El anterior campeón ubicado en los últimos lugares de la tabla, un equipo no clasificado entre los ocho primeros el pasado año encaramado en la cima con dos juegos de ventaja. Estas son, entre otras, las principales sorpresas de la presente campaña beisbolera cuando el viernes concluyó el primer tercio.
Pronosticar resulta siempre difícil, mucho más en un deporte como el béisbol. Antes de romper las hostilidades de esta nueva justa todos colocaban al titular Pinar del Río como un serio contendiente para discutir otra vez la corona. Pero la realidad ha sido otra, pues la tropa de Alfonso Urquiola finalizó el primer tercio promediando 212, lo que equivale a 60 puntos menos de la media, con 26 carreras en una docena de partidos, a 2,17 anotadas por partido. Ni siquiera su pitcheo, el mejor en PCL con 2,18, ha podido salvar la situación, perdiendo cinco choques por margen de una carrera.
El reverso de la medalla ha sido Ciego de Ávila. No es el primero en bateo ni pitcheo, sin embargo, Roger Machado le ha sabido sacar provecho a sus Tigres con una mezcla de veteranos (Yoelvis Fiss, Yorelvis Charles, Yorbis Borroto, José Ramón Alfonso) y de figuras de nueva promoción para eslabonar una cadena de ocho victorias consecutivas y mantenerse en el pináculo de la tabla.
Otros dos considerados entre los mejores elencos, Industriales y Matanzas, están bien ubicados entre los cinco primeros, los Azules batean menos de lo que se espera de ellos, aunque con un pitcheo que también puede clasificarse entre las sorpresas, 3,16; en tanto los Cocodrilos, convertidos en los punteros en ofensiva —al frente con promedio de 327— son los únicos con 100 o más carreras anotadas.
Una provincia nueva está sentando pautas, Artemisa. Los Cazadores finalizaron sextos en la 53 Serie, por arriba de otros muchos; se llevaron el trofeo de campeones en el Sub-23 y ahora están abrazados con industrialistas y matanceros, a pesar de no contar con Jonder Martínez, una de sus principales cartas. Han anotado 54 carreras —tres más que Industriales—, y trabajan para 2,67 en el pitcheo, segundos, los artemiseños amenazan con volver a ubicarse en la segunda fase.
Quizás el regreso al puesto de mando de Ermidelio Urrutia les haya infundido ánimos a los Leñadores. Lo cierto es que al terminar los partidos del viernes, donde derrotaron por partida doble a los vueltabajeros, los tuneros exhiben guarismos excelentes: 309 de bateo, con 73 anotadas en 14 juegos, a más de cinco por salida, para defender un sólido pitcheo de 2,84. Las esperanzas de llegar a jugar los 42 choques de la segunda ronda son, hasta el momento, válidas.
Otros dos elencos a los que todos les confieren posibilidades, Villa Clara y Santiago, andan con problemas. Los Naranjas, sorpresivamente, promedian 290 (en la 52 Serie cuando se proclamaron campeones, batearon 262 en los primeros 45 juegos) pero no acaban de estabilizar su juego. Algo similar les ocurre a las Avispas, acabados de caer dos veces ante Camagüey a pesar de que sus promedios de bateo y pitcheo son aceptables.
Falta mucho camino por recorrer y mucha tela por donde cortar. Colectivos como Granma y Guantánamo también están dando pelea en una Serie donde el nivel —salvo tres o cuatro equipos— es muy parejo. Si hubo resultados inesperados en este recién finalizado primer tercio no es descabellado pensar que seguirán sucediendo a medida que avance el calendario. El béisbol siempre nos sorprende.


                        
                        
                        
                    



        
        
        


    
        
        
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fernando dijo:
1
12 de octubre de 2014
23:10:13
jmh dijo:
2
13 de octubre de 2014
09:06:04
Orlys dijo:
3
13 de octubre de 2014
09:33:36
Wilson Soler Acosta dijo:
4
13 de octubre de 2014
11:54:58
Ernesto dijo:
5
13 de octubre de 2014
17:01:29
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