
La inmigración hacia Europa siempre será un tema a debatir en más de una ocasión. Si bien Italia es uno de los países más mencionados en estas cuestiones, tras la tragedia frente a la isla de Lampedusa, no es menos cierto que es un fenómeno que está presente en muchos de los países de esta región.
Solo que ahora abordaremos la inmigración hacia dos ciudades autónomas españolas, Melilla y Ceuta. Ambas ubicadas en la costa del norte de África y que limitan con Marruecos, son la puerta de entrada a España y al sueño europeo.
Según la Agencia Europea de Fronteras (Frontex), las dos concentran ya el 6,5 % de la inmigración clandestina de toda la Unión Europea (UE).
Las dos ciudades españolas que forman parte del perímetro exterior de la UE están en la mira de Europa. Desde el año 2012, Frontex alertaba en su Informe Anual de Riesgo 2012 que Ceuta y Melilla eran la segunda frontera terrestre más importante de toda la comunidad, con más de diez millones de entradas anuales.
En el año 2012, un total de 2 861 inmigrantes entraron por Ceuta o Melilla, mientras en el año 2013 se ha pasado a un total de 4 354.
Si México tiene su paso fronterizo, un desierto que termina con la vida de muchos latinoamericanos en busca del sueño americano, Italia, su mar Mediterráneo, causante de la muerte de cientos de africanos, Melilla y Ceuta se encargan de regular la inmigración mediante vallas.

Las vallas tienen más de tres metros de altura, poseen alambres, un fuerte sistema de seguridad digital y un equipo de vigilancia haciendo que aquellas personas que intentan cruzar, además del riesgo que corren, se dañen físicamente.
Aunque Ceuta también posee vallas, el mayor número de entradas de inmigrantes son por mar. Por esta razón, está previsto prolongar el espigón para dificultar el acceso a la playa donde llegan a nado. La pobreza y la inestabilidad política presentes en África son las causas de la inmigración. En su mayoría, proceden de países francófonos, entre ellos Senegal, Congo, Malí, Camerún o Nigeria.
Hasta el mes de marzo de este año, había 583 saltos para franquear la valla, aunque debemos aclarar que no significan que todos estos inmigrantes logren su objetivo, solo unos pocos lo consiguen.
Mientras, fuentes del Interior elevan hasta 50 mil los subsaharianos que deambulan por Marruecos, decididos a entrar en Europa.
Detrás de la inmigración irregular existen bandas criminales que llevan a los inmigrantes hasta las proximidades de Ceuta y Melilla. Algunos migrantes tardan dos años en tener la oportunidad de llegar a las vallas, y el largo viaje llega a costarles más de 5 mil euros.
Abdelmalik El Barkani, delegado del gobierno en la ciudad autónoma de Melilla, entiende que los saltos obedecen a la organización de las mafias. Estas “les informan sobre cómo cruzar y qué deben hacer. Les dicen que si pisan tierra española ya no podremos devolverles a Marruecos, que ingresarán en el Centro de Internamiento y ya podrán pasar a Europa”.
Sin embargo, se equivocan. Muchos de ellos son repatriados cuando llegan a la península. “Es cierto que en cuanto toquen suelo de Melilla les amparan las leyes de un estado de derecho, pero lo que nadie les dice es que el primer objetivo de la Ley de Extranjería es su repatriación porque han entrado violentando una frontera”, añadió El Barkani.
Los inmigrantes que son interceptados en la valla, aunque sea en el lado español, son devueltos a Marruecos sin pasar por las oficinas de extranjería españolas, lo que se conoce como devoluciones en caliente de inmigrantes (inmediatamente después de ser interceptados).
La forma de actuar de los agentes de la seguridad también es una cuestión que deja mucho por discutir. Activistas de Derechos Humanos han denunciado constantemente el uso de la violencia por parte de las autoridades. Sin embargo, los policías denuncian que no tienen instrucciones sobre cómo actuar en Ceuta y Melilla.
En ocasiones, las autoridades fronterizas españolas hacen uso de la fuerza, lanzando gases lacrimógenos o con material antidisturbios.
Algunas ONG como la red Migreurop también señalaron las condiciones a los que se ven obligados a pasar para alcanzar el llamado bienestar europeo.
“Para los gobiernos no son personas, sino mercancías. Y están más desesperados por intentar llegar a España porque la policía marroquí maltrata a los inmigrantes sistemáticamente. Actúan como una mafia. No solo se han incrementado las redadas para deportarlos a la frontera con Argelia, sino que les rompen brazos y otros huesos para que no vuelvan a intentarlo”, explicó el responsable de la ONG Prodein, José Palazón.
Por otra parte, los colectivos más vulnerables que interceptamos en las vallas, menores, enfermos y mujeres son internados en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla. Sin embargo, el resto son devueltos a la policía marroquí.
El CETI llegó a acoger la semana pasada casi 2 mil personas, cuatro veces su capacidad idónea, que es de unas 500.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reiteró la necesidad de alcanzar un pacto de Estado en materia de inmigración.
En España, se habla de un pacto de Estado, que apunta a la búsqueda de un compromiso en materia de inmigración entre los que tienen responsabilidades en el gobierno.
Claire Rodier, cofundadora de la red europea Migreurop, formada por 42 organizaciones que trabajan en la defensa de los derechos de los migrantes, y especialista en políticas de inmigración, dijo que la situación actual que se está viviendo en las fronteras españolas “es el resultado del fracaso de políticas migratorias basadas en la construcción de muros y en la idea de la fortaleza europea, que no tiene en cuenta que las fronteras deben ser un lugar de intercambio”.
En este sentido, la cofundadora de la red Migreurop dijo que, a pesar de que los políticos presentan la inmigración como un problema y a los inmigrantes como una amenaza, la migración existe desde siempre, y en relación a esto, dijo que “hay que acompañarla en vez de hacer creer a la población que la solución es la protección detrás de unos muros”.
Al final, no se trata de impermeabilizar las fronteras sino de lograr un desarrollo económico, político y social del África como única posibilidad de frenar la inmigración.















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Pablo LML dijo:
1
28 de marzo de 2014
05:10:46
Eric Martínez dijo:
2
28 de marzo de 2014
21:45:12
Jesús Cecilio Serrano Naranjo dijo:
3
29 de marzo de 2014
11:23:37
pie grande dijo:
4
31 de marzo de 2014
07:02:16
Henrick dijo:
5
31 de marzo de 2014
10:02:02
pie grande dijo:
6
31 de marzo de 2014
11:01:31
Bernard Gestin dijo:
7
31 de marzo de 2014
13:40:29
sonia dijo:
8
31 de marzo de 2014
15:00:29
Ana dijo:
9
1 de abril de 2014
11:27:36
Juan Manuel Llera dijo:
10
3 de abril de 2014
10:54:15
Omar Suárez Ham dijo:
11
3 de abril de 2014
12:19:23
Arturo dijo:
12
5 de abril de 2014
09:44:06
Pedro dijo:
13
6 de abril de 2014
20:37:01
Jorge luis vilchez velasquez dijo:
14
1 de junio de 2017
00:13:10
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