Ramala- El barrio de Zeitoun, el más grande y densamente poblado de la ciudad de Gaza, es blanco de una escalada sin precedentes de bombardeos y ataques de artillería israelí, denunciaron hoy sus habitantes y organismos palestinos.
La campaña provocó la destrucción generalizada de viviendas e infraestructura, y la muerte de decenas de personas, incluidos niños y mujeres, detalló la agencia de noticias Shehab.
Según el medio, más de 400 viviendas fueron destruidas en apenas tres días, muchas de ellas con personas dentro.
Salimos corriendo antes del amanecer con los niños, sin nada que llevar, las balas nos cubrían la cabeza y los bombardeos sacudían el suelo, relató Umm Raed, de 45 años.
«Dejamos los restos de la casa y todo lo que teníamos. Los aviones volaban sobre nosotros y los vehículos se acercaban. Sentí que moriríamos si nos quedábamos un minuto», contó, por su parte, Mohammed, que prefirió no divulgar su apellido por motivos de seguridad.
Sahar, de 29 años, afirmó que la situación era aterradora debido a las inursiones castrenses.
Llevaba a mi hija en brazos y caminaba sobre cristales y escombros, mientras nos rodeaban el humo, el fuego y el sonido de las explosiones, indicó.
Samir Zaqout, subdirector del Centro Al Mezan para los Derechos Humanos, alertó que el ataque contra Zeitoun es el último episodio de la guerra de genocidio impuesta por el gobierno de Benjamin Netanyahu contra la Franja de Gaza.
Zaqout advirtió que el Ejército aplica una política de tierra arrasada mediante masacres, la destrucción de infraestructura y el uso del hambre y de la ayuda humanitaria como arma.
«En Zeitoun estamos presenciamos una limpieza étnica, desplazamientos forzados y una destrucción sistemática que está volviendo la zona inhabitable. Esta escena se repite de un barrio a otro», recalcó.
En similares términos se pronunció Mahmoud Basal, portavoz de la Defensa Civil en la Franja.
Los sucesos en Zeitoun constituye un genocidio sistemático llevado a cabo por las fuerzas de ocupación, expresó.
El activista consideró que la ofensiva forma parte de un plan integral para destruir completamente la ciudad de Gaza, tras la orden de Netanyahu de reocupar el enclave costero.
También el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos acusó a los militares israelíes de arrasar el vecindario.
Ante esa situación, instó a la comunidad internacional a ejercer toda la presión posible sobre Israel para obligarlo a detener su «campaña de hambruna e impulsar de inmediato el restablecimiento del acceso humanitario y el levantamiento del bloqueo ilegal».
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