«En la medida en que avanzaba en la lectura, me sentí obligado a recurrir a las citas para construir un discurso que tal parece pronunciado ayer. Tamaña es su permanencia».
Con estas palabras explica el director de cine Arturo Sotto la razón por la que se vio necesitado, al escribir las notas preliminares del libro Mi pasión más allá del cine, Alfredo Guevara en la revista Cine Cubano, de Ediciones Icaic, de realizar no pocas referencias textuales, incluso cuando, asegura, no lo complacen los prólogos colmados con citas del autor.
Presentado este miércoles ante un numeroso público, en el salón Vedado, del Hotel Nacional, a cargo del escritor y ensayista Rafael Acosta de Arriba, y en presencia de Arturo Sotto y Mercy Ruiz, directora de Ediciones Icaic y coordinadora de la selección de textos que conforman el título, el volumen –nos adelanta Sotto– «recoge apenas una parte de la herencia intelectual de un hombre que entendió su labor revolucionaria como un compromiso fundacional. Una pasión que desbordó la creación del nuevo cine cubano (…) hacia la cinematografía latinoamericana».
En la ocasión, Acosta de Arriba se refirió a Alfredo Guevara como un apasionado del cine, y también de la Revolución, de la cultura y de la formación de la juventud.
Destacó que en el libro –una compilación de textos del intelectual, publicados en la revista Cine Cubano, de la que fue fundador y director, el primero fechado en junio de 1960 y el último en enero-marzo de 2009– se puede seguir la evolución de su pensamiento, de su vasto conocimiento del universo cinematográfico, así como apreciar sus valoraciones en torno a películas, festivales y personalidades de ese entorno cultural.
En un aparte, consideró el libro como un acierto de Ediciones Icaic, «el mejor homenaje que se le puede hacer en su centenario» y recomendó la lectura del libro, que posee, además, un despliegue fotográfico muy útil, que permite realizar un recorrido visual del hombre y sus circunstancias, y lo calificó como un libro muy valioso para los estudiosos del cine cubano y de la cultura nacional en general.
El espacio trascendió la mera presentación de un texto significativo, para convertirse en un homenaje colectivo, en tanto, a las palabras compartidas, siguieron varias intervenciones de los presentes, animados con la idea de expresar también sus propias consideraciones sobre esa personalidad esencial que fue y es Alfredo Guevara.










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