La V Cumbre Cuba-Caricom, realizada en La Habana en diciembre del 2014, constituyó una importante base para los trabajos impulsados desde la Isla en la cooperación sobre el cambio climático, uno de los temas más sensibles y decisivos para los países miembros del Grupo regional.
En aquella ocasión Cuba confirmó su disposición de trabajar de conjunto en una Agenda Estratégica Regional para abordar la Gestión del Riesgo de Desastres de una manera integral, teniendo en cuenta la evaluación y reducción del riesgo, la asistencia humanitaria y la reconstrucción, de conformidad con la Resolución 46/182 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y a fin de enfrentar las graves consecuencias del cambio climático en nuestros países.
Poco después el Gobierno de la Isla firmó y ratificó el Acuerdo de París, del cual ya éramos parte, y continuó avanzando en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Un importante aporte de Cuba fue la fundación del Centro de creación de capacidades para la reducción de riesgos de desastres y la adaptación al cambio climático (CRDAC), proyecto ejecutado por un periodo de tres años entre el 2013 y el 2016, al que se sumaron aulas anexas en las ciudades de Camagüey y Holguín.
Según informaciones ofrecidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) de Cuba, habían sido capacitados y entrenados hasta el 2017, 35 actores de los países de la región del Caribe y 375 cubanos.
A la par, en Cuba se pone en práctica un Plan de Acciones Nacionales hasta el 2030, que incluye la implantación de directivas y programas de ciencia, tecnología e innovación, dirigidos al enfrentamiento del cambio climático por todos los organismos y entidades, integrándose a las políticas territoriales y sectoriales con prioridad en los sectores agropecuario, hidráulico y de la salud.
Se trabaja también en elevar la información y capacitación para la percepción de riesgo a escala de toda la sociedad e intensificar las acciones para la mitigación del cambio climático en el contexto de nuestras prioridades de desarrollo económico y social.
Las perspectivas para fortalecer y ampliar la cooperación Cuba-Caricom en este escenario se centran en: la ampliación del CRDAC y la cooperación Sur-Sur, profundizar la colaboración en áreas como la asistencia técnica en las comunicaciones nacionales y los inventarios de gases de efecto invernadero, el desarrollo de modelaciones y proyecciones climáticas y la realización e implementación de Estudios de Peligro, Vulnerabilidad y Riesgo.
Las evaluaciones sobre vulnerabilidad costera y consecuencias de eventos extremos y del cambio climático, la evaluación de impacto ambiental en obras y proyectos de desarrollo, así como impulsar medidas de adaptación en sectores socioeconómicos y ecosistemas estratégicos, son otros de los temas en los que se pretende seguir cooperando.
El encuentro de Jamaica es, sin duda, un paso más para afianzar estos lazos de cooperación y llevarlos a otro nivel de desarrollo, a partir también de las experiencias recientes del paso de los huracanes Irma y María por la región y sus notables consecuencias devastadoras.















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