Al sur del continente africano, entre el río Zambeze, las cataratas Victoria y el río Limpopolate, viven más de 12 millones de personas que conquistaron su independencia del Reino Unido en abril de 1980, tras una década de lucha armada entre los nacionalistas negros y el régimen blanco de Ian Smith, apoyado por la metrópoli.
Fue entonces, a raíz de la independencia, que la nación sudafricana se denominó República de Zimbabwe, y desterró para siempre el apellido de Rodesia, proveniente del pasado colonial.
Más de tres décadas después, la Unión Africana (UA), como organismo regional que aúna las 55 naciones de ese continente, aboga por la estabilidad en ese país sin costas oceánicas que parece, por su posición geográfica, resguardado por Zambia, Mozambique, Botswana y Sudáfrica.
La UA nunca aceptará un golpe de Estado en Zimbabue, declaró este jueves el mandatario guineano que funge como presidente del bloque, Alpha Condé, citado por Sputnik.
En medio de informaciones confusas y a veces contradictorias, reporteros y cronistas del mundo entero aguzan la mirada hacia la nación africana, que pasa por los peores momentos desde la consecución de su soberanía y la llegada al poder de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) y su líder histórico, Robert Mugabe.
Durante toda la semana, medios de prensa internacionales han ofrecido en sus titulares y portadas noticias sobre esa nación, de la que casi siempre se habla en Occidente para calificarla como la de menor índice de desarrollo humano del globo; o una de las más pobres del mundo.
Desde el terreno se reporta que efectivos militares han tomado el mando de algunas regiones del país, en especial la capital, Harare. Según sus líderes, las acciones no están dirigidas a derrocar el orden actual sino a incidir sobre supuestos criminales alrededor del actual mandatario que quieren desestabilizar al país.
Al respecto, de acuerdo con un comunicado emitido por el presidente sudafricano Jacob Zuma, la UA espera que las acciones de los militares no conduzcan a cambios institucionales, lo cual –recordó– estaría en contra de las posiciones que mantienen los organismos regionales del continente.
El organismo, dijo, continúa observando de cerca la situación del país austral y exhortó a las partes involucradas a solucionar amigablemente la actual situación.
La UA declaró que los problemas internos de la nación podrían resolverse a través del ZANU-PF, sin la intervención de las Fuerzas Armadas.
A la espera de que se esclarezcan los hechos de esta semana, esperemos que los medios occidentales desplacen su foco de atención hacia lo verdaderamente trascendente: la edificación de un país que ha tenido que luchar por su independencia. Reducirla a la simple vista de quien coloniza y desaprueba los procesos emancipatorios, y espectaculariza las deficiencias, redunda en el círculo de morbo con que se cuenta la historia de los menos poderosos.















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Agustin dijo:
1
17 de noviembre de 2017
09:16:34
Miguel Angel dijo:
2
18 de noviembre de 2017
08:02:45
blas man dijo:
3
18 de noviembre de 2017
17:34:15
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