ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
Varios medios colombianos reflejaron el hecho. Portada del diario El Tiempo

“Hoy comienza el fin del sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra”, aseguró el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, al referirse a la firma este miércoles en La Haba­na del Acuerdo Final, Integral y Definitivo para la terminación del conflicto que desde hace más de medio siglo sufre la nación sudamericana.

En una alocución desde Bogotá, el mandatario detalló que el texto aprobado “es un conjunto de compromisos articulados entre sí para terminar el conflicto armado y darnos la oportunidad de construir juntos una paz estable y duradera para todos los colombianos”.

Según Santos hay cinco puntos fundamentales que incluyen poner fin a la violencia, proteger los derechos de las víctimas, llevar progreso al campo colombiano, garantizar la reincorporación de los guerrilleros a la vida civil y legal; así como atacar de forma eficiente el flagelo del narcotráfico.

En otro momento manifestó que el acuerdo hecho público por las delegaciones de paz de su Gobierno y las Fuerzas Armadas Revo­lucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), “beneficia, protege y fortalece los derechos de todos los colombianos”.

“Es un acuerdo que responde a todas las dimensiones del conflicto y, por eso —precisamente por eso—, nos permite cerrar el capítulo de la guerra con las FARC y empezar a escribir el nuevo capítulo de la paz”, insistió.

Aseguró al respecto que lo acordado este día en La Habana, luego de casi cuatro años de conversaciones, “beneficia a los habitantes de las regiones más afectadas por la violencia, y a todos los colombianos en todo el país”.

Respecto al proceso de implementación de lo pactado Santos dijo que los colombianos con su voto decidirían en un plebiscito si apoyan o no el acuerdo.
Anunció, en ese sentido, que este jueves enviaría al Congreso el texto definitivo del Acuerdo Final e informaría “la decisión de convocar el plebiscito para su refrendación”, el cual se llevará a cabo “el domingo 2 de octubre”.

En su mensaje a la nación agradeció a los países garantes del proceso (Cuba y Noruega) y a los acompañantes (Chile y Venezuela).

Desde noviembre del 2012 las delegaciones de paz dialogan en La Habana para poner fin a la guerra interna en Colombia. Ambas partes, han acercado posiciones en temas como Política de desarrollo agrario integral, Partici­pa­ción política, Solución al problema de las drogas ilícitas, Reparación a las víctimas, Cese al fuego bilateral y Dejación de las armas e Implementación.


EL SUEÑO DE LOS COLOMBIANOS Y LATINOAMERICANOS
“Yo sueño con una patria justa y democrática”, dijo a Granma el senador colombiano, Iván Cepeda al término de la firma del acuerdo final que pone fin al conflicto en su país.

Desde El Laguito en la capital cubana argumentó que a su juicio “la paz era la construcción de una verdadera democracia en Colom­bia” y que la sociedad estaba en el proceso de prepararse para un país posconflicto.

“Hoy hemos dado un paso gigantesco en esa materia”, aseguró.

El exembajador de Venezuela ante la Or­ganización de Estados Americanos, Roy Cha­derton, también compartió con periodistas sus criterios sobre el hecho.

Lo alcanzado hoy ha sido una lección para los violentos en todos los rincones del mundo, aseguró el diplomático venezolano, quien también representó a su país en este proceso.

Chaderton hizo énfasis en las víctimas de la guerra quienes, a su juicio, “nos dieron una gran lección moral porque estuvieron dispuestos al perdón, esa será la nueva Colom­bia”.

El hecho también tuvo repercusión en las redes sociales. Desde Twitter el presidente Nicolás Maduro escribió: “reitero mis felicitaciones a Colombia por acuerdos definitivos firmados hoy en La Habana, cuenten con todo el apoyo para construir La Paz...”.

Desde esa misma plataforma el secretario general de la Unión de Naciones Sura­meri­canas (Unasur), Ernesto Samper, afirmó que “la paz en Colombia está servida, bienvenidos todos los suramericanos a ella”.

“El cierre de la negociación de paz y el anuncio de la firma de los tratados, son dos buenas noticias para Colombia y Suramé­rica...”, escribió.

Por su parte, la activista colombiana por los Derechos Humanos, Piedad Córdoba, dijo sentirse conmovida al ver la paz y añadió: “A Fidel, Raúl y Cuba, una gratitud que no me cabe en el cuerpo. Querido Hugo Chávez, allá donde está usted feliz como nosotros, a nombre de esta Colombia que tanto amó, le digo gracias. Lo logramos. Presidente  Nicolás Ma­duro y bravo pueblo de Venezuela: más temprano que tarde Colombia reconocerá el in­menso aporte a esta paz naciente”.

Captura de pantalla del medio colombiano Las 2 Orillas

Los medios de prensa de diversos lugares del mundo también reflejaron la noticia usando calificativos como “histórico” y “trascendental”.

La agencia de noticias latinoamericana Prensa Latina hizo mención a las declaraciones del presidente de Costa Rica, Luis Gui­llermo Solís, quien dijo sentirse satisfecho con que las negociaciones de paz en Colombia estén entrando a su punto final.

“El pueblo colombiano tiene décadas de estar sufriendo la violencia interna que merece terminarse”, apuntó Solís.

Russia Today, a su vez, refirió que el hecho era un paso decisivo que será refrendado por los colombianos y significa el fin del único conflicto armado vivo en la región.

Reuters calificó de “histórico” el pacto para terminar con el enfrentamiento de más de 52 años.

“Este es un gran momento histórico para el país. Acabar una guerra tan dura es toda una hazaña”, indicó a la agencia de noticias AP el monseñor Luis Augusto Castro, arzobispo de Tunja y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.

AP también se refirió a las fotografías publicadas por la Oficina del Alto Comisionado de Paz en las redes sociales en las que se ven  las delegaciones reunidas revisando el acuerdo final, acompañadas por la frase: “se acerca el día... Vamos camino a la paz”.

Por su parte, el defensor del Pueblo de Co­lombia, Alfonso Cajiao, aseguró también a EFE que la entidad que dirige “saluda y abraza” el acuerdo.

PROCESOS ANTERIORES POR LA PAZ
Las actuales conversaciones, iniciadas el 19 de noviembre del 2012 en La Habana, han avanzado como nunca antes en los esfuerzos por finalizar una guerra que ha provocado el desplazamiento de casi seis millones de personas y la muerte a 220 000.

La Fundación Paz y Reconciliación recoge los intentos anteriores por finalizar un conflicto de más de cinco décadas.

En 1982 el entonces presidente Belisario Betancur promovió un proyecto de amnistía para desmovilizar los grupos guerrilleros en el país. De esos encuentros salió el primer acuerdo de cese al fuego con las FARC (principal movimiento insurgente fundado en 1964).

Entre los puntos de mayor impacto estuvo el reconocimiento de las FARC como un actor político. Como consecuencia, nació Unión Patriótica, el partido político de ese grupo guerrillero.

También pactaron el cese al fuego con el Gobierno otras guerrillas como el M-19 (Mo­vimiento 19 de abril) y EPL (Ejército Popular de Liberación).

En 1984 se firmó el Acuerdo de la Uribe entre el gobierno de Betancur y las FARC. Sin embargo, tres años después, el incumplimiento del Gobierno, la falta de garantías para la vida política, los ataques y la presencia cada vez más fuerte de los paramilitares se impusieron a los anhelos de re­conciliación.

Unión Patriótica fue exterminada.

La posibilidad de dialogar se concreta en 1991 con César Gaviria en la presidencia. La agenda establecida para las conversaciones en Tlaxcala, México con las FARC-EP, el ELN (Ejército de Liberación Nacional) y el EPL —agrupadas en la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar— y otros, incluía diez puntos. En esta ocasión la administración de Gaviria concretó acuerdos de paz con el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), el Movimiento Indígena Armado “Quin­tín Lame”; pero no se concretó nada con las FARC-EP.

A estos intentos le siguieron años de acercamiento pero sin establecer como tal un proceso abarcador. No fue hasta la presidencia de Andrés Pastrana (1998-2002) que se desarrolló otro diálogo con las FARC conocido como El Caguán iniciado en 1999.

Con su “Política de Paz para el cambio” el gobierno y la guerrilla contemplaron temas como derechos humanos, reformas políticas y agrarias, paramilitarismo, entre otros. Este intento fracasó, una vez más, debido a la falta de voluntad de ambas partes y la improvisación. El 20 de febrero del 2002 el proceso concluyó y con este nuevo fracaso, se esfumó el deseo de la reconciliación nacional.

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Cubano dijo:

1

25 de agosto de 2016

12:09:40


¡¡Colombia!!; pueblo humilde, trabajador y amante de lo bello se acerca a la PAZ después de 52 años de cruenta guerra. Es tiempo de arrimar el hombro, la mente y el corazón, no lo despreciéis, demuéstrenlo en el plebiscito del 2 de octubre. Sin olvidar la sangre derramada veo volar la paloma de la PAZ sobre Colombia. Un fuerte abrazo.