ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
De los millones de niños que laboran de sol a sol, ninguno es cubano. Foto: ONU

La esclavitud infantil es un fenómeno desgraciadamente en alza en decenas de naciones del mundo, cuyas economías están invadidas por intereses extranjeros de saqueo y explotación de sus recursos naturales. Este flagelo es la cruda realidad, principalmente, en más del 97 % de los llamados «países en desarrollo».

En ese sentido, el más reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), muestra que, en la actualidad, de los 352 millones de niños y niñas entre cinco y 17 años que trabajan en el mundo, 180 millones (uno de cada 12) lo hace en situaciones de explotación, enfrentándose a las peores formas de trabajo infantil.

Al respecto, el propio informe definió ocho formas de esclavitud infantil que, en pleno siglo xxi, hoy padece la infancia de buena parte del mundo. La trata infantil, la explotación sexual con fines comerciales, trabajo forzoso por endeudamiento, trabajos en la minería, labores agrícolas, niños soldados, matrimonios infantiles y la esclavitud doméstica constituyen las principales variantes de sometimiento de los niños, fenómenos causados por situaciones como la pobreza y las discriminaciones étnicas y religiosas, por solo mencionar algunos de manera general.

Sobre este tema, Guy Ryder, director general de la OIT, dijo que «las nuevas estimaciones constituyen una llamada de atención. No podemos quedarnos impasibles mientras se pone en riesgo una nueva generación de niños».

Aunque en menor medida, naciones del primer mundo no escapan de este panorama, y los ejemplos circulan también en medios de prensa de reconocido renombre.

En contraposición, y a pesar de las constantes críticas a nuestro Gobierno, a nuestra prensa, a nuestro Presidente y prácticamente hasta al aire que respiramos, en la Mayor de las Antillas, aun en medio de las difíciles circunstancias económicas que nos impone el bloqueo, ningún niño es víctima de uno de los azotes más crueles que enfrenta la humanidad.

De los 112 millones de niños que laboran de sol a sol en el surco, de los 16 millones que arriesgan su vida en el sector industrial, de los 31 millones de menores que doblan y triplican jornadas en el sector de los servicios, ninguno es cubano; porque en Cuba, acosada, bloqueada, asfixiada, un niño es un tesoro sagrado, un niño es siempre lo más importante.

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María Rodríguez dijo:

1

19 de julio de 2025

23:58:44


¡VIVA CUBA! CARAJO.