ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Línea de ensamblaje en una planta de YTO Group. Foto: Pérez López, Yesey

Luoyang.–Desde el primer tractor chino, que hoy ocupa un lugar destacado en un museo, hasta sus modernos sucesores, recién salidos de una industria de Luoyang, en la provincia de Henan, existe una historia con significados que van más allá de lo visible.

Es un equipamiento que se convirtió en ícono de soberanía industrial y, al mismo tiempo, contribuyó a crear puentes entre culturas. Sus esencias conjugan símbolos históricos y un permanente afán de adaptación y modernidad.

Este será un recorrido para descubrir significados, nacidos del esfuerzo colectivo y de la conjugación entre la agricultura y la industria.

EL ESTE ES ROJO: EL PRIMER TRACTOR DE CHINA

Es el 20 de julio de 1958. En la Fábrica de Tractores Número Uno, en Luoyang, una mano fuerte empujó una palanca, rugió el motor con toda su potencia y dio sonido a un momento histórico: el nacimiento del primer tractor chino, de marca Dongfanghong.

Los asistentes aplaudieron, emocionados. No lo imaginaban, pero asistían al inicio de un camino que llevaría ese equipamiento desde los campos del gigante asiático hasta numerosos países del Sur global.

El nombre Dongfanghong, que significa «El Este es Rojo», no era casual: heredaba el título de la canción revolucionaria que, desde finales de los

años 40, encarnó la unidad y determinación del pueblo junto a Mao Zedong y al Partido Comunista. Su letra y melodía protagonizaron numerosos escenarios, y representaban el mismo ideal: un país que se levantaba con sus propias manos hacia el futuro.

Desde la propia creación, los tractores se distinguían por su icónico color rojo, símbolo revolucionario y prueba de la voluntad de modernizar el campo para crear un nuevo camino para el desarrollo.

Como muestra de su trascendencia, en 1960, el billete de un yuan incluía un modelo de esta marca, manejado por Liang Jun, la primera mujer tractorista de China, pionera de la mecanización agrícola. Su imagen, junto al equipo, representaba el empoderamiento de las mujeres y del progreso tecnológico en el campo.

Dongfanghong se convirtió en una marca emblemática. Sus capacidades técnicas y la historia de la que ha sido protagonista son una muestra, entre otros valores, de la capacidad del pueblo chino de crecerse frente a los más diversos retos.

El primer tractor de orugas «Dongfanghong», en el Museo Agrícola de YTO. Foto: Pérez López, Yesey

DESDE LA HISTORIA HACIA EL FUTURO

Han pasado 67 años desde aquella jornada histórica en la que echó a andar el primer tractor hecho en China. Hoy, el Grupo YTO, productor de los tractores Dongfanghong, forma parte de la empresa estatal Sinomach y es un coloso industrial con una historia arraigada en el desarrollo agrícola del país.

Es el principal fabricante chino de maquinaria agrícola, con cifras que ilustran su relevancia: durante más de seis décadas ha suministrado más de 3 600 000 tractores y 3 100 000 motores diésel. Además de preservar su legado histórico, también ha diversificado su producción y, actualmente, ofrece desde modelos compactos hasta equipamiento de alta potencia para cultivos

especializados.

La innovación forma parte de la cultura de la empresa, gracias a las capacidades propias y al establecimiento de alianzas con instituciones de I+D de categoría mundial. De esa manera, han podido desarrollar soluciones que incluyen equipos autónomos con GPS y basados en la Inteligencia Artificial.

Tal es el caso del modelo autónomo lf2204 de la histórica marca, que integra tecnologías como sistemas de navegación por satélite, herramientas de internet y otras basadas en el control automático.

El pasado año, en la Exposición Internacional de Maquinaria Agrícola de China, anunciaron el tractor Dongfanghong de ruedas con transmisión continuamente variable, de 450 caballos de fuerza, el más grande de su tipo producido en el país, que posibilita mejoras significativas en la disminución del consumo de combustible y simplifica la operación del equipo.

YTO también se distingue por su extensa infraestructura en Luoyang, que incluye un puerto terrestre internacional. Es un nodo logístico con un ferrocarril que conecta con el resto de Asia y Europa.

Su evolución ha trascendido los orígenes iniciales, convirtiéndose en un conglomerado global que exporta a más de un centenar de naciones en África, América Latina y Asia. Sus producciones han llegado hasta Cuba, y creado puentes entre el gigante asiático y la nación caribeña. En el contexto de iniciativas como la Franja y la Ruta, YTO también ha llevado sus equipos a las más diversas latitudes.

Así se ha preservado y se actualiza una historia cargada de simbolismos, que ha trascendido fronteras, adaptándose a los nuevos tiempos.

Por eso, es posible que, al preguntar en China por los tractores Dongfanghong, se les dibuje una sonrisa en el rostro y, mientras asienten, con la sabiduría milenaria que dice más que las palabras, respondan: «Sí, son muy importantes».

Desde el primer tractor hasta este modelo autónomo: más de seis décadas de evolución técnica. Foto: Pérez López, Yesey
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