ARTEMISA.— Donde las montañas huelen a café, y se respira la tranquilidad en la brisa, aproximadamente a 17 kilómetros del casco urbano del municipio de Bahía Honda, ha llegado la luz, desde las bondades de la corriente eléctrica. Al cruzar el río San Cristóbal, unos metros después nace la comunidad Rancho Mar, donde más de 90 familias han sido beneficiadas con la reciente electrificación de la zona. Hasta el momento allí solo tenían corriente durante cuatro horas al día (a partir de las de siete y media de la noche), mediante una planta.
Desafiando la distancia y las irregularidades del terreno, con la confianza en el cumplimiento de su acometido y en el llamado del deber, llegaron hasta aquí varias brigadas de la Empresa Eléctrica de la provincia, para hacer realidad un sueño compartido.
“Ahora veré los muñequitos cuando quiera. Solo podía hacerlo en el DVD, pero me dormía rápido, porque era un poco tarde. Los de Balto y Elpidio Valdés, son mis preferidos”, dice con una sonrisa a flor de labios el pequeño Liandro. Su papá vivía en la cabecera municipal, pero hace ocho años que subió a las montañas para quedarse y agradece la posibilidad de poder disfrutar constantemente de este servicio ahí también.
Sobre las intensas jornadas de trabajo que hicieron realidad el anhelo de estos pobladores, Alberto Lorenzo, delegado de la circunscripción 51 del consejo popular Luis Carrasco, comenta: “Fue tremendo, más de 30 hombres a diario en la batalla. Todos nos implicamos en esta tarea, con la intención de que saliera lo más rápido posible. Solo nos queda trabajar y producir café que es el objeto social de nuestra comunidad”.
Su esposa Carmen Cordero, afirma que “en lo adelante podré también cocinar con equipos eléctricos y hacernos de otros para nuestro bien”.
En la comunidad cuentan con una escuela, una bodega, un círculo social, la despulpadora de El Roble y un consultorio, en el cual desde septiembre del 2013 labora la doctora Yaritza Álvarez.
“Nos vamos a favorecer en millones de cosas. Hay medicamentos como colirios, supositorios, que necesitan de refrigeración, y así podremos disponer de estos”, plantea la joven de 25 años, quien se suma a la alegría que invade a la comunidad por estos días.
Cuentan los vecinos que hace alrededor de 32 años que tienen planta. Severino Castillo, estaba a cargo de esta y dice que “realmente es grandioso porque había veces que el equipo presentaba problemas en el generador”.
Cerca de la comunidad, encontramos a Roberto González. “Es un desarrollo que nos hacía falta. A las brigadas que trabajaron aquí las apoyamos en todo lo que pudimos, como si fueran de nuestra familia. Las atenciones fueron las mejores porque hicieron un sacrifico inmenso, y se pegaron duro, desde que llegaban era fajados con la tarea hasta bien tarde. Siempre hemos tratado de mantenernos aquí y ahora menos nos vamos”, asegura con total firmeza.
ENTRE LAS TAREAS ACOMETIDAS
“En la comunidad y en las áreas cercanas instalamos 102 servicios. Las viviendas que están aproximadamente a 200 metros de la línea que se construyó hasta Rancho Mar, se incluyeron en el proyecto. Se creó un contingente con cinco brigadas”, manifiesta Lázaro Amado Cruz, director de la Empresa Eléctrica en Bahía Honda.
“Tuvimos problemas con las lluvias, y los carros, pues es difícil el acceso. En el 40 % de los postes se tuvo que hacer todo a mano, de 8 a 14 poníamos a diario. De la técnica, el izaje nos golpeó para cumplir con las tareas. Construimos alrededor de 12 kilómetros de línea”, añade.
Desde 1973 Catalino Fuentes trabaja en la Empresa Eléctrica y es jefe de una de las brigadas, la cual cuenta con seis hombres. “Estamos adaptados a trabajar en condiciones adversas. Llegábamos bien temprano y nos íbamos después de las cinco. Estamos alcanzando lugares bien intrincados de la geografía cubana. Casi todos los postes los tuvimos que subir con mulas y bueyes, así como el resto de los materiales, porque el terreno es muy rocoso”.
Yuri Álvárez, también trabajó en Rancho Mar y asegura que “la poda ha sido de lo más difícil. Para mí es algo grandioso. El año pasado participé en la electrificación de Mango Bonito”.
EN LOS PRÓXIMOS DÍAS
“Nos proponemos electrificar otras cuatro comunidades en la montaña antes del 26 de Julio: Cacarajícara y La Olla, pertenecientes a Bahía Honda, y Pozo Azul y Caja de Agua, del municipio de San Cristóbal”, asegura Martín de la Concepción Cordero, director general de la Empresa Eléctrica de la provincia. Además de las fuerzas del territorio, participan en las labores un contingente de Cienfuegos y otro de Pinar del Río.
Según Edelfín Falcón, director técnico de la Empresa Eléctrica de Artemisa, la inversión asciende a alrededor de 600 mil pesos en moneda total entre todas las comunidades y se beneficiarán más de 200 familias. Solo la de Rancho Mar alcanzó los 126 mil pesos.
Además, por estos días se electrificaron con paneles solares mediante un donativo otras tres comunidades, en este caso del municipio de Candelaria (El Brujito, Los Medina y Las Minas), donde se favorecieron unas 40 familias.
Al constituirse la provincia existían 17 asentamientos sin electricidad, fundamentalmente en estas áreas en la montaña. “Mediante un programa de conjunto con la Unión Eléctrica y gestiones propias de la provincia, a partir de donativos, inició la electrificación de tres el año pasado”, afirmó Raúl Rodríguez Cartaya, jefe del Consejo de la Administración Provincial.
A finales del 2013 más de 500 personas, que habitan unas 110 casas, así como escuelas y consultorios médicos se beneficiaron con la electrificación de Los Tumbos, en el municipio de San Cristóbal, y Mango Bonito, que tiene viviendas en Bahía Honda y Candelaria.
En estas comunidades del Plan Turquino se instalaron 16 transformadores (cinco en Los Tumbos y 11 en Mango Bonito), se colocaron más de 160 postes en ambos lugares y se montaron las líneas primarias y secundarias.
Además, en julio del 2013 se inició la electrificación con paneles solares de El Toro, perteneciente al consejo popular de montaña Niceto Pérez, en San Cristóbal, proceso que duró ocho meses, y mediante el cual se favorecieron 137 habitantes y 29 hogares.
“Después de concluidos los trabajos, quedarían aproximadamente unas 230 viviendas por electrificar en la montaña. Este año superamos el 50 % de solución a los casos sin electricidad de los asentamientos; nos vamos a proponer para el próximo cinco más y en el 2016, si sale lo previsto, las comunidades de montaña deben quedar, en lo fundamental, electrificadas”, agregó Rodríguez Cartaya.
En los tres municipios de la provincia que tienen parte de su territorio montañoso (Bahía Honda, Candelaria y San Cristóbal), hay alrededor de 10 999 habitantes, y cuando se terminen las labores, aproximadamente el 91,6 % de estos se encontrarán en zonas electrificadas.
Y es que satisfacer gradualmente las necesidades materiales y espirituales de la población garantizando la autosustentabilidad económica, y conjugar armónicamente los requerimientos productivos con el avance social, la conservación de la naturaleza, y el fortalecimiento de la defensa del país para lograr un desarrollo integral y sostenible de las zonas montañosas, son preceptos que guían la misión del Plan Turquino.
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carlos dijo:
1
16 de julio de 2014
04:56:24
Jorge Luis Díaz dijo:
2
16 de julio de 2014
08:32:37
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