ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Nosotro(a)s y las guaguas establecemos esa extraña co­nexión de los amores difíciles: “contigo porque me matas, sin ti porque me muero”. Las vemos acercarse y nos invade una alegría imposible de maquillar. Justo delante de ellas, un gentil hombre desconocido hace gala de ese componente genético blindado con buenas dosis de solidaridad “a la cubana”, y grita a todo lo que le alcanza su voz: “caballero, caminen, queda gente allá abajo”. Y comenzamos a dudar de nuestra prematura y espontánea felicidad. “Ni contigo ni sin ti”.

Pero digamos que es mejor con ellas. Partamos de esa tesis porque, en definitiva —aceptémoslo de una buena vez y pequemos de absolutos— a pesar de todos los dolores de cabeza, los problemas auditivos generados por los “responsables de sonido”, los dolores en las articulaciones y la vejez precoz que nos hacen padecer, ¿qué sería de nosotros sin ellas? Como suele decir mi madre, veamos, por hoy, las caras positivas del asunto.

Ante todo, siempre es un buen comienzo el “ejercicio matutino” que nos regala el chofer al hacernos correr tras ellas, una cuadra antes, una después. Lo que desconoce él es que la tarea impuesta ayuda a abonar el terreno para lo que viene después. Una vez dentro, terminamos la “sesión de gimnasia” con las acrobacias para sostenernos —sobre todo en el caso de los más pequeños—, evadir empujones, pisadas, “objetos extraños” que se intentan “colar” en las carteras, frenazos inesperados...

Sin embargo, como decía antes, mirándolo desde otra pers­pectiva, en esa extraña conexión amorosa que establecemos con las guaguas, terminamos apreciando en toda su magnitud el paisaje pintoresco de las muchas “Cubas” que existen, y los hombres y mujeres que la construyen; desde el médico con su bata que le cuelga al brazo, el periodista, el abogado, el obrero de la fábrica, el estudiante, el ama de casa… Una guagua es, en fin, ese cuadro social que una vez interpretado nos ayuda a entender algunas esencias perdidas y otras que nos empeñamos en ocultar, pero que están.

Sucedió hace muy poco. Un señor con su bastón trataba de librar la batalla entre los pasajeros arremolinados, para encontrar un asiento donde posicionarse. A la inercia de quienes ocupaban los puestos de los discapacitados, él respondió con la cautela, en tanto la presión de quienes nos pronunciamos por su causa pudo más.

Casi arrastrando su cuerpo logró sentarse; sin embargo, pocos minutos después, cuando una joven embarazada y su pequeño comenzaron el escabroso pesquisaje para encontrar un sitio donde sentarse, este fue el primero en intentar ofrecerles el suyo. Surgía entonces la duda, en medio de tanta indolencia y ante la actitud bondadosa del desvalido, en situación similiar minutos antes, ¿quiénes eran verdaderamente los discapacitados?

Estos primeros días del año me devuelven al recuerdo de un primero de enero en que otro hombre entrado en canas inició conmigo una rara conversación. “Este será un buen año, usted verá jovencita, muchas cosas buenas van a pasar”, me dijo inesperadamente, y siguió con su mente hundida en el espacio. Ese 2014 mi país despidió el año con el júbilo del regreso de sus héroes, y el deshielo de las relaciones con su vecino del norte.

Otro día, en plena tarde, los pasajeros, en acto de repudio, hicieron al chofer detener su guagua, hasta que de ella no bajara el “carterista” que había sido atrapado in fraganti con las manos en la masa, en la “cosa en sí”: el bolso de mi amiga. Gracias a un joven pudimos recuperar el monedero que se daba por perdido, y hoy por hoy poder hacer la historia es una de las experiencias que agradezco de la oportunidad de andar cada mañana en la búsqueda y captura de una guagua.

Así, muchas pudieran ser las lecciones que atrapamos en ese instante de camino a casa o al trabajo. Si solo nos concentramos en el calor, la muchedumbre, los infortunios, puede que obtengamos malestares; pero, si por casualidad dejamos a un lado el bendito libro que nos acompaña, y nos ayuda a veces a enajenarnos de ese en ocasiones inquietante camino, para mirar más allá de lo aparentemente visible, encontraremos experiencias de todos tipos y colores: desde análisis epidérmicos o muy sensatos de la realidad, hasta un gurú que vaticina los años buenos, o experiencias — positivas y negativas—, que nos ayudarán a seguir dibujando ese paisaje pintoresco del que solo somos una parte.

Al fin y al cabo, la que establecemos con la guagua es una conexión extraña y complicada, la de los amores difíciles, con la cual tenemos que seguir lidiando. Mejor hacerlo de buena gana.

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priton dijo:

21

12 de enero de 2016

04:57:38


Siendo Cuba un país donde el transporte público es indispensable para el traslado de la población da mucha tristeza e indigna que el problema de la guagua siga siendo eso: UN PROBLEMA y que se aborde de esta manera tan edulcorada. A dia de hoy dista mucho de solucionarse el tema de la disciplina tanto de los conductores como de los usuarios. Echo en falta aquellos tiempos en que a pesar del mal servicio las personas que subian a la guagua por detras pasaban "el medio" a la alcancia del conductor... y llegaba. Hoy dia la guagua es lo peor, conductores que ponen a todo volumen su musica estridente y de mal gusto, que van con su novia o amiga en el espacio reservado solo para el conductor y además estas personas hacen las veces de "cobradores", conductores y pasajeros que fuman dentro del vehículo en marcha y prestando servicio sin que nadie llame la atención ni se sancione esta conducta que además pone en peligro la seguridad y la vida de los pasajeros y demás usuarios de la via pública. En el estado verdaderamente ruinoso que se encuentran algunos vehiculos un pequeño escape de aceite o combustible puede ser el inicio de un incendio al caer la colilla del cigarro que lanza un indolente al suelo al pegar la ultima calada de su cigarrillo. Conductores que no devuelven las fracciones del peso cuando el pasaje cuesta 40 centavos ; en fin. Este artículo me da muchísima pena y me indigna que sea ese el tono para abordar uno de los problemas mas serios que tiene la vida del ciudadano común, de los trabajadores en Cuba

Chacal del Tapir dijo:

22

12 de enero de 2016

19:40:59


Lissy no le hagas casos a las criticas de algunos infortunados que no han podido enfrentar la realidad de la vida,escribe con esa juventud linda y se feliz,cuidate y superate cada mas.

Naruta dijo:

23

13 de enero de 2016

13:11:13


el problema es que diera risa o quizás se pudiera tomar con un sentido algo optimista si no estuviéramos tan cansados de lo mismo por tanto tiempo...

lili dijo:

24

14 de enero de 2016

08:39:02


hola lissy ,el articulo aunque algo ironico , esta a tono con estos tiempos . Realmente lo que pasa el cubanito de a pie com las guaguas es bochornoso ,agobiante ,stresante, ostinanteeeee , raya en la burgaridad lo que se ve dentro de esos aparatos viejos ,sin confort ,sin choferes con nivel de educacion e amor por lo que hacen (no generalizo),carteristas ,falta de educacion con algunas personas ,golpes ,empujes ,,ni hablarrrrrr mi diossss ..imagino que para ti es dificil ,por eso haces este articulo, cuyo tema de gracioso no le veo nada ,,,adaptarse a esta cosa horrible y verlo con sentido de humor me parece lastimoso para la estima del pueblo cubano , que tanto trabaja y se somete diariamente a otras multiples situaciones tambien agobiantes .....la solucion cualquiera la sabe ,es obvia ..mas no depende de nosotros .

Karel Respondió:


14 de enero de 2016

10:27:48

Lili, tiene Ud. razón en que el tono humorístico es lastimoso para quienes llevamos años cogiendo guagua. Pero, ¿cuál es la solución para esto que cualquiera la sabe? ¿Cuál es, Lili? Explíquese para entenderla. Saludos a los lectores.

Horus dijo:

25

14 de enero de 2016

09:44:26


Lissy: creo que el tema no deberías haberlo tomado tan a la ligera, ya que demuestras que no formas parte de esa gran mayoría que "sufre" para ir a trabajar, o a estudiar, o a un hospital, etc. Además, abordas la situación con un conformismo brutal, que si fuese generalizado, nos hundiría en vez de resolver nuestros problemas.

Joan dijo:

26

14 de enero de 2016

11:00:07


Yo no necesito recurrir a Carlos Ruiz... el recuerdo del Leyland Olympic de la 132 tomando izquerda en cuarta en el semáforo de Malecón y 23 a las 7:55 AM mientras yo estaba con mi espalda pegada a la puerta delantera es inolvidable.

Joan dijo:

27

14 de enero de 2016

11:11:21


Los carros bielorrusos que reincorporaron al PC debieran lavarlos BIEN por dentro, a ver si se les quita el hedor que tienen en la tercera puerta... aprovechen que está lloviendo para pasarlos por la fregadora.

aalfaro dijo:

28

14 de enero de 2016

13:52:21


Lizzi me reí mucho con tu artículo. Creo que las guaguas ya son partes de nuestras vidas, desde antes de nacer es posible que hayamos recibido algún golpecito estando dentro de ellas. El que diga que no tiene ninguna anécdota en una gugua, ese No es cubano.

Erduyn dijo:

29

14 de enero de 2016

15:23:54


El transporte de personas mediante las llamadas guaguas (locales), hasta nuestros centros de trabajos, casas u otro destino, realmente es una odisea, y realmente no es solo cosa de la habana, soy de provincia y aquí al igual que como se describe allá es igual de dificil, digamelo a mi que a diario las tengo que montar. Hace un buen tiempo no estoy por la habana, pero cuando la visitaba realmente no era muy placentero, ni cuando los camellos, ni ahora con lo nuevos onnibus. Esta es una situación que ya hace muchos años llevamos negativamente, desde el comienzo de los 90 y realmente a mi pesar no veo a corto plazo un mejoramiento real de la misma. No me molesta realmente la forma en que la periodista enfocó su discurso, las traji-comedias, las situacones inverosimiles que se reflejan en estos medios de trasporte son toda una historia, que podemos contar de diferentes formas, porque de igual manera existe una gran gama de colores exiten multiplicidad de maneras de contar algo...solo espero que en un futuro no tan lejano, podamos mejorarlas, que ir a nuestro trabajo, regresar a nuerta casa, ir a una cita no sea tan complicado.

vila dijo:

30

15 de enero de 2016

13:14:28


EN HOLGUIN CON LAS NUEVAS GUAGUAS Q ENTRARON POR SUPUESTO REFORZARON LAS MISMAS RUTAS LA DOS Y LA DIEZ, PERO NI DE LAS VIEJAS DE ESAS RUTAS REFUERZAN LAS DEMAS, POR EJEMPLO LA DEL AEROPUERTO UN RUTA TAN DIFICIL NUCA HAN PUESTO NINGUNA, PERO ADEMAS LAS POCAS Q HAY FALLAN EN INNUMERABLES OCASIONES, ESTANDO YO EN LA PARADA EL MARTES DE 5 A 7 MAS O MENOS Q PUDE IRME EN UNA GUAGUA DE AEROPUERTO PASARON 12 GUAGUAS DE LA RUTA 2 Y UNA ARTICULADA PARA LA MISMA RUTA LO Q CON UN RECORRIDO MENOR YA SE HACE INSOPORTABLE LA ZONA DEL AEREOPUERTO

FEBA dijo:

31

16 de enero de 2016

11:31:10


Periodista, coincido en parte con las criticas que le han hecho varios lectores, pero no en los que basan su opinion critica en su juventud. Ya no vivo en Cuba, una de las razones, las guaguas, Por eso le digo que apoyo en parte las criticas. Hace unos años, creo que en el 2008, leí un articulo en Juventud Rebelde muy simpatico sobre el tema de las indisciplinas sociales en todas partes incluidas las guaguas, le recomiendo lo busque para que saque experiencia de como tratar un asunto extremadamente molesto y no herir tanto la sensibilidad de los lectores. Sin embargo, usted escribe bien, logra comunicar. El que dijo que quisiera verla dentro de 20 años... Usted dentro de 20 años será mucho mejor articulista de lo que ya es. Valore las criticas que le hacen para que sea capaz de brillar todavía mas. Creo en los jóvenes, tienen todo el camino en el tiempo para aprender y ser mejores, adelante!

Javier dijo:

32

28 de enero de 2016

07:29:20


Debil articulo este.

Randy Respondió:


30 de enero de 2016

13:27:23

ESO ES PORQUE ELLA ES DE LA HABANA Y NO HA TENIDO QUE MONTARSE EN UNA GUAGUA EN GTMO EN LAS RUTAS DE MANUEL TAMES, JAMAICA, ARGEO MTINEZ O HONDURAS. QUE HAI SI SE PONE BUENO ENTRE EL CARTERISTA Y EL MAL OLOR DE LOS PASAJEROS

jorge monsalve dijo:

33

4 de febrero de 2016

13:49:40


Por favor de guaguas no me hablen, que hecho chispas. gracias.

ELP dijo:

34

4 de febrero de 2016

15:45:21


A ver, no creo que sea justo criticar con tanta mordacidad el trabajo de la joven periodista, a fin de cuentas ella solo está brindando un punto de vista distinto, otra visión, claro, le sugeriría que un tema tan sensible no lo enfoque tan a la ligera como si fuese una pincelada criolla. Ese día a día de la eterna espera en la parada y finalmente si logras montarte ir como sardina en lata soportando olores y sudores ajenos, para finalmente llegar a tu destino hecho un mascón maloliente; y a riesgo de que te hayan cartereado como le sucedió a una humilde amiga mía, trabajadora honrada que así perdió $ 500 más las llaves de su casa. Lissy, cosas como esa forman parte de la cotidianidad del cubano de a pie, que tiene que coger lo que venga porque sinó no se va, no es un "amor difícil", más bien es "obligado a karabina", si vas a escribir sobre algo tan peliagudo abórdalo con seriedad total, sin querer puedes herir sensibilidades. Suerte y éxitos en tu trabajo