Tras el triunfo del Partido Liberal canadiense en las elecciones legislativas de este mes, su líder, Justin Trudeau, se convirtió en primer ministro designado y asumirá formalmente en los próximos días, lo que expertos consideran expresión del deseo de cambio de los votantes.
Trudeau, de 43 años, es hijo de Pierre Elliott Trudeau, quien ocupó la jefatura del Gobierno de esa nación norteña desde el 20 de abril de 1968 hasta el 4 de junio de 1979, y tuvo un segundo mandato del 3 de marzo de 1980 hasta el 30 de junio de 1984.
Después de una campaña larga y costosa, los liberales lograron una amplia mayoría parlamentaria de 184 curules, de los 338 que tiene la Cámara de los Comunes, mientras los conservadores del primer ministro Stephen Harper, obtuvieron 99 escaños, y ahora son la segunda fuerza política del país.
El Nuevo Partido Democrático quedó en tercer lugar, con 44 puestos parlamentarios, mientras que el Bloque Quebecois tendrá diez representantes y el Partido Verde uno.
Expertos señalan que uno de los factores que impulsaron a los liberales fue la consigna publicitaria ABC (“Anybody But Conservatives”, con cualquiera excepto los conservadores) que se extendió por la geografía canadiense.
Además, varios sondeos señalaban antes de los comicios que el 70 % de la población deseaba un cambio, sin importar quién sustituyera a Harper en el poder.
Un editorial del diario The Globe and Mail señaló este martes que los electores lograron la transformación que querían, y agregó que Trudeau tuvo la ventaja de llevar su campaña contra un partido desgastado y un líder que estuvo en el cargo durante cerca de una década.
Trudeau tiene ahora ante sí fuertes desafíos para cumplir sus promesas en tópicos tan diversos como las drogas, la política de cambio climático, las relaciones con Estados Unidos y el trato a la población aborigen.
En política exterior, Trudeau se comprometió a acoger en Canadá 25 000 refugiados sirios antes que finalice el 2015, incrementar la ayuda exterior así como otras medidas que en algunos aspectos chocan con los intereses de sus aliados tradicionales, en particular de Estados Unidos.
En este sentido, durante una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Barack Obama, Trudeau le anunció que su país abandonará la campaña aérea que lidera Washington contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Iraq.
En el plano interno, los liberales prometieron reducir los impuestos para la clase media, incrementarlos a los sectores de mayores ingresos y desarrollar un amplio plan de gastos en obras de infraestructura.
Otro de los grandes retos del nuevo primer ministro es la relación del Gobierno federal con las poblaciones aborígenes canadienses, pues existen numerosas denuncias de abusos y acciones de exterminio de administraciones anteriores contra estos grupos étnicos.
COMENTAR
Luis A dijo:
1
31 de octubre de 2015
12:21:31
Josue dijo:
2
1 de noviembre de 2015
08:39:06
Lugo dijo:
3
2 de noviembre de 2015
12:17:45
Responder comentario