ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

La Cuba de hoy nada tiene que ver con aquel “palmar vendido, sueño descuartizado, duro mapa de azúcar y de olvido” que tanto le dolió a Nicolás Guillén. Esto que parece obvio no lo es para algunos trasnochados nostálgicos, que pretenden maquillar el pasado mediante delirantes e insostenibles malabarismos estadísticos.

En más de medio siglo de transformaciones revolucionarias, el país ha registrado notables e indiscutibles avances, reconocidos no solo por los amigos sino también por instituciones y personas para nada sospechosas de afinidades políticas o cercanías ideológicas.

Estas realidades no implican que hayamos cumplido nuestras aspiraciones, ni satisfecho nuestras expectativas. No hablemos ya de aquellas fundadas en la lógica de un proceso en permanente construcción, que se ha abierto paso en medio de agresiones, hostilidades y coyunturas adversas, sin descontar errores propios. Agobios, carencias y necesidades se triangulan en la cotidiana existencia de una sociedad que no se arredra y resiste, y lucha por salir adelante.

El mundo  tampoco es el de hace 50 o 60 años. Ni siquiera el de tres décadas atrás. Desde entonces hasta la fecha hemos sobrevivido a la desaparición del orden bipolar, a la peor crisis económica que jamás hubiéramos imaginado, a recurrentes amenazas imperiales, a despiadados intentos injerencistas, a los virus neoliberales que circulan por el orbe y a las imposiciones hegemónicas.

Hay que saber leer ese mundo —el de afuera y el de adentro— y atemperar nuestras estrategias y programas para no perder la brújula y continuar avanzando, como suele decir Raúl, sin prisa pero sin pausa.

Dicho sea esto en atención a dos compulsiones encontradas y extremas. Están, de un lado, los que nos incitan a pisar a fondo el acelerador y apuestan por la restauración capitalista, la desregulación de las leyes del mercado, la teología de la privatización y la naturalización de la desigualdad. Están, del otro, los inmovilistas, los dogmáticos, los adocenados, los acomodados, los inertes; algunos de estos últimos, avezados en las artes del gatopardismo, esa doctrina que propugna aparentes cambios para que nada sea cambiado.

En un reciente ensayo, titulado Problemas del socialismo cubano, el intelectual Fernando Martínez Heredia resume es­te contrapunto a partir de un deslinde conceptual que comparto: “Cuba está entrando en una etapa de dilemas y alternativas diferentes, entre los que sobresalen los que existen entre el socialismo y el capitalismo, teatro de una lucha cultural abierta en la que se pondrá en juego nuestro futuro. El gran dilema planteado es desarrollar el socialismo o volver al capitalismo. No servirá aferrarse meramente a lo que existe, habrá que desarrollar el socialismo. Tampoco debemos creer que el capitalismo será un futuro inevitable, que hasta podría traer progresos consigo: sería regresar al capitalismo. No se está librando una pugna cultural entre el neoliberalismo y la economía estatal: es entre un socialismo que tendrá que transformarse y ser cada vez más socialista, o perecerá, y un capitalismo que ha apostado a acumular cada vez más fuerza so­cial, ir conquistando con sus ilusiones a la sociedad y que se vayan acostumbrando los cubanos a sus hechos, sus relaciones y su conciencia social”.

Si bien es cierto que la naturaleza de ese escenario nos remite a la cultura, aprehendida en su más amplia  acepción, creo pertinente situar en el terreno de la práctica política y económica inmediata ciertas claves para dilucidar la cuestión.

Una de estas claves pasa por la profundización de los mecanismos de participación ciudadana en los debates públicos y su contribución a la toma de decisiones, voluntad que debe ponerse nuevamente de manifiesto durante el proceso que en estos momentos da continuidad al 7mo. Congreso del Partido. El debate amplio y democrático de los documentos programáticos con la militancia del Partido, la UJC, representantes de las organizaciones de masas y de diversos sectores de la sociedad, el cual exige, como lo reclamó el Primer Secretario del Partido, “escuchar, razonar y tener en cuenta la opinión de la militancia y del pueblo en general”, debe conducirnos a asumir conscientemente responsabilidades y compromisos, individuales y colectivos.

Tenemos que aprender a trabajar por conquistar metas me­dibles, posibles, inmediatas, a sabiendas de que otras, de al­cance más dilatado, dependerán de la consistencia con que sepamos consolidar aquellas.

En 1989, Silvio Rodríguez, ante la vista del ya próximo fin de siglo, entonó en una memorable canción: “Pero ahora que se acerca saco en cuenta/que de nuevo tengo que esperar/que las maravillas vendrán algo lentas/porque el mundo tiene aún muy corta edad”. Mas no por ello dejó de clamar: “Venga la esperanza, pase por aquí…”.

Como para saber que mientras todo lo que hagamos se revertirá en ganancias futuras, no podemos darnos el lujo de renunciar a trabajar por mejorar el presente, ahora y aquí, no­sotros mismos.

El único modo de hacerlo es siendo coherentes y consecuentes a la vez.

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estrella fermin dijo:

1

28 de mayo de 2016

21:10:48


bla,bla,bla,bla.la realidad es que el imperio quiere apoderarse de cuba y nosotros coqueteamos con ellos.no creo que nos benefice todo ello.es por eso que cada dia admiro mas a corea del norte y la idea juche

Ignacio Laya dijo:

2

29 de mayo de 2016

14:24:26


Pedro "Genial" de la Hoz siempre consecuente. Disfrutando de tu análisis político sobre los nuevos tiempos siempre esperanzadores desde La Guaira, Venezuela. Saludos y abrazos a la familia y amigos

rolandogh dijo:

3

30 de mayo de 2016

04:39:58


Como los define el articulista Pedro de la Hoz: "los inmovilistas, los dogmáticos, los adocenados, los acomodados, los inertes; algunos de estos últimos, avezados en las artes del gatopardismo, esa doctrina que propugna aparentes cambios para que nada sea cambiado"; esos son los que con más efecto práctico frenan el avance de nuestro país porque los abiertamente enemigos de nuestra Revolución, de su proceso de cambios y ajustes económicos, poco ya nos podrán hacer aunque no los subestimamos. Los primeros todavía se protengen con su envoltura pseudorrevolucionaria y sus cargos.

francisco dijo:

4

30 de mayo de 2016

09:13:23


Una lectura cuidadosa del mundo atual en Cuba lo lleva a uno a comprender que los verdaderos grandes enemigos y mas peligrosos son los internos;. Son los burócratas, tecnócratas (una serie de ***cratas), demagogos y corruptos. que anidados en los centros de tomas de decisiones, a dónde ellos mismos se han colocado, intentan derrocar la revolución y reconstruir el capitalismo en Cuba, con la mente febril de los que se creen ya capitalistas y de lo creen tan en serio que es por eso que tienen sus ahorristos frutos del latrocinio. Nereida. Eso no es para mi país. Fuera bandidos.

Antonio dijo:

5

30 de mayo de 2016

12:04:40


Estimado Pedro de la Hoz: Ahora mismo lo que impera es la incoherencia por tanta inconsecuencia. La población cubana basta con leer todos los viernes la sección que se dedica a dar "respuestas" a la población para valorar cómo se está actuando. Actualmente muchos de los problemas que tenemos son por causas generadas por nosotros mismos y no por agentes externos.

Joel Ortiz Avilés dijo:

6

30 de mayo de 2016

12:13:31


.....El gran dilema planteado es desarrollar el socialismo o volver al capitalismo.... ¿volver al capitalismo?...!!!Eso no se puede ni pensar.!!!. Se lo he dicho en varias ocaciones a mis dos hijos que sería la única forma en que me alzaría en la Sierra, como lo hizo Fidel. ....!!!Ese no puede ser el dilema de los cubanos de hoy!!!!....Yo soy negro. ¿ Tendría que admitir que alguien me diferencie por el color de mi piel?...Que no le permita terminar los estudios Universitario a mi hija, por ser mujer y mestiza. .....!!!!¿ Permitir que alguien privatice el Círculo Infantil de mi nieto, para hecerlo un prostíbulo?... ...Aunque nuestro Socialismo no sea perfecto o marche al ritmo que deceamos....el Capitalismo no puede ser alternativa para nosostros, que hemos savido resistir todos los desmanes y levantarnos con verguenza y dignidad. ¿ Cómo podríamos dormir a partir de ese momento?...!!!¿Qué le diríamos a las familias de los caidos por esta revolución, que no pudimos; que fuimos flojos o algo más duro, que no se puede publicar aquí?!!!...!!!Solo nos queda combatir y sin descanzo!!!!....La victoria nunca ha sido de los cobardes y Cuba tiene varios ejemplos que mostrar al mundo de cómo es que se combate y se lucha. ...Pero hay que prepararse para los nuevos escenarios, donde se apuesta por nuestra juventud; la cual no puede ¨pensar con el estómago¨ y tiene que saber de dónde salen las cosas materiales que tanto sacrificio cuesta a este país obtener. ...Como dijo nuestro invicto Comamandante en Jefe ....!!!!!Cuba Vencerá!!!!!....y seguro !!!!Venceremos!!!!

francisco dijo:

7

30 de mayo de 2016

12:23:04


Ud. Hoz organizó el mundo en dos bandos que son ni siquiera contrarios. Como estoy en el bando de los que amamos a Cuba y su revolución, para mi la cosa es mas simple: hay que construir un socialismo que pase por arriba al "mejor" capitalismo. Y para eso hay que construirlo con "mas socialismo". Lo que teoricamente es sencillo, pero la bronca es en -práctica con tantos enemigos internos: eL Ser humano y su conciencia en el centro de todo. Abajo los burócratas, los tecnócratas (que solo presumen porque no saben ni un pepino de la ciencia y la técnica. Hasta uno de esos "ejemplares" fue expulsado por sus estudiantes en la universidad por no saber ni papa de economía. Abajo los demagogos y los corruptos (abajo y a la cárcel estos úlltimos)

victor ramos dijo:

8

2 de junio de 2016

16:28:43


muy bien francisco, haremos poco a poco un socialismo más eficiciente que el decadente capitalismo.

pbruzon Respondió:


8 de junio de 2016

11:50:57

ese es el problema Francisco,mientra que nosotros hacemos el socialismo o tratamos de hacer el socialism mas eficiente poco a poco el capitalism con todo y su decadencia es eficiente no poco a poco sino mucho mucho y es hay donde nos ganan,porque no se puede ser eficientes poco a poco y esperar Buenos resultados hay que ser eficientes desde el comienzo y mantener la eficiencia hasta el final,poco a poco perdemos terreno y sufrimos reveses y retrocesos.