ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

“Cuando iba acompañado, a cualquier lugar, de algunas de las jugadoras, me sentía y me siento un hombre fuerte, sin temores, seguro”. Él, quien era el mejor del mundo en su profesión, fue todavía más grande como padre.

Hablaba despacio, como si las palabras no las dijera, sino las escribiera. Sus labios parecían tocar cada frase para que se escuchara más clara y, aunque fuera un regaño, quedara co­mo una lección. Construyó la obra más grande que ha dado el voleibol mundial, nadie obró el milagro de tres medallas de oro olímpicas consecutivas. Él las fundió gramo a gramo.

Tener hijos no lo convierte a uno en padre. Él nunca tuvo uno biológico, sin embargo, sus alumnas, las campeonas olímpicas, mundiales, panamericanas, centroamericanas y del Caribe, de los torneos Grand Prix, las invencibles Morenas del Caribe, lo tuvieron, sintieron y amaron como un verdadero papá. Eugenio George es de esos padres de familia verdaderamente felices, a los que nunca se les encuentra en los bares, siempre está con sus hijos, con ellas.

Si alguna enfermaba, él mismo se la llevaba a su casa, la cuidaba, la mimaba, y hasta que no estuviera bien no se incorporaba plenamente al grupo. Su vida fue un desvelo permanente, porque no solo las hizo campeonas, sino mujeres.

“A los entrenadores no los puede sustituir nadie, ni en la formación deportiva, ni en la educativa. Yo preparaba a un grupo de jóvenes para jugar voleibol, para que fueran el mejor equipo del mundo. Pero no podía olvidar que eran mujeres, y tenía que educarlas como tal. No solo las enseñábamos a caminar para que siempre se vieran elegantes, femeninas, atractivas, sino también a conducirse en un salón de recepción, en una entrevista de prensa, en una conversación con cualquier personalidad, las costumbres de los diferentes países que visitábamos, a compartir una mesa preparada para un banquete. Aunque aprendieron más rápido el voleibol, puedo decir que en estas otras facetas, hay verdaderas damas. Me siento muy orgulloso de cada una de ellas, de lo que fueron y de lo que son, de lo que le dejaron a la historia de este deporte y de nuestro país”.

Era muy riguroso en los entrenamientos, les exigía al máximo cada minuto en el gimnasio. “Les subíamos la net hasta dos metros y cincuenta centímetros, 26 más que la reglamentaria, y tenían que hacer constantes ataques y bloqueos, en el orden físico resultaba casi un reto estresante, pero en el psicológico las estábamos preparando para desmontar cualquier desventaja, para un quinto set; formábamos allí los rasgos volitivos que vimos, por ejemplo, en la medalla de oro de Sydney 2000, después de perder los dos primeros parciales ante un rival tan potente como Rusia”.

Fueron aquellas dinámicas, preñadas de valores, las que dieron la presea dorada en los Juegos Panamericanos de 1983, justo cuan­do al elenco femenino le nació una nueva es­trella, Mireya Luis, quien sería su capitana por 18 años. Al decir del propio Eugenio, el equi­po estadounidense era superior técnica y tácticamente, pero él preparó el partido en ese terreno psicológico, de gran exigencia física, ya con la voluntad de sus voleibolistas a toda prueba, porque lo había diseñado en muchas horas de preparación.

Contaba que unas semanas después de aquella medalla de oro en Caracas, iba entrando al Coliseo de la Ciudad Deportiva con su compañero Antonio “Ñico” Perdomo y en ese momento llegaba a la instalación el entonces ministro de las FAR, hoy Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz. Su modestia lo dejó fuera de esta escena:

“Por alguna razón me quedé rezagado, no sé si fue por pena, o timidez, pero me quedé detrás. Sin embargo, pude alcanzar a escuchar a Raúl decirle a Ñico: ¿ustedes saben que Fidel nos llamó a todos para que viéramos el juego? Y nos dijo mientras se desarrollaban las acciones en la cancha: miren, así es como se combate”.

Vivió junto a sus hijas intensas emociones, como las de los olímpicos de Atlanta, en 1996, cuando brasileñas y cubanas dieron uno de los mejores juegos de la historia y luego de un nuevo triunfo los ánimos se caldearon muchísimo.

“Yo no creo en la violencia en el deporte. No creo que la guapería tenga nada que ver con el coraje, con el esfuerzo y la entrega que se ponen en pos del triunfo, mucho menos con las convicciones de victoria de un colectivo. Esa violencia o guapería no trae aparejados los argumentos de preparación, ni en el orden físico, ni en el táctico. Nunca vencimos a ningún equipo porque le gritáramos o le ofendiéramos. Los respetamos a todos, por eso pudimos derrotarles. Ni en las victorias más aplastantes fuimos descorteses con el vencido, entre otras cosas porque eso también se prepara en el entrenamiento”.

Fue una de las grandes lecciones que les dejó a todas, la de poner por delante de cualquier título individual, el de su colectivo: “Mon­tábamos un escenario de juego, como si fuéramos a enfrentarnos a un equipo todos estrellas del mundo, y le pedíamos a las jugadoras que frente a ese rival, con cuáles atletas nuestras abriría de regular, y cuáles eran los cambios. Entonces ellas armaban su equipo y era muy difícil que cada una no pusiera a la mejor en cada posición. No solo nos ayudaba a la comprensión de cómo se le debía jugar y con quién, a un elenco de mucho nivel, sino que mostraba la honestidad, el respeto por la compañera, aunque la que escoge el equipo se quedara fuera, sin poder representar al país. Las jugadoras nos enseñaron mucho con esa práctica. Creo que el día que no aprendamos algo o no busquemos aprender algo, es un día que no se merece vivir”.

El padre de las Morenas del Caribe las llenó de valores, esos que se escucharon en las palabras de Mireya Luis al despedirlo el pasado 1ro. de junio. “No sé cuánto lo quiero… lo siento como un padre biológico” y el llanto la ahogó. Eugenio nunca les hizo ni siquiera sollozar, porque cumplió esa máxima matemática de Pitágoras “Economizad las lágrimas de vuestros hijos, para que puedan regar con ellas vuestra tumba”. Hasta ella fueron sus hijas a llorarlo y a seguir aplaudiendo a su padre.

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patricio perucho dijo:

21

14 de junio de 2014

09:52:25


Ese hombre fue un gran entrenador de voliball para Cuba y para el mundo, debia estar en su salon de la fama Si se hubiera dedicado al voliball professional hubiera sido millonario. Dios lo tenga en la gloria

Miguel dijo:

22

14 de junio de 2014

11:03:57


Concuerdo con todos los criterios emitidos y considero que el INDER debería crear de un sitio (Coliseo, estadio u otro) con el nombre "Eugenio George" para limpiarse un poco de la pobre significación que le rindió al Mejor Entrenador del Siglo XX y así rendir homenaje eterno a este grande. Gracias Mireyita por tu comentario y a Idalmis Gato por estas palabras.

Guillermo Zayas Barrera dijo:

23

14 de junio de 2014

11:28:57


ADMIRABLE.SU RESPETO Y CONSIDERACION HACIA ESE GRAN HOMBRE NOS HONRRA COMO CUBANOS AL PODER DIGNIFICAR TODA LA GRANDEZA DE EUGENIO.SU ARTICULO ES TAMBIEN UN TRIBUTO A LOS PADRES. GRACIAS.

Oscar Sánchez Serra dijo:

24

14 de junio de 2014

19:08:28


Gracias a todos por las felicitaciones que nos hacen llegar, pero al que tenemos que agradecerle es a él, por esa vida que nos regaló o que nos dejó, porque Eugenio va en cada uno de nosotros, que tenemos la misión de no dejarlo morir. Comparto con quienes han escrito y con los que no lo han hecho, que cuando escribí ese texto siempre tuve un nudo en el pecho, los ojos húmedos. Y por lo que han escrito en nuestra página, me siento muy feliz porque ustedes estaban en ese momento en que escribía. Muchas Gracias Oscar Sánchez Serra

mireya luis dijo:

25

14 de junio de 2014

23:04:57


Gracias Oscarito!

Dionisio Zaldivar Silva dijo:

26

15 de junio de 2014

07:17:12


Oscarito excelente articulo y se lo recomiendo a todos los que tienen la responsabilidad de educar desde el deporte.

Lazaro dijo:

27

15 de junio de 2014

19:52:02


Formidable artículo. Cosas así son necesarias que se publiquen de quienes dejan una huella en nuestro pueblo. Honor a quien honer merece. Felicidades Oscar por darnos la posibilidad de leer buenos escritos en nuestra prensa.

Javier Redoano dijo:

28

16 de junio de 2014

07:16:49


Siempre recuerdo esa final olímpica con Rusia en 2000. Después de perder el segundo set y quedar 0-2, el entrenador les dijo que no pensaran en el título sino que jugaran para divertirse como si no fuera una competencia. Y lograron el milagro. Fue emocionante la forma en que lograron dar vuelta ese partido.

Odalis dijo:

29

16 de junio de 2014

10:01:07


Felicidades al autor Oscar por este material tan bonito e interesante. Mis saludos

Virgen dijo:

30

16 de junio de 2014

10:50:12


Excelente artículo. Les sugiero que se lean el libro El Genio triunfador de Eugenio George del autor Juan Velázquez Videaux. Hermoso libro y para los que son entrenadores de voleibol les puede servir de mucho

Yuliet Hernández dijo:

31

16 de junio de 2014

15:15:53


Las lágrimas, emociones, la felicidad que nos han dado nuestros deportistas, son el fruto del trabajo día a día de ángeles como él. Me siento orgullosa de ser cubana y donde quiera que este pongo en alto el trabajo y la dedicación de todas las personas que dan todo de si para lograr los sueños de los demás. En cada cubano estará por siempre la obra magistral del gran maestro del voleibol.

Eisy Mercedes Infantes Perez dijo:

32

16 de junio de 2014

19:07:20


Hermoso y conmovedor este articulo, la genialidad de Eugenio perdurara por siempre en la memoria de las presente y futuras generacione sde cubanos, es uno de los grandes de la historia del deporte cubano, un hombre extraordinario no muere nunca vive por siempre en nuestros corazones

Orlando dijo:

33

17 de junio de 2014

04:49:32


Me sumo al dolor de tantos cubanos y deportistas por esa gran perdido del deporte: El gran "Eugenio". Gracias, Oscar, por tu brillante artículo, has mencionado su maestría de entrenador y su calidad humana con las jugadoras, capaces de arrancar las lágrimas a los más insensibles seres humanos.

alberto lescaille dijo:

34

17 de junio de 2014

07:38:39


de nuevo pitagoras. Oscar ni cite más los clásicos sin sentido, sin venir al caso. El periodismo cubano tiene que aprender a no usar más citas ni parrafadas de nadie para ser periodismo. Es ya la hora... y no lo dijo el bueno de Pitágoras que se estaría revolviendo en la tumba ante tanta frase suya citada de contexto. por otro lado la nota tiene demasiado amaneramiento en la escritura y demasiados giros cursis y sensibleros.De todos modos es válido el intento de recordar a Eugenio, que dios lo tenga en la gloria del volly

jade dijo:

35

17 de junio de 2014

11:36:55


Excelente articulo Oscar, el merecido para Eugenio George, gracias Idalmis, y Mireya, aun el INDER NO RESPONDE, NO HACE NADA, Alberto Lescaille, desaparezca hagame el favor

camilo dijo:

36

17 de junio de 2014

12:20:45


Al Sr. Alberto Lescaille: En mi opinión, dado el tema que se aborda (homenaje a Eugenio George), y cómo se aborda, no es el momento ni el espacio para una crítica como la suya. Lo que debe preocuparle a usted como periodista que parece ser (o crítico de periodismo), es el silencio de los medios de comunicación (prensa escrita, mesa redonda), y de otros cronistas deportivos, muy notorios en otras ocasiones pero ahora mudos....ante tanto clamor de tantísimas personas que están verdaderamente airadas, escandalizadas y atónitas ante la falta de respuesta oficial (INDER, y quizá más allá) sobre lo que se consideró una falta de consideración y de respeto a Eugenio George (lea comentarios de los lectores, centenares de ellos, en CUBADEBATE), y sobre todo, constituye una falta de respeto a los valores que él representó (humildad, consagración al trabajo, su humanidad). Eso es a mi juicio, lo verdaderamente preocupante de esta historia.

REY dijo:

37

17 de junio de 2014

15:50:27


Conoci a Eugenio George por haber sido alumno de la ESPA Nacional cuando el entrenaba a las que aun no eran las Morenas del Caribe. Con profundo dolor recibi la noticia de su fallecimiento, pero si dolor me causo su fallecimiento, mucho mas dolor me causo el silencio evidente que lo siguio, solo sus fieles morenas y sus mas humildes seguidores hablaron de el, como se habla de un HEROE, sin que lo haya pretendido ser. Pense comentar el escrito que lo considero el homenaje escrito mas apropiado que se ha hecho a este grande del voleiball mundial. Me sumo a los comentarios de Mireya Luis, Lourdes Gato y Camilo.

JM dijo:

38

17 de junio de 2014

18:00:47


PUES NADA CABALLERO QUE PARECE QUE ESTE TEMA AÚN SIGUE SONANDO A PESAR DE QUE YA HAN TRANSCURRIDO MUCHOS DÍAS DEL SUCESO PERO NO POR ELLO DEJA DE SER IMPORTANTÍSIMO EN DÍAS RECIENTES PUBLIQUÉ UN COMENTARIO BASTANTE FUERTECITO SOBRE EL ASUNTO POR ESO AHORA NO HARÉ NINGUNA REFLEXIÓN AL RESPECTO SOLAMENTE FELICITAR A OSCAR SÁNCHEZ SERRA POR SU MAGNÍFICO ARTÍCULO..................!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Edgar dijo:

39

18 de junio de 2014

08:11:57


Excelente articulo. Me ha dado mucho placer leerlo.

Jorge Luis Martínez dijo:

40

19 de junio de 2014

11:48:33


ME dolio mucho cuando me entere de la noticia acerca de ese gran maestro del voly en el mundo , tuve la oportunidad de conocerlo hace dos Años atras, estoy orgulloso de ver conversado en su oficina, ya que ese poco tiempo me marco para toda la vida, yo lo quiero y lo admiro y siempre estuve atras de la noticias de el , nu tuve la oportunidad de conocer ese día a Mireya pero talves algun día pueda verla soy fan a su persona , esas palabras DE LA MORENA AL ENTIERRO de Eugenio que le dedico me conmovio mucho.