Caracas, Venezuela.–Entre los años 2013 y 2024, el Gobierno de Estados Unidos tuvo la «delicadeza» de destinar 1 134 999 920 dólares para «apoyar» a Venezuela. De ese monto, 1 040 148 881 dólares, es decir, el 91,64 %, fue a través de la Usaid.
Su «colaboración» con la nación sudamericana se ha centrado, según explican documentos de esa agencia, en programas de democracia y gobernabilidad, conocidos como gobernanza y ayudas humanitarias. Se trata, dicen, de proveer «asistencia técnica y entrenamiento a grupos ciudadanos y a organizaciones comunitarias para mejorar sus habilidades administrativas y organizacionales, su eficiencia operativa, y para promover la ciudadanía responsable y un gobierno que rinda cuentas».
La realidad ha sido otra, como dio a conocer Telesur. Las estadísticas demuestran que el aumento en los fondos destinados a Venezuela coincide con los puntos más álgidos de la actividad de la extrema derecha en el país, sobre todo después de 2000. Así, destaca el año 2002, al establecerse –de acuerdo con un documento de la Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI)– una división de la Usaid, en Caracas, a solo un mes del intento golpista contra Hugo Chávez.
En 2008 fueron asignados más de 14 000 000 de dólares, cuyo 80,03 % se destinó a la llamada «participación de la ciudadanía». Precisamente, un año atrás había comenzado la segunda oleada de las guarimbas.
Tras la muerte de Chávez (2013) hubo un notable incremento en las cifras de financiamiento, superando los 9 000 000 de dólares en 2016. Al año siguiente, con una nueva reedición de las guarimbas, el 45,79 % de los fondos asignados por el Gobierno de EE. UU., provenía de la Usaid. Mientras que en 2018, año de elecciones presidenciales, solamente la agencia aportó 16 753 184 dólares, es decir, el 66,97 % de los recursos.
Luego, entre 2018 y 2024 fueron enviados por la Usaid, más de 600 000 000 de dólares destinados a las ayudas humanitarias en la nación sudamericana, mientras que a los programas de gobernanza asignaron 202 300 000 dólares.
En 2024, Venezuela se ubicó en el tercer puesto de América Latina en cuanto a recursos otorgados por Estados Unidos para la actividad ciudadana y humanitaria. Los fondos de ese año –etapa de elecciones presidenciales– ascendieron a más de 211 000 000 de dólares, solo a través de la Usaid, la cifra más alta en dos décadas.
No asombra entonces que, justo al asumir su nuevo mandato, el presidente Donald Trump comenzara a hacer recortes en la agencia y a analizar con ojo clínico la finalidad de los recursos concedidos.
Lo que sí está claro es que tienen torcidos los conceptos. ¿Cuándo las guarimbas, la paramilitarización, el bloqueo y la desestabilización han formado parte de las ayudas humanitarias o los Gobiernos del lado del pueblo? Habrá que revisar no solo cuánto, sino qué resultado les dio.
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