ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
El derecho a la educación es una de las conquistas de los Gobiernos progresistas de la última década. Foto: Unicef

El avance de la derecha en la región en medio de un nuevo escenario económico, marcado por la crisis, ha abierto el debate sobre los proyectos alternativos en América Latina. Los recientes ejemplos de los procesos electorales en Argentina, Venezuela y Bolivia, llaman la atención de varios especialistas, los cuales analizan el momento actual en esta parte del mundo.

El sociólogo y científico político brasileño, Emir Sader, identifica varias causas de esa crisis. Cita, por ejemplo, la dependencia de esos Gobiernos de las exportaciones: “Cuando los precios bajaron, nuestras economías sufrieron los efectos, sin tener cómo defenderse, y todo por no promover el reciclaje de manera distinta”.

En su artículo La crisis de la izquierda en América Latina expone que la incapacidad de pasar a la ofensiva en la guerra mediática con las grandes corporaciones privadas, también es otro de los factores negativos. Argumenta al respecto que esos monopolios “han tratado de esconder los grandes avances sociales en cada uno de nuestros países, los han censurado, han intentado silenciar las nuevas oportunidades que los procesos de democratización social han impulsado en la población”.

El coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de Janeiro se detiene en el rol de los partidos y movimientos políticos que, a su juicio, no han logrado una formación de cuadros, propaganda de ideas de izquierda al no “representar el proyecto histórico de la izquierda”.

No obstante, “nada de eso autoriza a hablar de ‘fin de ciclo”. Para Sader “estamos viviendo el final del primer periodo de construcción de modelos alternativos al neoliberalismo. Las claves para pasar a un segundo periodo tienen que ser: profundización y extensión del mercado interno del consumo popular; un proyecto de integración regional; la intensificación del intercambio con los BRICS y su Banco de Desarrollo”.

Por su parte, la investigadora del Centro Estratégico La­ti­noamericano de Geopolítica (Celag), Gisela Brito, asegura a Granma que los Gobiernos de izquierda atraviesan un mo­mento de “com­plejidad política” que se ha manifestado en las últimas derrotas electorales.

La socióloga argentina, al igual que Sader, no comparte la idea que esas victorias de la derecha representen un “fin del ciclo progresista”.

“En primer lugar porque se trata de tres tipos de elecciones diferentes: legislativas en Venezuela; referéndum en Bolivia; presidenciales por balotaje en Argentina, que expresan, según cada contexto nacional, particularidades específicas”, acota la socióloga.

La especialista resalta un punto clave y es que, por el momento, las opciones de derecha (tanto en Ecuador como en Bolivia o Venezuela) no consiguen unificarse en torno a un liderazgo que articule una alternativa real de Gobierno.
Se trata, acorde con Brito, “de iniciativas fragmentadas en el caso de Bolivia y con intentos de unidad en Ecuador y Ve­nezuela que aún presentan muchas tensiones internas”.

Una de las opciones para salir de este impasse es, a juicio de la analista de Celag —un espacio de investigación sobre los principales procesos geopolíticos regionales—, “realizar una lectura política fina de cuáles fueron los puntos débiles en las últimas contiendas electorales y reformular la estrategia comunicacional adaptando los discursos a los intereses sociales y nuevas demandas de los electores (cuestión en que la derecha sí mostró cierta efectividad)”.

Por su parte, el politólogo de la Universidad de Buenos Ai­res, Juan Manuel Karg, considera que “tras las elecciones en Ar­gentina, Venezuela y Bolivia, las fuerzas progresistas, nacional-populares y de la izquierda continental deberán tomar no­ta del inicio de una ‘restauración conservadora’ a nivel re­gional, tal como la definiera, tiempo atrás, el presidente ecuatoriano Rafael Correa”.

El analista argentino comparte con sus colegas la visión de que entre los factores comunes están las “duras campañas de parte de los medios masivos de comunicación contra estos Gobiernos, y un indudable apoyo externo que, variando en intensidad de acuerdo con el  país, se desplegó en la región para trastocar el proceso de integración iniciado en el 2008 con Unasur y complementado en el 2011 con la Celac.”

Manifiesta también a este diario que se deben “hacer cambios obligados en vías a encontrar liderazgos que suplanten a los salientes”.

“Los espacios de convergencia abiertos entre las diferentes fuerzas de la izquierda y el progresismo a nivel regional (Foro de Sao Paulo y Encuentro Latinoamericano Progresista) deberán dar cuenta del nuevo momento a nivel regional. También deberá hacer lo propio el bloque progresista del Parlasur. Todas estas instancias tendrán un destacado rol que cumplir”, insiste.

Karg cierra la idea explicando que muchos de estos Gobiernos continúan en el poder, “pudiendo establecer cambios específicos dentro del plazo legal que les queda, hasta el 2019”.

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Rosa López dijo:

1

26 de febrero de 2016

08:17:48


La conclusión que saco de esta etapa es que los procesos Revolucionarios tiempo después de haber tomado el poder y haber realizados programas sociales para el pueblo, entonces comienzan a deteriorarse y sus líderes piensan más en preservar el poder que atender la economía fundamental factor para mantener las conquistas.

pbruzon Respondió:


26 de febrero de 2016

10:27:40

la economia rosa,esa es la clave,regalando y haciendolo todo gratis no se llega a ningun lugar,programas sociales que van por encima de la realidad economica,promesas que no se cumplen y la incompetencia ,entre otras cosas,la idea de que todo lo malo es culpa del imperialism,cuando los que dirigen el pais son todos nacionales,sin economia no hay revolucion que aguante

Carlos Respondió:


26 de febrero de 2016

13:42:21

En Argentina, desde el 2003 hasta el 2015 se desarrollo un proyecto desde el gobierno, con Nèstor primero y con Cristina después, de claro contenido de liberación nacional. Quizás no había otra forma de hacerlo, quizás las condiciones no permitían en mi país otra práctica, pero este proyecto siempre fue llevado adelante "de arriba para abajo". Nunca se logrò, en todo ese tiempo, un protagonismo obrero y popular que fuera capaz de construir un camino de profundización de lo conseguido en un sentido popular, y de defensa de lo conquistado. No se logrò plasmar el proyecto liberador en la generación de mas organización popular. Nunca se pudo ir "de abajo para arriba", no se favoreció ese camino.

Nébuc dijo:

2

26 de febrero de 2016

14:13:21


Existen 2 fuerzas que se contraponen mundialmente; el capitalismo, que como su nombre indica, agrupa a una minoría formada por los que amasan la mayor parte de la riqueza del planeta, con altos poderes mediáticos, industriales, etc. y el progresista - socialista visto desde el ámbito de esa masa de pueblo semi-analfabeta y necesitada que aspira al cambio. En América Latina se logró un BUN de esperanza, en los últimos tiempos, por el descenso de la política norteamericana en su traspatio y el ejemplo de Cuba, motivando la aparición de nuevos gobiernos progresistas en la región. Si hoy vemos declinar su fuerza, ésta no se debe a la falta de sus líderes, sino a la estrategia montada desde la oposición para desmembrar las organizaciones e influencia del avance popular. Vean cuánto ha hecho el gobierno Venezolano por su pueblo a través de las MISIONES y la respuesta de este mismo pueblo con el voto de castigo por la situación económica provocada por la oposición y los bajos precios de su producto insigne, el petróleo. No se puede tomar estos ejemplos como fin del ciclo progresista si recordamos la historia de Nicaragua que ha retomado su sendero después de un ingenuo fracaso electoral. Es hora de buscar y hallar las causas particulares de cada uno y asegurar la unión latinoamericana.

Charly Respondió:


27 de febrero de 2016

00:11:52

estimado amigo, no estoy de acuerdo con Ud. en que el socialismo representa a los analfabetos, por favor no sea desconsiderado que aqui somos muchos los que nos sentimos representados por las tendencias socialistas

Fernando Respondió:


29 de febrero de 2016

16:39:57

Es que no se puede esperar que la derecha se quede estática ante el avance de la izquierda, hay que tomar en cuenta que esta es una lucha antagónica, si la izquierda se deja tomar la iniciativa, no puede acusar a la derecha de planes de desetabilización, porque con esos planes se debia contar desde el principio. Los procesos revolucionarios no pueden esperar la cooperación de las fuerzas reaccionarias para sobrevivir, la izquierda debe perfilar sus armas, sus medios para contrarrestar la propaganda enemiga ¿acaso en Cuba la depuesta burguesía apoyó el proceso revolucionario?, pues no, pero se supo neutralizarla, ningun proceso revolucionario puede esperar el perdón y la benevolencia de sus enemigos y luego hacerlos responsables de sus fracasos.

Miguel Angel dijo:

3

27 de febrero de 2016

08:53:14


Concuerdo con la mayoría de las opiniones expresadas, muy objetivas y bien fundamentadas, las opiniones de los especialistas q se expresan en el excelente trabajo periodístico realizado por la Lic Laura Becker, se trata de derrotas tácticas, de combates, la batalla por el socialismo y la democracia popular está vigente, en marcha. La estrategia debe ser bien definida, la unión de todos los sectores revolucionarios y progresistas, , diversificación de la economía, la ruptura de la dependencia del comercio dominado por la oligarquía y el imperio yanqui, profundizar y solidificar la unión con el pueblo, donde éste convierta en sujeto activo del proceso de cambio, rectificar los errores cometidos, aquí está la estrategia fundamental, adaptada a las condiciones particulares de cada país. La lucha continúa, la Victoria es cierta!