La fiesta del cine latinoamericano –que cada diciembre inunda las calles habaneras– exhibió 336 obras en total y convocó a 31 900 espectadores, pese a las difíciles circunstancias. Así lo expresó Tania Delgado, directora del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, ante el público reunido anoche en el acto de clausura de esta 46 edición, en el capitalino cine Charles Chaplin.
Subrayó, además, que el Festival se confirmó como un proyecto cultural, espejo de la diversidad regional, y plataforma de creación y pensamiento descolonizador, desde su intenso programa: homenajes al centenario de Alfredo Guevara, talleres audiovisuales, el Mecla Isla Abierta, el III Foro de Animación Latinoamericana y Caribeña Juan Padrón In Memoriam, entre otros.
El agradecimiento a los delegados de 42 países, cineastas, productores, promotores y a todos los que hicieron posible este sueño cinéfilo, se hizo sentir desde las palabras de Alexis Triana, presidente del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Destacó también la importancia de que este evento, en futuras ediciones, rebase los cines de la capital, y ahonde su dimensión nacional: «Cuba debe ser el espacio donde Latinoamérica venga año tras año (…) solo deseo que nada pueda impedir que este festival se realice».
Desde testimonios audiovisuales, se rememoró a personalidades fundacionales de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, como Fidel Castro Ruz, Fernando Birri y Gabriel García Márquez.
El filme Un poeta, del realizador Simón Mesa, se alzó con el Premio Coral de Largometraje de Ficción, cinta también galardonada con el Coral de Mejor Actuación Masculina, otorgado al actor Ubeimar Ríos; mientras que el Coral de Actuación Femenina reconoció el trabajo de Helen Mrugalski, por su papel en Cuerpo Celeste, y Denise Weinberg, protagonista de El sendero azul.
Con el anuncio que anticipó la presencia brasileña en la 47 edición, Tania Delgado compartió la alegría de los ganadores, y la certeza de que los filmes proyectados han demostrado cuán vital es el cine del continente y «confirmado la vigencia del concepto del nuevo cine latinoamericano».
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