La ‘Juve’ gana el primer asalto

Un gol de penal convertido por Carlos Tévez permitió a la Juventus italiana salir con ventaja sobre el Real Madrid en la semifinal de la Liga de Campeones, al imponerse 2-1 este martes en el partido de ida en Turín.

Con razón no se fiaba Carlo Ancelotti, viejo lobo del fútbol, el día antes en la rueda de prensa del cartel de Cenicienta que le querían colgar algunos entre los cuatro semifinalistas a su paisano adversario. Un equipo, que tras conquistar el domingo su trofeo de liga número 31 —y el cuarto consecutivo—, prefirió postergar cualquier celebración para centrarse en el duelo ante el conjunto merengue, consciente de que cimentado otra vez su dominio en el Calcio, le sigue quedandoEuropa como asignatura pendiente.

Sin los lesionados Modric y Benzema, quizás los dos jugadores que más lucidez le dan al equipo a la hora de salir al ataque, el técnico madridista optó por colocar nuevamente a Sergio Ramos de mediocentro en una línea de cuatro y reservó a “Chicharito” en la recámara para tener mayor posesión de la pelota y aprovechar la velocidad de Cristiano Ronaldo y Gareth Bale al contragolpe. Pero vio como su estrategia naufragó de antemano ante un rival que presionó, tocó, atacó y, lo más importante, se vació sobre el campo hasta poner en evidencia lo mucho que pesan esas ausencias en el puzzle táctico del conjunto blanco.

De modo que los peores presagios para el técnico madridista se cumplieron, cuando Álvaro Morata aprovechó un despeje de Casillas a un remate cruzado de Tévez para anotarle a su exequipo al minuto 8, y luego el propio Apache convirtió el 2-1 definitivo de penal en el 57, tras un derribo cometido sobre él mismo por Dani Carvajal en medio de un contragolpe.

Antes, al minuto 27, Cristiano había coronado el empate para el Madrid, que bien pudo haberse llevado una mejor renta si otro cabezazo del colombiano James Rodríguez no se hubiese estrellado en el larguero. Pero el equipo merengue acabó sucumbiendo a su propio desorden, y en el segundo tiempo no realizó ni un solo disparo entre los tres palos defendidos por el guardameta Gianluigi Buffon, imperecedero a sus 37 años. Síntoma más que preclaro del éxito que tuvo la “telaraña” juventina.