchos países que encuentran en el lenguaje jazzístico los necesarios pretextos para converger, de este lado, junto a jóvenes y consagrados artistas.

Hoy quiero mostrar el rostro de la solidaridad y la tenacidad, este último el menos conocido en algunos músicos cubanos radicados en otros países, y que otros llevan con sano orgullo. Tal es el caso del pianista y compositor Nachito Herrera, artemiseño que vive hace más de 20 años en Estados Unidos.

En esta aventura musical volvió a La Habana con donativos que superan la capacidad de carga de un avión, por lo que han tenido que realizarse más de un vuelo. El pianista, conocido por sus viajes solidarios destinados a tratar de aliviar las carencias de instrumentos y accesorios en las escuelas de música del país.

Además de su empeño y peculio personal, contó con la asistencia de organizaciones, fundaciones, amigos y artistas estadounidenses que de forma gratuita le han hecho llegar no solo grandes materiales musicales, sino también insumos médicos para hospitales pediátricos cubanos.

Una especial carga de instrumentos de viento, tanto maderas como metales, junto a sus accesorios y otros de cuerda, fueron donados esta semana a varias escuelas de música, así como algunos de tipo electrónico, específicamente sintetizadores. En esa línea destaca un piano digital de cola, de la prestigiosa firma Roland, valorado en aproximadamente 15 000 dólares.

Este instrumento –modelo Roland GP609– pertenece a los llamados pianos de alta gama de dicha marca e integra una novedosa tecnología combinante, donde se fusiona el mecanismo físico tradicional de un piano con sensores digitales. Conserva la misma arquitectura y modo de percutir a través de los martinetes de madera, pero no lo hace sobre cuerdas físicas, sino sobre sensores electrónicos capaces de reproducir el sonido deseado teniendo en cuenta las mismas condiciones de un sistema acústico.

De esa manera logran e identifican –con nanosegundos de respuesta– la dinámica e intencionalidad sonora que desea su ejecutante, a la vez que mantiene la apariencia de un piano tres cuartos de cola.

Este es el primero de tres que serán traídos a Cuba gracias a Nachito. Es, sin duda, un aliciente para las diversas salas de concierto del país. Esta labor de altruismo, según él, es una forma de agradecerle a su país por haberlo convertido en el artista que es, porque quien no ama a Cuba no tiene corazón, afirmó.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.