BRASILIA.—La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este jueves que era víctima de una injusticia y que el hecho de ser mujer podría haber influenciado en el avance del proceso de impeachment que pesa sobre ella.
En una entrevista con la televisora estadounidense CNN, Rousseff dijo respecto a la crisis económica que el problema comenzó en el 2008 y responsabilizó al Congreso por no aprobar medidas para paliar la situación y trabar reformas, cuestiones que, a su juicio, “causó una inestabilidad política”.
Rousseff afirmó además que quedaría “muy triste” si no estuviera en la presidencia durante las Olimpiadas de Río de Janeiro previstas para el mes de agosto. Sin embargo, destacó que lo peor era sentirse “víctima de una injusticia”.
“Voy a luchar para sobrevivir. Lo voy a hacer porque lo que estoy defendiendo son los principios democráticos que rigen la vida política en Brasil”, resaltó.
Por su parte, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, afirmó que la aprobación de un impeachment contra Rousseff será un inmenso retroceso no solo para Brasil, sino para toda América Latina.
Pérez Esquivel, quien viajó a Brasil para manifestar su solidaridad a la jefa de Estado, subrayó que todos los países con pensamientos propios y decididos a hacer cambios sociales son víctimas de esa política, cuyo propósito es quebrantar los procesos democráticos.
Según PL, el Premio Nobel argentino manifestó que no se puede coartar el mandato de una Presidenta que actuó con ética y responsabilidad y sobre la cual no pesa ninguna acusación de corrupción.
En los regímenes democráticos los problemas deben ser resueltos mediante el diálogo y no a través de golpes de Estado, remarcó.
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29 de abril de 2016
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