Alerta, Perú, se fragua un golpe

Desde la llegada al poder de Pedro Castillo –un maestro con historial progresista y de izquierda–, la derecha peruana y los grandes medios de comunicación a su servicio no han hecho otra cosa que hacer imposible que el nuevo mandatario pueda conducir los destinos del país.

Haber sacado a Perú del mal llamado Grupo de Lima y  haber nombrado a una figura de izquierda como Héctor Béjar, para asumir las riendas de la política exterior peruana, parecía demasiado para una derecha recalcitrante y un poder mediático acostumbrado a servir a los grandes monopolios y a las oligarquías que por décadas han mal gobernado los destinos de la nación andina.   

Se usó parte de la vieja «película» y, con la complicidad expresa de sectores de la Marina de Guerra peruana se forzó la renuncia del canciller Béjar, con aval de defensor de los proyectos sociales.

Ante la escalada golpista que se evidencia, la Articulación Continental de Movimientos Sociales y Populares hacia el ALBA (ALBA Movimientos) denunció que en Perú hay «un golpe de Estado en marcha». En un comunicado de esa entidad se señala que «el golpe de Estado en marcha busca impedir, como objetivo de corto plazo, las regulaciones y controles a la corrupción».

Refiere el citado documento de los movimientos sociales que la estrategia golpista «tiene como centro el Congreso, dominado por la derecha peruana, que ha presentado el récord Guinness de 19 mociones para cuestionar a siete ministros en apenas 15 días de gobierno de Pedro Castillo».

La alerta de lo que parece venir para el Gobierno peruano tendrá su punto cimero este 26 de agosto, cuando está previsto que el gabinete ministerial comparezca ante el pleno del Congreso para recibir o no su voto de confianza, o lo que es igual, la ratificación de cada uno de los nombramientos dispuestos por el mandatario. «Hecho inédito e insólito», declara ALBA Movimientos.   

Y concluye la advertencia: «Estos sectores reaccionarios intentan derrocar al Gobierno popular, recién asumido, usando la figura de «vacancia presidencial por incapacidad moral».

Resaltan que «el golpismo en Perú no es solo contra un Gobierno, es contra la democracia y el pueblo», y llaman a estar en «alerta activa»: «No toleraremos un golpe más en el continente. El momento de frenarlo es ahora».