ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Eran cerca de las tres en una tarde dominical. En ese horario, y por ser una carretera intermunicipal, es poco el trasiego de vehículos ligeros, pero muy común el de transportes colectivos particulares y estatales, que viajan hacia y desde la cabecera provincial. De pronto, justo al salir de una curva con cero visibilidad, resulta imprescindible aplicar los frenos a fondo y rápidamente, pues un arreo de cerca de cien vacas ocupaba por completo la vía.

No había nadie cerca para avisar, ninguna señal, al menos rústica, alertaba sobre la imprevisible circunstancia y, para colmo de males, un solo hombre a caballo intentaba, a duras penas, mantener en orden aquella concentración vacuna. Sin otra alternativa posible, solo pudimos resignarnos a viajar, casi dos kilómetros, tras los mencionados animales, hasta que finalmente llegaron a su destino.

Aunque el incidente no tuvo mayores consecuencias, no pude dejar de preguntarme si un vehículo cargado de pasajeros hubiera podido frenar con la misma rapidez y si, de haberlo hecho, eso no significaría perder el control y dar paso a un lamentable accidente. Terribles historias que contar al respecto, habría miles si hacemos una encuesta.

Esta problemática de los animales sueltos en la vía o en los límites de esta ya peina canas. Se han tomado ciertas medidas, pero sobra decir que han sido insuficientes. Una vez, dialogando sobre este tema, alguien me decía jocosamente: «yo creo que será mejor que las vacas aprendan tránsito, porque de otra manera parece que no hay solución».

La impunidad en este sentido ha sido por largos años una cortina de humo, tras la que se ocultan los propietarios inconscientes. Ese es el motivo por el que, en no pocas ocasiones, las multas o el decomiso llegan después de la pérdida de vidas. No basta con colocar una señal que alerte a los conductores, de ser así, habría que llenar de ellas todas las rutas asfaltadas del país, pues ya ni las ciudades escapan al fenómeno.

Como en otros casos de conductas irresponsables, en este son muchos los implicados, que van desde el propietario, la dirección de la forma productiva si está asociado a una, el trabajo del Centro Nacional de Control Pecuario, las delegaciones de la agricultura, el actuar oportuno de la policía y el incumplimiento del deber de denunciar. Lo cierto es que la aplicación de la ley en este sentido, está muy lejos de ser todo lo rigurosa que exige esta grave problemática.

No es un secreto que algunos ganaderos necesitan cruzar vías de interés para llevar a sus animales a pastar y retornarlos luego, pero en muchos de estos casos el traslado se efectúa sin precaución alguna, poniendo en riesgo así la tranquilidad y seguridad de terceros. Dicen los que saben que, para ser arriero, hace falta experiencia.

Si bien el ejemplo ilustrativo ha sido el de la vaca, pudiéramos hablar de caballos, chivos o carneros que pastan despreocupadamente y sin previo aviso se lanzan a la calle, delante de los ojos asombrados de un chofer que no siempre puede reaccionar en fracciones de segundos. De noche todo es mucho peor, pues solo si el reflejo de las luces alcanza los ojos, es posible ver el obstáculo, y sumémosle a esto que la conducta del animal es impredecible.

Quizá algunos piensen que se ha hablado mucho de esto, pero cuando los problemas viejos tienen nuevas consecuencias cada día, es cuestionable su obsolescencia. Probablemente, la esencia esté en analizar si las alternativas aplicadas han sido viables y buscar nuevas soluciones. Tengamos presente que, después de un siniestro, no será la vaca quien lleve por siempre un peso en su conciencia, sino quien, poseedor del raciocinio que a ella le falta, no fue capaz de apartarla del camino.

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Francisco Cerón dijo:

21

3 de marzo de 2017

11:09:51


Saludos hermosa Leydis, acerca de este problema es comun no solo en Cuba sino en cualquier parte del planeta, semovientes en la carretera son cotidianos y mucho más peligrosos de noche, que se puede minimizar poniendo en la carretera letreros alertando del cruce de ganado o cualquier otro semoviente, con esto no se elimina el problema pero al menos haremos conciencia de no ir a alta velocidad en estas zonas que previamente tienen que ser identificadas y señalizadas. Saludos desde Veracruz,México. Viva Cuba.

ramón dijo:

22

20 de noviembre de 2022

10:50:23


El pais necesita el crecimiento del ganado vacuno para aumentar los volumen de producción de leche y carne , se hace muy costoso importar estos productos, tengo conocimiento que muchos criadores de ganado desean entregar su rebaño ,por varias razones , los robos y sacrificio que no ha sido controlado, la falta de alambre de púa para mantener seguros sus robaño en los pastoreos , la responsabilidad que se le exige administrativamente y judicial La autoridad que rige por el MINAG la actividad pecuaria debía tocar la puerta a cada campesino emprendedor para ayudarlo en una solución digna Entonces la vaca ni el campesino no siempre llevaran el peso de la conciencia