ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

—Oye, ahí no hay miedo.

—Pero eso es hasta un día, hasta que lo cojan…

La conversación fluía entre dos choferes, ahora en calidad de pasajeros, al ver como su colega llenaba totalmente los pasillos del ómnibus (Yutong) en el cual viajaban con destino a Pinar del Río. Quien me contó, también participó en el intercambio…

—Yo creo que este chofer tendrá que tirarse las cartas para saber cuánto le queda al frente del timón si sigue llenando así la guagua, porque lleva de pie, más o menos, 15 personas.

Los choferes, siempre solidarios, y ya rota su «intimidad», comenzaron a retractarse.

—Bueno, mire, eso no es así. Él no hace eso siempre. Fíjese mejor en cuántos problemas ha resuelto este hombre hoy, porque el transporte está malo…

—Bueno…, dijo ya sin muchas ganas de seguir la conversación, porque, a decir verdad, el chofer de la Yutong había resuelto, «con su buena voluntad», el problema de transporte de algunos, y, de paso, claro está, el de su bolsillo.

Además, no había tanto que refunfuñar, si le había tocado la ventanilla y desde ahí no lo podrían molestar los pasajeros de pie, recostados todos a los asientos para hacer más llevadero el viaje.

Ni casos aislados ni rutas específicas. Los choferes, a veces, sí se repiten. Ya sea por la autopista o la carretera central, ya sea destino Pinar-La Habana, o viceversa, e incluso hasta municipios intermedios. Y estos actos de «conciencia», a conveniencia, ya resultan tan usuales como preocupantes.

Sobre el tema, los criterios están divididos. Por un lado van los que necesitan o han necesitado viajar, de todas, todas, y se han topado con uno de estos «buenos» choferes, de corazón noble y bolsillo presto a recibir el agradecimiento. ¿Quién podría quejarse?

Por otro lado andan los que solo ven la «generosidad», porque en ocasiones se trata de personas con una situación familiar complicada o en fin… Hay tantas posibilidades como individuos existen. Pero habría que preguntarse si los 15 pasajeros de la historia, o los diez o 12 de muchas otras oportunidades, afrontaban una circunstancia «difícil» que no fuera viajar.  

Y también están quienes se declaran completamente en desacuerdo con esas actitudes, ya sea porque nunca han estado en el lugar de los necesitados, o porque, aun estando, pueden quitarse el traje de la necesidad propia y cuestionar, en su justa medida, la irresponsabilidad.

No deben existir, supongo, estudios que relacionen, en el caso específico de las Yutong, el exceso de pasaje con los índices de accidentalidad. Pero sin hacer diana en enfoques tremendistas, lo que no significa obviarlos, sí hay otras consecuencias visibles, palpables, que no demandan investigación alguna.

Empecemos por mencionar la elevadísima cuota de molestia que debe pagar un pasajero que durante todo el viaje carga, casi sobre sus hombros, a otro compañero. Hay hasta quienes montan con equipaje.

Y además de la parte humana, echémosle una miradita a la legal. El dinero del pasaje tiene que cuadrar con el número de asientos del ómnibus. Si alguno se desocupa, (no sé si es lo establecido, pero lo he visto mucho) puede remplazarse con otro pasajero, a quien se le debe entregar un ticket. Si no hay ticket, no hay pruebas, y por tanto, el dinero para el bolsillo. Y como las personas necesitan remediar su apremio, ¿quién pregunta por el dichoso ticket? ¿A quién le preocupa, cuando abren las puertas de la guagua, a dónde va a parar el dinero que pagó?

Pero en el caso de quienes van todo el tiempo de pie, y son remplazados por otros pasajeros de pie, ¿quién controla el dinero pagado? También me surgen otras dudas. En muchas oportunidades, las guaguas salen llenas (asientos y pasillos) de las terminales. Si existe un control previo del número de reservaciones y fallos, ¿quién les vende el pasaje a los que «sobran»? ¿Quiénes trabajan en las taquillas están al tanto del asunto? ¿El negocio es solo del chofer?

Los problemas del transporte son reales. Y real también es que la solución no estriba en llenar las guaguas hasta la saciedad, en detrimento de la seguridad y el bienestar durante el viaje. A la larga, se benefician unos pocos: quienes resuelven su problema inminente, pero contribuyen a crear otro mayor, y algunos bolsillos, por supuesto.

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EL VIAJERO dijo:

21

27 de marzo de 2017

12:37:50


Esto abunda en Pinar con los omníbus yutong de tranporte escolar que no se ajusta a la tarifa fijada pàra ellos y dan viajes frecuentes a la habana,para ellos no existe el valor del peso,todo es de 5 hasta 40,cuidado con eso,que deben entregar a la base y cuanto a su bolsillo. Por otro ladois estan los mal llamados fletes de servicio publico,antes ruta 418 y que cobran 30 pesos a la habana y dicen que la empresa le ponen una cifra a entregar y lo otro para ello,que pasara con nuestro salario

Isabel dijo:

22

29 de marzo de 2017

12:48:54


EL TEMA DA PARA 3 MESAS ERDONDA QUE PUDIERAMOS DENOMINAR LA CRISIS DE LA CONCIENCIA Y LA CORRUPCIÓN EN PLENO AUGE. MI OPINION ES CLARA Y SENCILLA ELIMINE LA DOBLE MONEDA, AUMENTE LOS SALARIOS Y BAJE LOS PRECIOS A LOS PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD, ALLI ESTA LA RAIZ DE ESTE ASUNTO. COMO VUELVO Y REPITO EL TEMA DA PARA 3 MESAS REDONDAS , LO QUE ESTOY RESUMIENDO EN ARAS DE QUE OTROS OPINEN. SALUDOS CORDIALES.

Ada Bonilla dijo:

23

29 de marzo de 2017

16:31:21


Anoche en el NTV volvió a tratarse el tema de la transportación de pasajeros de pie en los ómnibus interprovinciales , tal parece que las críticas realizadas en varias ocasiones no tienen repercusión en quienes deben velar por la disciplina y el cumplimiento de lo establecido, sobre todo en la ruta Pinar- Habana que transita por la carretera central. Eso resulta inaudito. El domingo 19 de marzo el carro que cubrió el turno de las 5.00pm desde La Habana ,hizo su entrada a la ciudad de Pinar del Rio pasadas las 10.00pm.Las paradas para recoger fueron muchas y el pasillo se mantuvo lleno de personas de pie hasta casi llegar a Pinar.

Pedro dijo:

24

6 de abril de 2017

16:46:45


Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato? O, mejor dicho, a los gatos. Es que hay tantos...

yo dijo:

25

13 de abril de 2017

12:15:14


muy de acuerdo contigo, creme que viajo hace casi once annos por las yutong, hace aproximadamente fui personalmente a la Agencia de Viajeros a quejarme y resulta que el jefe de los inspectores era mas corrupto que estos, ademas de la cantidad de artimannas que tejieron en mi contra para favorecer a las personas implicadas, me quedó un sabor muy amargo y una decepción enormne después de aquello, no te puedes imaginar cuantas cosas me he cuestinado después de eso relacionadas con la situación de nuestro país, que me encanta, pero hay cada gente que se las trae, en fin, ahora mismo viajo todos los fines de semana y es el pan nuestro de cada día, ver a los choferes llenado las guaguas de personas de pie,incluso dentro de las mismas agencias, la lista de espera, si, porque muchas veces esas personas que vienen de pie, no alcanzan pasajes en la lista de fallos porque estos fueron vendidos al mejor postor, nada, que es una cadena interminable, solo que no veo mucho control por ninguna parte, eso nadie lo vigila, nadie lo cuida, son cosas que vana acabando con nuestra sociedad.muchas gracias.

Humberto Rosales dijo:

26

13 de abril de 2017

14:24:19


La corrupción está acabando con nuestra sociedad todos los servicios están viciados le roban al pueblo, Los rastros de materiales de construcción en el municipio de playa, los carretoneros con caballos son los dueños de la arena que venden a 20 CUC y el cemento 3 cubos a 100 CUP. Esto debe ser en toda la Habana, nadie le pone fin a esta corrupción explotadora del pueblo que necesita de estos materiales.