TORONTO.—“Me sentí como si estuviera compitiendo en La Habana”, dijo el gimnasta Manrique Larduet una vez concluido su debut en la competencia por equipos de estos Juegos Panamericanos.
Y no es menos cierta su afirmación, porque fue así precisamente cómo lo apreciamos, desprovisto de presiones, con una seguridad sin espacio para la desconcentración, quizá por ese porte tan dispuesto desde su primera aparición en el Coliseo de aquí, no tardó en ganarse un mar de aplausos. Las muestras de aprobación a sus selecciones le acompañaron durante toda la noche, reconocimiento difícil de alcanzar en una disciplina de apreciación, que en algunas ocasiones no escapa al capricho de los jueces calificadores.
Para hacerse de un nombre sobre el tapiz, además de mostrar virtuosismo, originalidad y riesgo, el carisma de un atleta ha de cautivar al público, que lo hará suyo hasta el punto de no diferenciar si viene de otra parte del mundo. Lo importante es lo que trae, cuánto y cómo lo brinda. Ese es el caso de Larduet, un joven que en la noche clasificatoria para el all around hizo un recorrido armónico, cautivante y con extrema limpieza en sus ejecuciones para con sus 90.250 puntos desbancar al norteamericano Samuel Mikulak (89.850), considerado por muchos acá favorito para dominar en la disputa de máximos acumuladores que tendrá lugar al mediodía de este lunes. Tampoco reparó en el colombiano Jossimar Calvo (88.750), el hombre que le arrebató el oro en el mismo concurso de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz. Ante estos rivales, la porfía está planteada.
El cubano exhibió una excelente elasticidad y limpieza en sus selecciones, aun cuando al decir de su entrenador, Carlos Gil, no empleó en su paso por los seis aparatos todo el alto grado de dificultad que domina, elementos reservados para las finales por eventos.
“¿De dónde sacaron ustedes a ese muchacho que vimos anoche?”, preguntó el enviado especial del periódico norteamericano USA Today, quien buscaba información para realizarle una entrevista. Otros colegas de Puerto Rico, Colombia y Venezuela también se acercaron para felicitar a los cubanos que, pese a finalizar en el quinto escaño por equipos, tuvieron en Larduet y Randy Lerú a sus atletas más sobresalientes, de hecho estarán entre los dos permitidos por cada país para lidiar en la disputa de este comienzo de semana.
El santiaguero, iniciado en esta disciplina cuando solo contaba con cinco años de edad, se ha revelado como un dotado para los concursos de máximos acumuladores al estilo del ganado en el Festival Deportivo Panamericano de Guadalajara 2014, con 89.120 puntos. Ya sea en Veracruz, en el clasificatorio continental efectuado aquí mismo en Canadá, o en la Copa Mundial de Anadia, Portugal, el joven va dándose a conocer en diferentes escenarios, tema importante para que los jueces de diferentes partes del planeta empiecen a valorarlo con más peso.
Para el concurso por eventos de estos Juegos Panamericanos, Larduet hizo el grado en todos los aparatos, en tanto quedó como reserva en el caballo con arzones. En manos libres va con (15.150), anillas (15.400), caballo de salto (15.200), paralelas (15.600), barra fija (15.050) y en los arzones alcanzó su más baja calificación (13.850).
Si fuéramos a mencionar uno de sus últimos éxitos de mayor rango, nos referiríamos a sus primeros lugares en manos libres, salto, barra fija y plata en paralelas durante la Copa del Mundo, efectuada este año en Anadia, Portugal. Con las credenciales que presentó aquí, y el apoyo que le dispensó la afición, podríamos asistir a una próxima noche exitosa para el cubano.



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NOEL RWEINA INFANTE dijo:
21
14 de julio de 2015
10:52:24
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