Los vientos no parecen soplar en favor de Haití: a inicios de octubre el potente huracán Matthew golpeó al país, que se sumió en una nueva crisis y no pudo realizar las tan postergadas elecciones presidenciales.
Cuando se pensaba que los sufragios podrían convertirse en una realidad, el fenómeno natural arrasó con la ya devastada nación caribeña: 2,1 millones de afectados, 546 muertos, 128 desaparecidos y 439 heridos, de acuerdo con datos de Telesur.
Además, se produjo un nuevo brote de cólera debido al mal manejo del agua potable y los desechos, con 510 casos diagnosticados.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, realizó en ese contexto una breve visita a Haití para recorrer los departamentos más afectados, y extendió su solidaridad y la del organismo que preside « (…) el mundo está a su lado en este momento difícil. La comunidad internacional siempre va a estar para apoyar la reconstrucción de las zonas devastadas por el huracán».
Cuba, que también ofreció su ayuda tras el terremoto de hace casi siete años, envió 38 médicos de la brigada Henry Reeve, que se suman a los 600 colaboradores de la salud que se encontraban en Haití.
Unido a ello, la nación caribeña cuenta con un gobierno provisional desde hace casi nueve meses, lo que supone un foco de inestabilidad política en el país.
Las elecciones presidenciales, pactadas para el 9 de octubre, y con seis millones de ciudadanos convocados a elegir al sucesor del expresidente Michel Martelly, fueron aplazadas para este 20 de noviembre.
La campaña electoral inició el pasado día 7 y culmina este viernes con la advertencia del Consejo Electoral Provisional (CEP) de que la ayuda humanitaria para Haití tras el paso de Matthew es un tema prohibido en la misma; cualquier partido o candidato que lo desacate queda sancionado.
Casi un año ha transcurrido desde que se celebró en esa nación caribeña la primera vuelta de las presidenciales, en las que se enfrentaron 54 candidatos de más de 100 partidos o plataformas políticas.
Tras la invalidación de los resultados de esas elecciones por supuestas irregularidades, el CEP volvió a convocar a todos los aspirantes inscritos en el 2015.
Después de una serie de alianzas, el número de candidatos quedó en 27 y de ellos sobresalen cuatro, que en el sufragio anterior quedaron en las primeras posiciones: Jovenel Moise, del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK); Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh); Moise Jean Charles, de Plataforma Desalin; y Maryse Narcisse, del partido Familia Lavalas.
Los expertos consideran que entre esos nombres se encuentra el del próximo presidente de Haití, sin embargo, conocer a fondo las propuestas de cada candidato se hace difícil, pues los grandes medios no le dedican espacio al panorama electoral haitiano, sobretodo en el contexto del paso de Matthew por el país.
De lo poco que se conoce, Jovenel Moise, un empresario agrícola de 48 años afirmó que tiene grandes ideas para transformar al país utilizando los recursos a su alcance: «voy a aprender del pasado; vamos a fortalecer lo bueno y multiplicarlo».
Por su parte, el ingeniero mecánico Jude Celestin propone edificar una mejor nación para todos, basada en respeto de los derechos humanos: «queremos construir un país de justicia social y solidaridad», expresó al presentar su campaña en agosto pasado.
Para muchos, Moise Jean Charles, un exsenador de izquierda es el candidato del pueblo, y sus principales seguidores dicen que no con-fían en el sistema electoral, por ello es muy probable que no asistan a las urnas.
La candidata de Familia Lavalas —que si gana podría convertirse en la primera mujer presidenta de Haití—ha enfocado su discurso en la parte más modesta de la población. «Los pobres son marginados por la élite. Hoy ha llegado la hora del cambio. Lavalas va a retomar el poder y a cambiar las cosas», reza uno de los lemas de su campaña presidencial.
Tras la publicación de los resultados, que como ha pasado en ocasiones anteriores no tiene una fecha definida, si ninguno de los candidatos obtuvo el 50 % más un voto, los haitianos deberán volver a las urnas el próximo 29 de enero y escoger entre los dos más votados.
UN LARGO GOBIERNO PROVISIONAL
Tras cumplir el tiempo de su mandato, el entonces presidente Michel Martelly abandonó su puesto en febrero de este año sin dejar ningún sucesor.
Un acuerdo de Martelly con representantes del Senado y la Cámara de Diputados, permitió que en ese mes pasara a ocupar el cargo de manera provisional Jocelerme Privert, presidente del Senado y con 35 años de experiencia como servidor público.
Privert ocuparía la presidencia provisional solo por 120 días y luego se convocarían a elecciones, pero casi nueve meses han transcurrido desde entonces.
En su más reciente discurso ante las Naciones Unidas, el mandatario interino afirmó que «Haití busca el respaldo internacional para superar la crisis que actualmente enfrentamos, ya que de las próximas elecciones dependerá el futuro inmediato de mi país».
En Haití, el 60 % de una población de diez millones de habitantes vive en la pobreza, solo el 25 % de los niños tiene acceso a la educación secundaria, y al menos 10 000 haitianos han muerto de cólera.
Mientras la naturaleza parece ensañarse contra esta pequeña nación caribeña, los haitianos deberán esperar hasta el domingo para elegir a su nuevo presidente.
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emilio dijo:
1
21 de noviembre de 2016
13:28:37
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