ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Foto: Jorge Luis González

Mis recientes andanzas por varias provincias cubanas me sugieren a cada instante escribir las cosas vistas. A uno se le llenan los ojos de tanta belleza y quiere que la memoria guarde cada una de las maravillas que a lo largo de la Isla se pueden encontrar.

Sin que falten motivos para escribir sobre la majestuosidad de Camagüey o la elegancia de Santiago de Cuba, tras los merecidos afeites de sus 500 años, por solo citar dos ejemplos, será un sencillo mensaje, de apenas dos palabras el tema que engrosarán estas líneas.

En territorio guantanamero, entre tantas casitas, palmas y verdores pude ver, frente a una hermosa escuela, una valla enorme que decía: ¡Gracias, profe!

La aparente sencillez del texto, dirigido a todos los maestros a pesar de su expresión en singular, puede que pase inadvertida para muchos transeúntes, o para quienes lo leen en un dos por tres, al pasar, en un autobús cualquiera. Yo estoy entre los que ven en tanta simpleza un acto de virtud.

Muchos otros podrían haber sido los contenidos del cartel: frases célebres de tantos pensadores cubanos, fragmentos de poemas, consignas, en fin. Pero el elegido, construido desde el afecto que muestra la palabra acortada, y desde esa otra imprescindible que no les puede faltar a los hombres justos es harto elocuente, por ser de esas correspondencias que no deben enfriarse con el paso del tiempo.

De cuánto hay en lo que somos debido a la huella de los maestros cada uno podría hacer un libro. Nuestra propia historia no sería tal cual es si no hubieran quedado en nuestras vidas, no solo sus enseñanzas y buenos ejemplos, sino el tiempo que nos dedicaron, las charlas con que nos quisieron abrir los ojos, los regaños a tiempo, las observaciones sobre aquellos deslices que nuestros padres tal vez no pudieron advertir.

Eso en el caso de los buenos, pero hasta a aquellos que no lo fueron tanto, tenemos siempre algo que agradecer.

Por estos primeros días de septiembre, en que ellos vuelven a ser revelaciones, ya sea porque llegan a la vida de nuestros hijos o por nuestra propia superación profesional, revisemos conductas y miradas en torno al maestro, y actuemos bien.

Apoyemos sin escatimar esfuerzos cada una de sus orientaciones, hablemos de ellos frente a los niños con respeto, seamos cuidadosos al opinar en detrimento de él, porque es posible que la pasión nos haga defender a nuestros hijos, sin tener en cuenta las dos caras de una verdad.

Incluso cuando pensemos que está equivocado al tomar alguna decisión, o creamos que haya sido injusto, busquemos el mejor modo de hacérselo saber, sin que nuestros hijos nos vean actuar como gallos envalentonados para después recibir de ellos el mismo desacato con que nos vieron referirnos a los maestros.

Recordemos todo el tiempo que pasan los maestros con nuestros hijos, esos mismos que en un minuto nos pueden sacar de paso. No perdamos de vista que son muchas veces los confidentes a los que les comparten lo que nosotros ignoramos porque no tuvieron el valor o la confianza para hacérnoslo saber.

Que ese ¡Gracias, profe! sea un ritual de cada día, porque aquellos que participan en la educación de nuestros hijos necesitan miramientos.
Sumar a los maestros a la educación que les damos a nuestros retoños es no solo una actitud inteligente, sino inapelable. Que el “equipo” funcione en sintonía será una de las más grandes contribuciones para enrumbarlos hacia el mañana como hombres de bien.

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Kgbramirez dijo:

21

7 de septiembre de 2015

15:12:56


Tengo muy gratos recuerdos de excelentes profesores que me marcaron no solo por sus conocimientos , humanismo y amor a la patria Tambien otros que preferentemente no me hubiera gustado conocer.... Saludos y felicidades a esos maestros maravillosos que nos enseñaron con su ejemplo a ser mejores seres humanos y buenos profesionales.

Francis dijo:

22

7 de septiembre de 2015

15:23:53


“Gallos envalentonados” eso fue lo que me movió y no es mentira, así actúan una serie de padres hoy por hoy..”y si la maestra te dice XXX, tú le dices XXX!!!, en fin , la historia de nunca acabar. Recuerdo cuando mi maestra Carlota era una diosa y no odiosa para nosotros sus queridos estudiantes, ahora Carlota, viejita ya, no puede creer que todavía nuestro amor perdure por años. No se vayan a pensar, Carlota no era fácil, je,je, pero todos sus estudiantes hoy son profesionales y el que no quiso, fue porque decidió otra cosa para su vida, (que conste, que no esta mal), pero nadie guarda un mal recuerdo, lo contrario, nos educó-palabra de orden y lo hizo a conciencia, a través de su actuar y de su profesionalidad y a veces con buenos regaños. No quiere decir que tantos problemas sociales no nos toquen y nos “raspen la pintura”, pero no debe convertirse en la generalidad, es verdad profesores y foristas que hay “casos y casos” y que la educación como dice un amigo de sus hijas “Mis niñas son maestras emergentes, no, maestras instantáneas, imagínate”, pero todos sabemos el porqué de estas decisiones y maestras (os) emergentes, lo que hay es que hacerlo con amor y profesionalidad, de hecho además de los planes de estudio que tienen, se les facilitan otras oportunidades, y los hay excelentes y malos ¿Entonces....a que debemos esto? No olvidemos que las instituciones son las personas. La gente dice: “El círculo infantil X está malísimo o buenísimo” son las personas, no olviden eso, la calidad humana, saber si es ese o no el trabajo que quiero escoger, porque las carencias son las mismas en casi todos los lugares y ¿quién dijo que educar era tarea fácil? A veces no hay más nada y tenemos necesidad de trabajar, hay mucha tela por donde cortar, pero Madeleine, usted si va directo a las patas de los caballos, ja,ja,ja. Mis saludos. Joan: Ojalá tuviera gmx.com, colega. Un saludo especial para UD, porque me encantan sus comentarios, ya se lo había dicho, pero sé que da para más, estoy esperando ver cuando se forme de verdad la trifulca, je, je.

la cienfueguera dijo:

23

7 de septiembre de 2015

16:01:27


Estuve varios dias enferma y no leia el periodico pero ahora me incorporo y lo primero que busco es opinion y como siempre me encuentro los articulos de madelaine siempre tan bien llevados gracias por esta reflexion,mis primeros maestros los guardo en mI memoria como algo importantisimo en mi vida

mabelle dijo:

24

7 de septiembre de 2015

16:13:46


Gracias profe Madeleine. Siempre en el BUEN RECUERDO de sus alumnos, yo lo sé.

julio montano dijo:

25

8 de septiembre de 2015

08:21:27


excellent comentario madeleine ud tiene mucho talento y aplica adecuadamente la logica

k dijo:

26

8 de septiembre de 2015

12:27:46


también como tantos han dicho aquí reconozco que la mayor parte de mi formación actual se la debo a ellos y nunca me cansaré de agradecerles, por eso si en mi andar me cruzo con alguno de ellos, porque aun existen, siempre les agradezco y esa frase de gracias profe, no falta, es el agradecimiento eterno a ellos, hoy tengo la dicha de además de mi trabajo profesional, enseñar en las aulas y en el trabajo, lo mismo como tutor que como profesor y sí, recibo esas gracias de muchos, de otros no, pero esos que si reconocen la labor del maestro, compensan los que aun no se han dado cuento de lo importante que son nuestros maestros o profesores en cualquier nivel de enseñanza y les digo reconocer esa labor es tarea de todos.

Hallier dijo:

27

10 de septiembre de 2015

00:15:52


Maravillosa la claridad con la cual ubica el papel jugado por el profesor en el entramado social, figura por demás demeritada mediáticamente en México, felicito por ello una opinión tan certera.

Joan dijo:

28

10 de septiembre de 2015

21:32:04


Filomena: Aunque se dónde está la Valdés Rodríguez (nací en el Vedado), no sé dónde está la UIE, no vivo ahora en el Vedado, y no conozco sus características. Es cierto que en muchos casos hay quien se siente compelido a gratificar para obtener un buen servicio, a veces para compulsar a la obtención de la mejor calidad (¿o de favores?), aquella calidad que se debe entregar, aún sin gratificación, como mero ejercicio del deber. Incluso, a veces, para no ser "marcado por omisión", lo que es más triste aún, porque puede que haya quien honestamente no lo merezca y entregárselo resulta una simple medida evasiva ante posibles represalias, que así andamos. No creo que Madeleine intentara obviar la faceta negativa del fenómeno, ni tampoco que lo quisiera omitir, sinó simplemente recalcar la importancia que tiene este sector y lo justo que resulta reconocer su dedicación, al menos con un reconocimiento moral y público, como la valla, solución bastante barata, porque el reconocimiento material por este trabajo, con tanta trascendencia para cualquier sociedad civilizada, aún está por llegar. Lo cierto es que nuestros pequeños están en sus manos alrededor de ocho horas, y es en estas edades donde se forma el carácter, se comienzan a interiorizar principios éticos, y se aprende a discernir lo bueno de lo malo, tanto en el ámbito moral como en el material, indispensable para garantizar el futuro. Porque muchas falencias actuales parten del hecho que educar no puede ser misión, no es el ciego cumplimiento de un decreto, es ineludiblemente vocación. Instruir puede cualquiera, educar, solo un evangelio vivo. Muchos jovencitos que han tenido el coraje de pararse delante de un aula no han tenido la madurez necesaria para hacerlo debidamente y transmitir estos conceptos a sus educandos, pues su propia formación aún estaba inconclusa, aunque lo pareciera en el aspecto formal. Esto repercute en la formación de sus alumnos, fundamentalmente en el desarrollo de su imaginación creativa. Quien se aprende las cosas de memoria y espera que le pregunten exactamente lo mismo está repitiendo por enésima ocasión el experimento de Pavlov y la campanilla. A mi forma de ver es muy necesario no solo aprender formas de actuación y acumular conocimientos, sinó de ganar en capacidad de utilizarlos creativamente, para investigar y descubrir nuevos principios y nuevas soluciones. Esto es lo que nos ha ayudado a sobrevivir durante más de medio siglo y sigue siendo indispensable para salir adelante. Mis maestros en primaria, de los cuales aún guardo muy buenos recuerdos, fueron personas hechas y derechas, de más de treinta años, todos, y su mera presencia inspiraba respeto. Jamás hubo que regalarles ni un alfiler. José Manuel, Salazar, Marcelino... Elba en la secundaria, Herenia en el IPUH. Hubo otros, obviamente, pero los mencionados por sus nombres siguen siendo imborrables para mí. Y Francis, no, no soy gallito envalentonado, no me gusta ese rol, más bien, ya hace algunos cuantos años soy también de quienes pueden sufrir por su causa. Lamento que no me puedas escribir por ahora...

Karel dijo:

29

10 de septiembre de 2015

22:53:22


Luego de una debacle temporal, pero prolongada, del magisterio cubano (el único nivel que no decayó nunca fue la Universidad), se hace necesario insistir en la calidad de los profesores y en su preparación, tanto pedagógica, como de la materia, o las materias, que imparten. Luego de los tremendos tumbos dados con los "valientes" y con los "PGI", el magisterio cubano necesita una recuperación acelerada, para que nuestra Educación siga teniendo en el mundo el enorme prestigio de que goza. Sí, porque en el primer mundo capitalista hay dos o hasta tres sistemas de enseñanza, y el público es el peor (por muchos recursos que tenga, la educación pública capitalista va dirigida a formar solamente obreros y subordinados, no profesionales ni directivos, lo cual merece todo un artículo), y se ven cosas como que un adolescente cubano llegue como emigrado a un país desarrollado y al ser evaluado el resultado arroje tres años de adelanto con respecto al sistema de ese país. Eso quiere decir que el nuestro, a pesar de su recaída de más de dos décadas, se equipara en su nivel de preparación con la mejor, o cercana a la mejor educación privada de esos países industrializados. Podemos imaginarnos que sería si recuperáramos el nivel de preparación y de actualización de la década de 1980, pero traído al presente. Se puede, pero eso tiene también que pasar por financiar adecuadamente el magisterio, y eso tiene un nombre: ¡salarios! Salarios más reales. No hablo de saltos irresponsables de esos que sólo ponen más circulante en la calle, sino de un ascenso significativo y sostenido de los salarios de los profesores, que son quienes preparan el futuro de nuestro país. Y ahora que se avecina una avalancha de información, que no toda será positiva, más que nunca necesitamos un profesorado de alto nivel, para que nuestros educandos aprendan, sobre todo, a pensar por sí mismos y en profundidad. Saludos.

Karel dijo:

30

10 de septiembre de 2015

23:40:57


¡Ah! Se me olvidaba... También tengo mucho que agradecer a profesores en mi vida. No olvidaré nunca a Marina, profesora de letras de la Escuela Primaria Gonzalo de Quesada, en el Vedado, que nos inculcó el amor a la Historia Antigua y la literatura clásica. O mi profesora Gloria, de Zoología, en la secundaria Adelardo Rodríguez Mederos de la manzana de Gómez, que fue vital para que yo estudiara más tarde la carrera que hice. Y así varias profesoras y profesores a los que tengo tantísimo que agradecer y que no olvidaré nunca. Salud y cariño para todos ellos.

Blanca Rosa Franco Menéndez dijo:

31

11 de septiembre de 2015

09:03:00


Saludos a todos ,hoy abrí el Granma digital(no lo abro con mucha frecuencia por cuestiones de tiempo) y este atículo llamó mi atención , son necesarios muchos como este . Soy profe de muchos años de experiencia y pienso como todos , que la falta del reconocimiento social del maestro todavía es una falla.Aprovecho este espacio para decirle a los maestros que hay una forma de superar el desaliento ante la profesión muy eficaz y se llama conciencia de lo que hacemos , parece sencillo pero no lo es, ver la sonrisa de un niño que ha aprendido algo nuevo, el reconocimiento de la familia , encontrarnos en la calle con un profesional que ayudamos a formar y su alegria por vernos , no llenan nuestro estómago, pero confortan el espíritu para seguir.

mangel dijo:

32

11 de septiembre de 2015

11:14:58


¡Gracias, profe! Nadie se imagina lo que encierra esa frase en verdad encierra muchas cosas para el estudiantado en el mundo entero y el que tenga dudas Que Vea la pelicula La Maestrica del Barrio donde se hace alucion a un poema de Jose Marti,Una Rosa Blanca Yo en lo personal tengo que darle gracias de ser un profesional en mi vida a mi profesora y directora de la escuela primaria donde di mis primeros pasos de estudiante y al respeto que siempre le tengo a esa profesional de la Educacion La señora Altagracia Lancha directora de la Escuela Julio Antonio Mella de Guanabacoa y tambien al profesor de la secundaria Basica Agusto Cesar Sandino de Regla al profesor Joaquin Lopez Jurado ¡Gracias, profe! y a ud Madelaine muchas gracias por recordarle a uno los momentos felices que pasamos con nuestros profesores. Y el homenaje que debemos tener con nuestros queridos maestros Gracias

Teo dijo:

33

11 de septiembre de 2015

13:43:26


Una de mis primeras maestras se llamaba Marietta Rodriguez, creo...y era chiquitica y trigueña. Una especie de muñeca bonsai. Pero la cosa está, en que en aquel primer grado esa mujercita nos daba clases con títeres y nos enseñó a imitar voces, a hacer barcos de madera, y cuando se encabronaba nos hablaba en portugues. Por culpa de ella hoy imito voces, tallo madera y me gustan los idomas. He tenido buenos maestros y profesores, y los malos e injustos no los menciono aquí porque esto no es un juzgado, pero existen gente buena como Niurka Rodriguez, Belquis Antúan, Marlene Batista, Enrique Santiesteban y el profe Pratts en Los Pinos, Banes que daba las clases de física como si tuviese a Newton delante. Maestros que te cambian la vida para siempre y para bien. Cada vez que veo a uno en la calle le voy para arriba y lo despeino, lo abrazo y lo beso y le agradezco que en pleno período especial dió tanto como ningún otro. Y quisiera tener maestros así para mis futuros hijos...será posible o utopía?

Andrés Lau Quan dijo:

34

12 de septiembre de 2015

22:07:25


Muy necesario, muy veraz, muy estimulante.

Nuria dijo:

35

14 de septiembre de 2015

12:32:37


Made, mi comentario tarde pero seguro. Un artículo sensible y que desata polémica como he podido ver en los comentarios. La sociedad entera debe agradecer a los maestros y cuidarlos como se cuida algo que se quiere entrañablemente. Ellos son una parte importante en la creación de ese hombre nuevo con el que tanto hemos soñado.

Madeleine dijo:

36

14 de septiembre de 2015

13:41:15


Teo: Muy simpático y coloquial su comentario; muy bellas las vivencias y herencias que conserva de maestros que le dejaron su huella, y muy efusivo su comportamiento —“le voy para arriba y lo despeino, lo abrazo y lo beso y le agradezco”—. No será una utopía que los maestros de sus hijos sean así… nuestro sistema educacional se enrumba nuevamente hacia la excelencia, como siempre fue. Situaciones muy difíciles hicieron que la cantera del magisterio cubano se fragmentara y casi se pulverizara en pleno período especial, pero, ya son visibles los resultados de esta recuperación. SE han vuelto a crear algunas carreras pedagógicas que por circunstancias límites y alguna que otra mala visión, desaparecieron. Muchos de los llamados maestros emergentes, que con sus muchas limitaciones llenaron las aulas para que no cerrara una sola escuela, cursan hoy estudios de maestría, otros se han reorientado hacia otras actividades laborales. Hoy los maestros que están en nuestras aulas tienen una mejor preparación que la de aquellos años de crisis. La profesión enamora, y hay un vuelco a incentivar en los niños y jóvenes el amor por el magisterio. Para mí resulta gratificante que el artículo haya rendido homenaje a esos héroes del día a día, y haya movido a la reflexión en torno al comportamiento que debe tenerse para con el maestro.

Rafael Rodríguez Beltrán dijo:

37

16 de septiembre de 2015

08:52:44


Gracias Madeleine por la intención. Solo añadiría que los maestros necesitamos, en efecto "miramientos" y, para seguir la rima mejores "emolumentos".

Angel Labrada Quiala dijo:

38

16 de septiembre de 2015

22:31:57


Su artículo está muy interesante. Sería saludable que siga por ese hilo conductor. La formación vocacional en las instituciones educacionales es baja y ello prdría estimularla. La cobertura docente en algunos territorios no esta completa. Ello podría ser un incentivo y reconocimiento a los grandes educadores del país. Siga escribiendo que más tarde que temprano la sociedad se lo reconocerá.

Dalia dijo:

39

17 de septiembre de 2015

09:10:35


Madelaine, soy EDUCADORA por excelencia; primero fui edacadora de círculos infantiles, después profesora de una formadora de maestros, luego de un pedagógico y actualmente metodóloga en una universidad de ciencias médicas; ¿no sabré yo lo que significa esa breve frase? la cual he recibido de aquellos que fueron mis niños en el círculo, de los que hoy son ingenieros, médicos, abogados, maestros, etc., de los padres y madres de esos estudiantes, ese es el reconocimiento más grande que puede recibir un maestro, no digo que un regalo en un momento determinado no es bien recibido siempre que no sea con la intención de ser ¨un soborno¨eso si es denigrante para el espiritu, al docente ya el estado le paga su salario, que alcance o no todos sabemos que no, pero la profesión no debemos verla como algo lucrativo sino como algo gratificante, lo somos por amor, por convicción, yo también tuve muy buenos maestros a los cuales llamo de vez en cuando y le digo cúantos los quiero solo eso hace feliz a un PROFE que ama lo que hace.

Mirlén dijo:

40

17 de septiembre de 2015

13:52:35


Madeleine: Muy bueno su artículo, comparto su criterio de la importancia vital de los maestros para la vida de toda persona, pienso que todo el mundo tiene guardado en su corazón un recuerdo de por lo menos uno de sus maestros y para bien, y un agradecimiento eterno hacia esa persona, son además de nuestros padres, los que nos ayudan aprepararnos para la vida, y es muy importante y vital para el desarrollo de nuestro país y para la sociedad entera lo que usted hace referencia, de que el sistema educacional se está enrumbando nuevamente hacia la excelencia, después de perderse tantos valores, es dificil y va llevar tiempo, es una tarea de titanes, la cual debemos vencer, a pesar de todas las dificultades existentes. Gracias nuevamente por el diálogo con los lectores, es muy importante y estimulante, Que siga escribiendo artículos con esa calidad y tan importantes que se necesitan para poder transformar la sociedad para bien, de corazón muchas gracias.