ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Gráfica elaborada por la Cepal, tomada del informe La sociedad del cuidado: gobernanza, economía política y diálogo social para una transformación con igualdad de género. Foto: Archivo

La región de América Latina y el Caribe (ALC) deberá encarar en los próximos años mayores demandas en la esfera de los cuidados, lo que podría agudizar carencias de diversa índole en escenarios de pobreza.

Factores como el envejecimiento poblacional, las tendencias epidemiológicas y los efectos del cambio climático, denotan la magnitud de los desafíos, de acuerdo con evaluaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Las tensiones demográficas están asociadas, además, a la reducción de los índices de mortalidad y fecundidad, advirtió el organismo de las Naciones Unidas en el informe La sociedad del cuidado: gobernanza, economía política y diálogo social para una transformación con igualdad de género.

Durante los últimos 70 años, la esperanza de vida en ALC avanzó de 48,7 a 75,9 años, reveló el documento, preparado para la más reciente conferencia regional sobre la mujer, que sesionó en Ciudad de México del 12 al 15 de agosto de 2025.

Por el contrario, la tasa global de fecundidad bajó de 5,8 a 1,8 hijos por mujer, aunque el descenso no fue homogéneo al comparar las subregiones, los Estados y los territorios del área.

Según la indagación, la cantidad de habitantes de 65 años y más pasó de menos del 5,0 % de la población total en 1980 al 10,0 % en 2024, y se estima que, en los próximos 25 años, podría duplicarse hasta alcanzar el 18,9 % en 2050, equivalente a 138 millones de personas.

El proceso de envejecimiento comenzó desde antes en la zona del Caribe. El 15 % de sus habitantes tiene hoy en día 65 años de edad o más, lo que supera la tasa promedio de Latinoamérica, situada en 10 puntos porcentuales.

Durante la última década creció en ALC la proporción de sujetos de la tercera edad que viven solos y en hogares compuestos únicamente por ancianos, confirmó la fuente.

Si bien las necesidades de cuidados de largo plazo pueden surgir en cualquier momento de la vida, el envejecimiento masivo acrecienta las exigencias individuales y colectivas.

Otras cuestiones que complican la situación son las incidencias de las patologías crónicas y limitantes, así como los patrones culturales discriminatorios, los cuales atribuyen a las mujeres las principales responsabilidades en la atención de niños, ancianos y enfermos.

A escala regional, las prestaciones se concentran de manera habitual en las viviendas y las familias, mientras que la oferta pública y de mercado es insuficiente y fragmentada, juzgó la Cepal.

«Las mujeres –indicó el reporte–, que asumen mayoritariamente el trabajo de cuidado no remunerado, afrontan una sobrecarga adicional en contextos de desastres, escasez de recursos o desplazamiento forzado, lo que repercute directamente en su salud física y mental».

Las olas de calor, la contaminación ambiental y los fenómenos meteorológicos extremos afectan en especial a infantes, adultos mayores y enfermos, quienes necesitan asistencia para enfrentar estos riesgos, abundó el examen.

Al mismo tiempo, los efectos del cambio climático sobre los sistemas de Salud y la seguridad alimentaria pueden agravar enfermedades preexistentes y generar nuevas necesidades de apoyo y cuidado.

A medida que la crisis ambiental se intensifica, hay que fortalecer los sistemas de cuidado y garantizar recursos suficientes para atender a la población afectada, recomendó el organismo.

También, advirtió, «los flujos migratorios continuarán reconfigurando las sociedades de la región en las próximas décadas, lo que exige realizar análisis anticipatorios que permitan diseñar políticas que se adapten a las nuevas realidades del cuidado».

En el Caribe, el envejecimiento demográfico más avanzado se relaciona con las tasas netas de migración negativas observadas en la mayoría de los países y territorios de la subregión. Ello indica que la emigración supera a la inmigración, en particular entre los jóvenes, ilustró el pronunciamiento.

De acuerdo con la investigación, las inversiones en sistemas integrales de cuidados, articuladas con políticas laborales adecuadas, pueden contribuir a reducir las brechas de género en el empleo, mejorar los niveles de productividad y elevar la recaudación fiscal.

«La sociedad del cuidado es un horizonte a nuestro alcance si movilizamos los recursos apropiados y reconocemos la interdependencia entre el bienestar individual, colectivo y ambiental como base de un desarrollo verdaderamente sostenible e inclusivo», apuntó el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs.

COMENTAR
  • Mostrar respeto a los criterios en sus comentarios.

  • No ofender, ni usar frases vulgares y/o palabras obscenas.

  • Nos reservaremos el derecho de moderar aquellos comentarios que no cumplan con las reglas de uso.