ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
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Foto: Ilustrativa

El inminente impacto directo del huracán Melissa a la región oriental de Cuba hace necesario divulgar qué es el denominado ojo o centro del evento meteorológico, y la importancia de conocer cómo se comporta el tiempo en los lugares bajo su influencia.

Sobre el tema, el máster en Ciencias Armando Caymares Ortiz, especialista principal del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, precisó a Granma que el ojo aparece generalmente cuando el huracán está próximo a alcanzar la categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, y nunca surge en las etapas de depresión y tormenta tropical.

«Para ello, es imprescindible la presencia de una velocidad significativa del viento, capaz de generar en el centro de rotación una zona en la que el aire desciende más seco y cálido, condición que da lugar a la formación de un área desprovista de nubes. Esta puede abarcar un diámetro entre 20 y 60 kilómetros.

«En la llamada pared del ojo se concentra el anillo de vientos más fuertes de un huracán. También agrupa las áreas de lluvias y tormentas eléctricas más intensas.

«La peligrosidad del cruce del ojo por un territorio radica en que, bajo su área de influencia, ocurre una repentina calma y el cielo se despeja. Así, si es de día saldrá el Sol, o se verán la Luna y las estrellas, en caso de que sea de noche.

«Frente a ese escenario de engañosa tranquilidad, las personas pueden pensar que el ciclón se fue, y retirar la protección de las puertas y ventanas de sus casas e, incluso, salir a la calle para ver los daños causados. Nada más lejos de la realidad.

«Esa imprudencia no debe cometerse jamás, pues en dependencia de la extensión del ojo y la velocidad de traslación del sistema, las condiciones del tiempo volverán a empeorar en poco tiempo, y arreciará la intensidad de las precipitaciones, mientras los vientos huracanados soplarán con igual o mayor fuerza que la registrada antes de ocurrir la traicionera “tregua”».

Resulta oportuno mencionar que los elementos más peligrosos de un huracán son la denominada surgencia –una repentina sobrelevación del nivel del mar que se origina justo a la derecha del punto de entrada del ojo a tierra y puede afectar una extensión entre 150 y 180 kilómetros de costas–, las intensas lluvias y los fortísimos vientos que acompañan a los de gran intensidad (categoría 3, 4 y 5), capaces de convertir en verdaderos proyectiles voladores las tejas, planchas de zinc, vigas de madera, tapas de tanques de agua y otros objetos.

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Idania dijo:

1

28 de octubre de 2025

13:43:22


Magnífico el escrito del periodista Orfilio Peláez, siempre tratando cuestiones muy importantes y oportunas sobre los ciclones tropicales