CIEGO DE ÁVILA.–Desde las ruinas históricas de una línea militar que dividió la Isla durante la Guerra de los Diez Años, hoy surge un ejército muy distinto, armado con versos, pinceles, guitarras y sueños, que intervendrá en La Cruzada «Siguiendo La Trocha», una cita imprescindible que hace sentir el pulso del arte joven en Cuba.
La Asociación Hermanos Saíz (AHS) prepara el cierre de su calendario con una de las acciones culturales más importantes del centro del país, que iniciará el 29 de noviembre en el obelisco avileño, como parte del acto que conmemorará el aniversario 130 del cruce de Antonio Maceo por la Trocha Militar de Júcaro a Morón, entonces una de las líneas militares más fortificadas de España en ultramar.
Según el actor Alejandro Quiñones, uno de los organizadores de la iniciativa –que se extenderá hasta el 1ro. de diciembre– esta revive y reinterpreta un hecho histórico crucial: el cruce de los mambises a través de esa línea fortificada por los colonialistas españoles durante las Guerras de Independencia. «Llevaremos el arte joven contemporáneo a los pueblos y comunidades asentadas a lo largo de este trayecto de más de 60 kilómetros de largo».
En este periodo, la organización no ha perdido de vista las complejidades del contexto, «pero no quisimos renunciar al evento que, cada año, esperan niños, jóvenes y adultos».
CUATRO DÉCADAS DE ARTE JOVEN
Esta semana la AHS presentó la campaña de celebraciones por sus cuatro décadas, con el eslogan «Alma AHS». Según informó la ACN, Yasel Toledo Garnache, presidente nacional de la organización, dijo que dentro de la agenda de celebraciones serán presentados espacios televisivos, radionovelas y realizaciones audiovisuales, en los que se visibilizará el quehacer de los jóvenes artistas, así como los resultados de sus becas y premios,
«Alma AHS» estará acompañada, además, por los videoclips Quiero, de los jóvenes artistas Eduardo Corcho, Abel Geronés, Christopher Simpson y Ernesto Luis; y El breve espacio en que no estás, canción de Pablo Milanés, revisitada por Adrián Berazaín y el propio Geronés.












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