ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

Querido Ernesto:

He estado a punto de escribir estas líneas muchas veces… pero los días que corren son apresurados, turbulentos, el tiempo pasa demasiado rápido. He querido contarte de esta generación, del país que dejaste atrás para conquistar otros mundos que solicitaban el concurso de tus modestos esfuerzos.

He estado a punto de escribirte Ernesto, para que me expliques, y le expliques a los míos, cómo se hace para dejar a un lado los intereses personales y enfrentarse a los males que tienen al mundo de cabeza. Para ser a la vez médico, filósofo, economista, patriota, poeta… y al mismo tiempo conjugar la más estricta rigidez ante los deberes, con la diversión y la broma inteligente. Para conocer cómo se puede llegar a percibir tan bien los más profundos sinsabores de la pobreza, y siendo un hombre asmático, imponerse a la enfermedad y subir las cumbres más altas.

¡Qué alta nos colocaste la vara de la estatura revolucionaria, Er­nesto! Y eso ha hecho a una generación entera seguir tus con­vicciones y tus ideas.
Quiero contarte que en Cuba seguimos construyendo el socialismo, el hombre nuevo, que dejaste las bases teóricas y prácticas sentadas, pero ha demorado el camino, porque mientras no estabas el pueblo ha tenido que enfrentar enormes obstáculos, y le ha tocado improvisar, aprender paso a paso, equivocarse, retroceder, recomenzar. Pero te gustaría saber, Ernesto, que sobre esas adversidades que la historia misma nos ha impuesto, no hemos hipotecado nuestra libertad.

No obstante, cuánta falta nos haría que hubieras logrado hacer aquel Manual de Filosofía que te propusiste en los últimos momentos de la vida, cuando te percataste que nada se había escrito en Cuba, salvo aquellos “ladrillos soviéticos”, como tú mismo les llamaste.

Es cierto que ha cambiado mucho la realidad que conociste, que al parecer la humanidad se vuelve por segundos un poco más materialista, los niños ahora juegan con aparatos sofisticados que los enseñan a matar, y se divierten. La ciencia avanza, y contradictoriamente, los hombres siguen apostando por la llegada del holocausto, sembrando guerras y hambre, en lugar de cultivar la educación, la cultura y las riquezas. Te entristecería saber, Ernesto, que vivimos el mundo de la agudización de la crisis del capitalismo, donde el 1 % de la población posee el 40 % de la riqueza monetaria del planeta.

Es cierto que los asesinos y terroristas pasean campantes por el mundo, y que hace poco en una Cumbre estuvimos frente a frente con aquel hombre que pretendió asesinarte en la escuelita de la Higuera. ¡Cuánta indignación sentimos!

Pero en medio de esas circunstancias, en Cuba una generación entera sigue encontrando en la idea del bien que tú inculcaste, en la pasión por la lucha contra la injusticia que conociste en los pueblos de Latinoamérica, el sentido de su vida.

Quiero recordarte las palabras de Fidel el 17 de octubre de 1997 cuando se dirigió a tu pueblo en medio de la tristeza: “Bienvenidos, compañeros heroicos del destacamento de re­fuerzo”. Eso eres para esta generación Ernesto, el refuerzo, la guerrilla imperecedera.

He estado a punto de escribirte para que sepas que conocí cómo fueron esos días antes de partir de Cuba, cuando ya convertido en el viejo Ramón te trasladaste a una casa de seguridad en La Habana y pediste ver a tus niños, a quienes fuiste presentado como un “amigo uruguayo de su padre”. Y cómo en medio de las jugarretas de los pequeños Aleidita se dio un golpe en la cabeza, y tú la atendiste. Poco después ella le dijo a su madre: “Mamá, este hombre está enamorado de mí”. ¡Cuánta ternura encerraría tu atención y cuidado!

Hubo una vez que te robé los versos que le enviaste a tu amada Aleida: “…no tiembles ante el hambre de los lobos / ni en el frío estepario de la ausencia”. No pude aguantarme, y te robé también aquella dedicatoria, y de igual forma tuve que hacerlo cuando en clases una profesora pidió hablar de la importancia de la educación: “Podemos intentar injertar el olmo para que dé peras, pero simultáneamente hay que sembrar perales”.
Quisiera escribirte más, tendría mucho que contarte, por ejemplo, que hoy estamos rindiéndote homenaje, aunque tal vez como dijiste un día, solo quisieras que te recordemos “de vez en cuando”. Pero resulta imposible hacerlo, porque en la marcha de nuestras vidas, fluyen de forma cálida tu espíritu, tu virtud, y tus ideas.

Cuente con esta generación que usted ayudó a formar sin duda alguna, Comandante. Cuente con que el hombre nuevo que fue en sí mismo se multiplica en cada uno de nosotros, y que no dejaremos derramar la sangre de la Patria, mientras usted esté vivo. Como siempre.

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Pedrito Guzman dijo:

21

14 de junio de 2015

19:52:56


Lissy con esta carta al Che nos muestra que su ejemplo y su pensamiento han dado sus frutos. Eres una hija meritoria e inteligente de la Revolución.

York-Barón dijo:

22

15 de junio de 2015

00:29:40


Es muy estimulante ver como una JOVEN, de la nueva generación expresa esos sentimientos, que dirán los que se pasan el tiempo diciendo que la juventud y que la nueva generación están perdidas.......podres huérfanos de pensamiento, podres por no poder comprender los nuevos tiempos y querer juzgar a nuestros jóvenes, el Ché "ERNESTO"es un símbolo para las actuales y futuras generaciones no solo de los cubanos pues él tiene una dimensión universal, Gracias LISSY

Joseph guzman dijo:

23

15 de junio de 2015

03:26:20


magnifica idea y misiva al Che!

Laines dijo:

24

15 de junio de 2015

10:58:58


me gustó muchísimo tu carta, me conmovió mucho, quiero ver la forma de enviársela a unos amigos que son extranjeros y tienen un Comité de solidaridad con Cuba en el exterior, su figura insigne es el Ché.

María Elena dijo:

25

15 de junio de 2015

13:32:41


Precioso tu artículo. Me caló muy hondo. Eso demuestra que hay muchos jóvenes que defienden lo sembrado por el Ché. Felicidades Lissy, aplaudo tu artículo, con éste demuestras que aún está vivo entre nosotros y lo seguirá estando por muchos siglos.

Jaime dijo:

26

15 de junio de 2015

15:34:27


Ernesto, como el Cid, sigue ganando batallas, su espiritu està en la victoria contra el apartheit, en la victoria contra el ebola y de de los millones de hermanos salvados por las brigadas médicas, hasta la victorioa, siempre.

Kgbramirez dijo:

27

15 de junio de 2015

15:40:58


Muy hermoso homenaje,sentido y comprometido,llevo su ejemplo en la mente y el corazon. Felicidades.

Néstor del Prado Arza dijo:

28

17 de junio de 2015

12:23:05


Lissy: Felicitaciones de razón y emoción. Ojalá que haya oídos receptivos que sean capaces de utilizar esta excelente inciativa tuya. Tus paellidos coinciden con los de nuestro héroe Tony Rodríguez Guerrero. ¿Es casual o causal?

ErnestoHR dijo:

29

17 de junio de 2015

14:44:24


Bonitas palabras Lissy. Yo soy un Ernesto nombrado en honor al Ché. Un Ernesto que se marchó de Cuba y que, después de haberlo venerado, un día dudó de sus ideales e intenciones. Pero el mundo da vueltas y la madurez llega. Hoy puedo ver la esencia de su idea más clara que nunca. Tiene razón Orlandob en su comentario... el Ché sembró hondo la semilla.

Julio Cesar dijo:

30

17 de junio de 2015

19:26:51


A ti, te agradesco por tus sentidas expresiones, llore un poco tras leerlas, probaste que lo llevamos dentro. A el, de corazon, !!!GRACIAS POR EXISTIR!!! el CHE, o SAN ERNESTO,como lo llaman en la Higuera, sera siempre luz que nos guie y lazo que nos une.!!!HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!

giselle dijo:

31

18 de junio de 2015

14:18:24


muy bueni lissy

Rodolfo Almeyda Leyva dijo:

32

18 de junio de 2015

16:57:21


Lissi, un abrazo, Che dijo que los jóvenes de tú tiempo serian los que enarvolarian las banderas, que bueno que así sea; a la larga triunfara el amor, porque en la tierra hay más flores que serpientes. aquí estamos haciendo lo que nos toca por el compromiso con su legado. HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.

Mario dijo:

33

24 de junio de 2015

15:28:22


Espectacular, hermoso. Felicitaciones Lissy desde Argentina, la Patria del Che.

duniesky dijo:

34

25 de junio de 2015

12:25:37


Lissy tu artículo me encantó está lleno de un enfoque diferente, propio, especial acerca de un ser diferente, de carne y hueso es verdad (mientras su existencia terrenal fue palpable), pero en resumen un ser especial, diferente también, alguien que era capaz de sentir y expresar con firmeza la cualidad más bonita de un revolucionario, que es aquella que le permite sentir en carne propia la vejación o humillación que sufra el ser aparentemente más insignificante en cualquier parte del mundo, el CHE estaba lleno de esa cualidad, rebosaba de ella, alguien se ha detenido a pensar el valor del que él tuvo que llenarse y el dolor que tuvo que soportar para dejar atrás a los que más amaba, para renunciar a ver a sus hijos crecer, para cuidar de su educación sobre todo a partir de ese último día que estuvo con ellos haciéndose pasar por un extraño y todo por el bien mayor que era luchar por el bienestar de los demás, para pasar vicisitudes y necesidades de una vida que el conocía muy bien, para entregar su valiosa vida por la libertad de esa América Latina que por fin lo está escuchando, para dar rienda suelta a ese sentir bajo sus talones del costillar de Rocinante, para escuchar el reclamo de los desposeídos del mundo que requerían el concurso de sus modestos esfuerzos, para abonar con su sangre el afán de libertad de los pueblos. Yo que no había nacido cuando el murió, y que por tanto físicamente no lo conocí sentí un nudo en mi garganta la única vez que he podido visitar el memorial del CHE, el nicho donde están guardados sus restos, ahí no es necesario que le digan a uno que no se pueda hablar, porque sencillamente es imposible hablar, ese lugar parece mágico y sinceramente sentí envidia de los que ahí trabajan. Lissy tu artículo le rinde un homenaje más que merecido a ese ser que Cuba acogió en su seno y que con el dolor de su alma le dejó partir, a ese ser que hoy nos es tan necesario y que renace en nosotros cuando nos superamos a nosotros mismos y nos enfrentamos con valor a las adversidades y a lo que consideramos injusto, arbitrario, fuera de contexto. Lissy donde quiera que el Che esté, tendrá que dejar apartada a un lado por un breve momento su modestia y como un simple espectador expresar su aprobación a tu reseña con un aplauso, dos aplausos, cientos de aplausos porque realmente mereces muchos más. No dejes de escribir así pues son cosas que alivian el alma y demuestran que la semilla que él sembró germina y se mantiene a flote contra esa asma de la indiferencia, el CHE tiene mucho que hacer todavía

MIRIHAM MIYAR dijo:

35

11 de julio de 2015

19:32:47


LISSY NO TENGO PALABRAS COMO EXPLICAR TU CARTA A ERNESTO SOLO SE ME OCURRE DECIRTE QUE ESTOY EMOCIONADA Y ES CIERTO QUE FLUYE SU ESPIRITU AQUI DONDE VIVO LO TENGO PRESENTE EN UNA DE SUS FOTOS GRACIAS POR ESE ESCRITO MIRIHAM

WILMER FGUERA dijo:

36

21 de julio de 2015

14:29:27


Saludo muy hermoso, impulso para seguir construyendo el socialismo