La crisis de octubre de 1962:
Cartas entre Fidel y Jruschov
La Habana, 26 de Octubre. 1962
Querido compañero Jruschov:
Del análisis de la situación y de los informes que obran en
nuestro poder considero que la agresión es casi inminente dentro de
las próximas 24 ó 72 horas.
Hay dos variantes posibles: la primera y más probable es el
ataque aéreo contra determinados objetivos con el fin limitado de
destruirlos; la segunda, menos probable, aunque posible, es la
invasión. Entiendo que la realización de esta variante exigiría gran
cantidad de fuerzas y es además la forma más repulsiva de agresión,
lo que puede inhibirlos.
Puede estar seguro que resistiremos firme y decididamente el
ataque sea cual fuere.
El estado moral del pueblo cubano es sumamente alto y se
enfrentará al agresor heroicamente.
Deseo en estos instantes expresarle en palabras muy breves una
opinión personal.
Si tiene lugar la segunda variante y los imperialistas Invaden a
Cuba con el fin de ocuparla, el peligro que tal política agresiva
entraña para la humanidad es tan grande que después de ese hecho la
Unión Soviética no debe permitir jamás las circunstancias en las
cuales los imperialistas pudieran descargar contra ella el primer
golpe nuclear.
Le digo esto, porque creo que la agresividad de los imperialistas
se hace sumamente peligrosa y si ellos llegan a realizar un hecho
tan brutal y violador de la Ley y la moral universal, como invadir a
Cuba, ése sería el momento de eliminar para siempre semejante
peligro, en acto de la más legítima defensa, por dura y terrible que
fuese la solución, porque no habría otra.
Influye en esta opinión ver cómo se desarrolla esta política
agresiva, cómo los imperialistas a despecho de la opinión mundial,
por encima de los principios y del derecho, bloquean los mares,
violan nuestro espacio aéreo y preparan la invasión, mientras por
otra parte hace fracasar toda posibilidad de negociación, a pesar de
que saben la gravedad del problema.
Ud. ha sido y es un incansable defensor de la paz, comprendo cuán
amargas han de ser estas horas, cuando los resultados de sus
esfuerzos sobrehumanos son amenazados tan seriamente. Hasta el
último momento, no obstante, mantendremos la esperanza de que la paz
se salve y estamos dispuestos a contribuir con lo que esté a nuestro
alcance. Pero al mismo tiempo, nos disponemos con serenidad a
enfrentar una situación que vemos muy real y muy próxima.
Le expreso una vez más la gratitud infinita y el reconocimiento
de nuestro pueblo al pueblo soviético que tan generoso y fraternal
ha sido con nosotros, y nuestra profunda gratitud y admiración a Ud.,
así como el deseo de éxito en la enorme tarea y graves
responsabilidades que tiene en sus manos.
Fraternalmente,
Fidel Castro
Querido compañero Fidel Castro:
Nuestro mensaje al presidente Kennedy del 27 de octubre permite
arreglar la cuestión en su favor, defender a Cuba de la invasión,
del desencadenamiento de la guerra. La respuesta de Kennedy que, por
lo visto, conoce también, ofrece seguridades de que los EE.UU. no
invadirán a Cuba no solamente con sus fuerzas, sino que no
permitirán a sus aliados realizar la invasión. Con esto el
presidente de los EE.UU. responde positivamente a mis mensajes del
26 y 27 de octubre de 1962.
Ahora acabamos de preparar nuestra respuesta al mensaje del
presidente. No le voy a exponerlo porque conocerá el texto que está
transmitiéndose por la radio.
Con este motivo quisiéramos recomendarle ahora, en este momento
de cambio en la crisis, que no se dejen llevar por los sentimientos,
revelen la firmeza. Hay que decir que comprendemos su sentimiento de
indignación ante las acciones agresivas de los EE.UU. y violaciones
de las normas elementales del derecho internacional.
Pero ahora está en vigor no tanto el derecho, cuanto la
insensatez de los militaristas del Pentágono. Ahora, cuando se
divise el acuerdo, el Pentágono busca el pretexto para frustrar este
acuerdo. He aquí porqué organiza los vuelos provocativos de los
aviones. Ayer Vds. derribaron uno de ellos, mientras que antes no
los derribaban, cuando sobrevolaban su territorio. Tal paso será
aprovechado por los agresores en sus fines.
Por lo tanto quisiéramos aconsejarle amistosamente: muestren
paciencia, firmeza y una vez más firmeza. Desde luego, si hay
invasión, será necesario rechazarla por todos los medios. Pero no
hay que dejarse llevar por las provocaciones, porque los
militaristas desenfrenados del Pentágono ahora, por lo visto, cuando
se divisa la eliminación del conflicto, que es en su favor, creando
la garantía contra la invasión a Cuba, quieren hacer frustrar el
acuerdo y provocarles hacia las acciones que podrían usarse contra
Vds. Les pediríamos no dar el pretexto para esto.
Nosotros de nuestra parte haremos todo para estabilizar la
situación de Cuba, defender a Cuba de la invasión y asegurarles las
posibilidades de la construcción pacífica de la sociedad socialista.
Le enviamos el saludo extendiéndolo a toda su colectividad de
dirección.
N. Jruschov
28 de octubre de 1962
La Habana
28 de Octubre de 1962
Sr. Nikita Jruschov
Primer Ministro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
U.R.S.S.
Querido compañero Jruschov:
Acabo de recibir su carta.
La posición de nuestro Gobierno en relación a lo que usted nos
comunica está contenida en la declaración formulada en el día de hoy
cuyo texto seguramente usted conoce.
Deseo aclararle algo referente a las medidas anti-aéreas que
nosotros adoptamos. Usted dice: "Ayer ustedes derribaron uno de
ellos mientras que antes no los derribaban cuando sobrevolaban su
territorio".
Antes se cometían violaciones aisladas sin un propósito militar
determinado o sin un peligro real derivado de esos vuelos.
Ahora no era ése el caso. Existía el peligro de un ataque
sorpresivo sobre determinadas instalaciones militares. Decidimos que
no debíamos cruzarnos de brazos porque un ataque por sorpresa,
apagados los radares de detección, y los aviones potencialmente
agresores volando impunemente sobre los objetivos, podía destruirlos
totalmente. No creíamos que debíamos permitir eso después de los
esfuerzos y gastos realizados, y además porque nos debilitaría mucho
militar y moralmente. Con ese motivo las fuerzas cubanas el día 24
de Octubre movilizaron 50 baterías anti-aéreas, que era toda nuestra
reserva, para apoyar esas posiciones de las fuerzas soviéticas. SI
queríamos evitar los riesgos del ataque por sorpresa era necesario
que los artilleros tuviesen órdenes de disparar. El mando de las
fuerzas soviéticas le podrá brindar informes adicionales de lo que
ocurrió con el avión derribado.
Antes, las violaciones del espacio aéreo se hacían de facto y de
modo furtivo. En el día de ayer el Gobierno Americano trató de
oficializar el privilegio de violar nuestro espacio aéreo a
cualquier hora del día y de la noche. Eso no lo podemos aceptar
nosotros, porque equivale a renunciar una prerrogativa soberana. Sin
embargo, nosotros estamos de acuerdo, en evitar un incidente en
estos precisos instantes que pudiera ocasionar un gran daño a las
negociaciones y daremos instrucciones a las baterías cubanas de no
disparar, pero sólo mientras duren las negociaciones y sin revocar
la declaración publicada ayer sobre la decisión de defender nuestro
espacio aéreo. Debe contarse, además, con el peligro de que en las
condiciones actuales de tensión accidentalmente pueden ocurrir
incidentes.
También deseo informarle que nosotros somos en principio
contrarios a la inspección de nuestro territorio.
Aprecio extraordinariamente el esfuerzo que usted ha hecho por
mantener la Paz; y estamos absolutamente de acuerdo con la necesidad
de luchar por ese objetivo. Si ello se logra de manera justa, sólida
y definitiva, será un inestimable servicio a la humanidad.
Fraternalmente,
Fidel Castro Cartas
entre Fidel y Jruschov (30 de octubre de 1962)
Cartas entre Fidel y Jruschov
(31 de octubre de 1962) |