La tarde fue de evidencias: no engañan las emociones, los resortes espirituales que transmiten los poemas y canciones. No mienten las imágenes.
Así lo pudimos constatar quienes presenciamos ayer la inauguración de la muestra fotográfica Che: los primeros años de la Revolución, en el Centro de Estudios Che Guevara, en presencia de su directora y fundadora Aleida March, y del arquitecto, periodista y cineasta suizo René Lechleiter, promotor de la cooperación solidaria entre la filial de Zurich de la Asociación de Amistad Suiza-Cuba, a la que se le debe la consumación de la exposición; todo al tiempo en que se celebra la tercera edición del Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda, y en la antesala del Primer Festival Granma Rebelde.
Conformada por 60 obras seleccionadas de entre las tantas que atesora el Centro de Documentación del Periódico Granma –que acaba de cumplir 60 años–, las imágenes muestran a un Che infatigable, constructor, con su trabajo y su ejemplo, de la nueva sociedad que nacía a partir del 1ro. de enero de 1959.
Momentos antes de que los presentes contemplaran la exposición, Lechleiter explicó al público, en el que se encontraban pioneros de la escuela Combatientes de Bolivia, la significación del hecho cultural que, dijo, constituye un homenaje al Che, pero también a los fotógrafos enfrascados en captar las secuencias de los primeros momentos de la Revolución y al pueblo cubano, porque en las instantáneas, acompaña al guerrillero en los diversos escenarios.
¡Cuba, qué linda es Cuba!, de Eduardo Saborit, fue interpretada por la pionera Sofía Conde Rodríguez, mientras el resto de los pequeños evocó un poema dedicado al Che. La trovadora Marta Campos elogió al Héroe y regaló al auditorio los temas Si mañana no vuelvo, de José Antonio Quesada, y de Carlos Puebla, la icónica Hasta siempre, Comandante. Inevitable resultó no acompañar a la artista en ese estribillo estremecedor que habla de presencias eternas y de la limpidez entrañable del Che. Se les vio a los niños cantar la canción.
«Tras los pasos del Guerrillero Heroico, desde la memoria histórica del periódico Granma», se lee al pie del cartel que anuncia la expo. Desde las imágenes, el Che pronuncia un discurso, cumple misiones de trabajo, inaugura una fábrica, habla con los trabajadores del Ministerio de Industrias, asiste a una asamblea obrera... Entre silencios concentrados y comentarios en torno al ejemplar revolucionario, el Che nos habla, sin pronunciar palabras, haciendo verdad la historia, edificando.
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