
Guillermo Cabrera Álvarez, el Guille, como lo llamaban sus compañeros, ha sido uno de los más brillantes periodistas y editores de prensa del país. Murió el 1ro. de julio del 2007, en Guaracabulla, Villa Clara, durante una peña de «tecleros», el movimiento de lectores que se organizó en toda Cuba de la mano de su columna de opinión La tecla ocurrente, que él escribía cada jueves en Juventud Rebelde.
Los homenajes dedicados a Guillermo por el gremio periodístico en estos días incluyen el rescate de su obra profesional en las más importantes publicaciones del país, una abundante papelería donde aparecen, entre otros textos inolvidables, la sección Mi Carta, de Somos Jóvenes. Su sensibilidad por los problemas de los cubanos y su vocación pedagógica, lo convirtieron en el primer lector y destinatario de las cientos de miles de cartas que llegaban a esa redacción y que fueron la puerta de entrada a un diálogo intenso con los más jóvenes. Aquí compartimos un puñado de esos intercambios que se publicaron entre 1977 y 1987 en la revista que él fundó y dirigió.
MALA EDUCACIÓN EN CAMAGÜEY
En mi provincia, específicamente en el municipio cabecera, la educación formal está decadente y así no podremos compararnos nunca con Ignacio Agramonte, que fue todo un caballero. ¿Por qué nos quedamos sentados cuando suben ancianos al ómnibus? ¿Por qué gritamos en el cine cuando ocurre un desperfecto? Esta batalla no la creo difícil de ganar, sobre todo por lo que expresó Fidel: «Y son realmente tan hermosos los hábitos de solidaridad y respeto que nuestra sociedad revolucionaria no debe jamás renunciar a ellos». Jorge Martínez, Camagüey.
Mucho se ha trabajado en el sentido de crear la conciencia necesaria entre los jóvenes. Los hábitos de cortesía y respeto deben llegar a ser como reflejos condicionados comunistas. La vista de un anciano de pie, tiene que ser para nosotros como si el asiento tuviera un muelle que nos parara. Son detalles de la vida, como la palabra «gracias» que tiene solo dos sílabas y no demora ni un segundo decirse, pero hay quienes tardan días, semanas y a veces meses en decirla.
LLORO SI LEO COSAS TRISTES
Soy una muchacha que veo muchas películas y leo libros. Cuando me enfrento con algo de contenido triste, lloro. Por ejemplo, lloré con la página que ustedes dedicaron a los Rosenberg. Mis compañeros se preguntan por qué soy así. ¿Puedo cambiar? Bárbara López. Banes. Holguín.
Me pregunto si cuando lees algo alegre te echas a reír. Si es así, no tienes problemas. Las dos cosas que has mencionado están cargadas de sentimiento y es lógico que despierten tu sensibilidad. Muchos son los dolores del mundo, y los revolucionarios, como recordaba Che, tenemos que ser capaces de sentir en nuestro propio rostro la bofetada dada a cualquier rostro de hombre. El llanto, cuando es legítimo y nace de un sentir puro, es sano, pero no debe ser nunca un llanto mojigato y débil, de frustración. En el caso de los Rosenberg, aun a tantos años de su asesinato, todavía conmueve las fibras más hondas del ser humano, pero su efecto es para luchar sin cuartel para que no se repitan crímenes como ese.
ATENTAR CONTRA LA VIDA
Soy joven y tal parece que no soy, pues nunca he sido feliz. Sufro callada. Tuve un novio nueve meses y nos peleamos. Al volver a clases él se enamoró de otra compañera. Me siento triste y no quiero seguir en la escuela, lloro mucho y mis compañeras me aconsejan que olvide, pero no puedo y muchas veces he pensado atentar contra mi vida. No tengo experiencia pues solo tengo 17 años. Quiero que me ayuden y saber qué opinan de mi situación. No publiquen ningún dato mío.
No es justo que reduzcas la razón de tu vida a una persona que, por demás no te corresponde. Si al primer golpe nos desalentamos, pensamos que el mundo se nos viene abajo, es que tenemos poco sentido de nuestra propia dignidad. Los fracasos hay que saberlos llevar con decoro. Lo que fortalece a las personas son los reveses y no las victorias. La victoria permanente tiende a acomodar a las personas.
Conozco un poema de Pedro Palacios (Almafuerte) que acostumbro a recitarme en los momentos duros y lo recomiendo a mis amigos como bálsamo ante la frustración o el cansancio. Dice así: No te des por vencido ni aún vencido / no te sientas esclavo ni aún esclavo / trémulo de pavor piénsate bravo / y acomete feroz ya mal herido / Ten el tesón del clavo enmohecido / que ya, viejo y ruin, vuelve a ser clavo / no la cobarde intrepidez del pavo / que amaina su plumaje al primer ruido / Procede como Dios que nunca llora / o como Lucifer que nunca reza / o como el roble cuya grandeza / necesita del agua y no la implora / Que muerda y vocifere vengadora / ya rodando en el polvo tu cabeza!. Piensa siempre que los malos momentos nos preparan para los buenos que habrán de venir. No cierres las puertas de la vida, ábrelas de par en par y te
verás enriquecida de optimismo. Incluso, no abandones el campo de batalla (tu escuela) esa no es privativa de quien no ha visto en ti las cualidades que posees; otros las verán y la felicidad puede estar en cada mano amiga o en la mirada cariñosa y tierna de quienes te quedan aún por conocer.
¿POR QUÉ ALGUNOS SE CREEN BURGUESES?
¿Por qué si nuestra juventud es parte de la Cuba Socialista, algunos jóvenes sueñan o se creen burgueses? Clara Delia. Veguitas.
Cierto que construimos el socialismo, pero no quiere decir que ya esté hecho. Habrás oído hablar de herencias del pasado capitalista. Es verdad que no lo vivieron ustedes directamente, pero sí está presente en los mayores que tenemos la responsabilidad de educarlos y, además, en la influencia del capitalismo que llega hasta nuestras costas de una u otra forma y que damos en llamar penetración. A veces el machismo lo heredamos en la propia casa. Tú hablas de esos jóvenes, pero yendo al fondo del asunto, debemos reconocer que, en general, son buenos, pero tienen que vencer muchos conceptos atrasados; aquellos que tú ves aferrados a la moda, es porque esa es la única vía que han conseguido –vía fácil por supuesto– para llamar la atención de los demás, porque por otras cualidades (entre ellas las condiciones morales, la inteligencia, etc.) no son capaces de sobresalir en el colectivo. Todo eso los lleva a la superficialidad y al machismo. Las compañeras deben ser combatientes de primera línea en eso de ayudar a su compañero a ser más pleno como ser humano, a ser más hombre, y a valer por sí mismo y no por los colorines y diseños que le da a su ropa, o porque puede colgar de su brazo un maniquí distinto cada vez (es decir, otra tan superficial como él).
INCORRECTA ACTITUD
Al lado mío, durante el recreo, se sentó una muchacha y le dije que su belleza era solo comparable con las flores. Ella contestó, en forma grosera, que no recibía piropos de negros. Traté de explicarle, pero no quiso entender y se marchó. José Ángel Torres, Santiago de Cuba.
Realmente no dijiste nada ofensivo y la respuesta de tu compañera fue
incorrecta. La discriminación racial no forma parte de nuestra sociedad, aunque sí de algunas individualidades. Nadie tiene derecho a discriminar a otro por el color de su piel. Ella, simplemente, mostró su inferioridad humana y su falta de belleza moral. No debes ofenderte, sí ayudarla para que crezca socialmente.
TENGO PENA SALIR A LA CALLE
Tengo 17 años y estudiaba economía, pero desaprobé y ahora estoy en mi casa, me da pena salir a la calle y que mis amigos me pregunten por qué no estoy estudiando. Solicité beca para ballet o música pero no me ha llegado. ¿Qué creen de este problema? Cecilia Sotolongo, Villa Clara.
En la medida que pase mayor tiempo tu pena será más grande, porque te irás quedando atrás. Cuando uno se cae no puede quedarse todo el tiempo en el suelo, esperando que alguien pase y lo recoja; sino que se para, se sacude la ropa y sigue andando. Eso es lo que debes hacer. Hay que luchar, amiga, salir a la calle y continuar estudios.
EL CENTRO ES GUARACABULLA
Según historias que nos han contado nuestros abuelos, y a ellos, los suyos, se dice que los españoles midieron nuestra Isla y, de regreso, al llegar al centro, guardaron la cabuya con que midieron. De ahí nuestro nombre. Si alguien no lo cree en nuestro pueblo tenemos una ceiba que debe tener 135 años. Ángela Pineda Pérez, calle Sábalo No. 7, Guaracabulla, Villa Clara.
Todo lo averiguado confirma que Guaracabulla es el centro del país por lo menos reconocido por la tradición, si bien geógrafos no lo han medido con rigor científico. En lecturas posteriores supimos que fue fundado a finales del siglo xvii y que no fue hasta 1836 reconocido como pueblo. Su asiento original lo obtuvo en 1814, es decir; que este año cumplen 170 años de nacidos. Pero lo que más nos gustó de la carta es el afán de ustedes porque se conozca su pueblo y el cariño que le tienen. Pronto nuestros periodistas harán una visita. Nuestro poeta, Raúl Ferrer, escribió en 1945 un poema titulado Parada en Guaracabulla, que tal vez no conozcan y dice así:
¡Qué dulce debe ser / vivir aquí en Guaracabulla! / ¡Junto al guajiro que a los trenes viene / con esa ingenua transparencia suya! / Las lomas azuladas en la tarde, / noche que con los astros se encocuya, / mansa quietud del pueblecito aislado. / ¡Sueño sin bulla / Un día sacaré / mi boletín hasta Guaracabulla / ¡Quiero entrar a vivir el sol tranquilo / que el crucero del tren tanto me embulla! / ¡Ojalá no me digan que en las lomas / o en el palmar donde la brisa arrulla, / no tienen los muchachos una escuela / ni permita un señor que se construya! / ¡Ojalá no me encuentre campesinos / trabajando la tierra que no es suya, / logrando su cosecha de sudores / para que venga el amo y se la engulla! / Denunciaré esa paz de ruda cáscara / vista con ojo de furtiva grulla / romperé la quietud del pueblecito, / en el café se formará la bulla. / Dormiré en el cuartel y al día siguiente / saldré amarrado de Guaracabulla.
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bolivia tamara cruz dijo:
1
1 de julio de 2017
12:59:02
Victor J dijo:
2
1 de julio de 2017
16:56:14
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