La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha vivido, con la vuelta de Donald Trump al poder, los peores momentos de su historia: el magnate instalado en la Oficina Oval se ha convertido en el sepulturero de la veterana organización.
Sin embargo, el encargado de ejecutar el mandato de «enterrar» a la Usaid, Marco Rubio, actual Secretario de Estado de ee. uu., estrechamente ligado a las organizaciones mercenarias que se benefician del financiamiento de Washington, no ha cumplido cabalmente con las expectativas del Presidente.
«Como era de esperar, el Secretario de Estado de ee. uu. restablece el financiamiento, con dinero gubernamental, a los programas subversivos contra Cuba de organizaciones que dicen ser independientes y que, durante años, han lucrado y hecho carrera del mercenarismo anticubano», denunció ayer, en x, el miembro del Buró Político y canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla.
Lo polémico de la decisión radica, sobre todo, en que mientras se destinan más fondos provenientes de los contribuyentes estadounidenses a apátridas y mercenarios, los programas de Salud en muchos lugares del mundo sufren graves recortes.
Como resaltó la subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos, del Minrex, Johana Tablada de la Torre, «no hay para restablecer lo que quitaron a vacunas para niños vulnerables del Tercer Mundo, pero para el despilfarro contra Cuba, Marco Rubio siempre garantiza presupuesto».
Según ap, solo en África, los gobiernos se vieron obligados a cancelar los contratos de miles de trabajadores dedicados a la prevención del vih y de la malaria, a las vacunaciones, y a ayudar a mujeres vulnerables a lidiar con el trauma de la guerra.
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Tomas dijo:
1
6 de abril de 2025
15:23:36
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