Entre las notas silenciosas de la historia y los acordes vivos de la contemporaneidad, el Museo Nacional de la Música cumplió 54 años el pasado 9 de septiembre. No fue una celebración cualquiera; el propio día se presentó la Tienda Digital Ediciones De Música Cubana, un espacio virtual que facilitará el acceso de investigadores, músicos, melómanos y estudiantes a los servicios del mayor reservorio musical de la Isla.
El lanzamiento vino acompañado de una serie de E-Books esenciales, como La musicología en Cuba: Realizaciones, insuficiencias, retos y proyecciones, del musicólogo Jesús Gómez Cairo; Harold en el tiempo, de la investigadora María de los Ángeles Córdova; y La improvisación en el Jazz y en la música cubana, del premio nacional de Música Bobby Carcassés, quien junto al saxofonista Janio Abreu y el clarinetista Roldán Carballoso ofreció un concierto de apertura.
La programación cultural también incluyó proyectos comunitarios dirigidos a niños, jóvenes y adultos mayores. Pero más allá de la celebración, la fecha sirvió para recordar la esencia de conservar, contra viento y marea, la memoria sonora de una nación.
Para Balbina Esther González Cejas, especialista de la institución, «preservar espacios culturales como este permite la salvaguarda y conservación de la evolución musical de Cuba, su estudio, la investigación científica de los procesos socioculturales de nuestro pueblo, el aprendizaje de los valores autóctonos del arte musical»; y destaca, a la vez, el reconocimiento a los cultores y la esencial continuidad histórica de las expresiones rítmicas nacionales.
Desde su creación, en 1971, y hasta la actualidad, este inmueble atesora una colección tan rica como diversa: instrumentos musicales, documentos, libros, partituras y objetos personales de destacados músicos, incluyendo colecciones filatélicas y numismáticas de valor incalculable.
«A mí, en lo particular, me encanta ver una y otra vez el piano que perteneció a Ignacio Villa, nuestro querido Bola de Nieve, y transportarme a su época». Pero si algo resulta emblemático son las guitarras de María Teresa Vera, «porque forman parte de las primeras donaciones que recibió el Museo»; piezas que pertenecieron a una mujer nacida en el siglo XIX y que, con su arte interpretativo, «se ganó un lugar dentro de la casta trovadoresca de la época», comenta a Granma.
Sin embargo, la misión de conservación no está exenta de grandes retos. La especialista admite que «mantener la integridad acústica de los instrumentos que aquí se atesoran es un gran desafío al que se enfrenta la institución cada día», una lucha contra la escasez de luthiers –artesano que fabrica y repara instrumentos de cuerda–, la falta de un taller especializado y la insuficiencia de recursos y tecnologías avanzadas. «Pero la voluntad se impone –subraya con determinación–, y convocamos cada año a talleres de luthería y de sonido, para socializar estos conocimientos, sobre todo con los jóvenes», asegura.
Detrás de cada instrumento expuesto hay una historia que el Museo tiene el deber de sacar a la luz. «Que va desde la idea, el contexto sociohistórico y económico, hasta su concepción, manufactura, ejecución y, por supuesto, la conservación», explica. Por ello, la investigación es una premisa fundamental de una institución que no solo atesora y conserva, sino que descubre y establece lógicas del conocimiento de la música, sus cultores y sus públicos.
Esta labor ha ganado la confianza de la comunidad, ya que muchas de las piezas se reciben por donaciones de familiares de músicos fallecidos e incluso de artistas vivos, quienes «reconocen en el Museo el lugar idóneo para tenerlas a buen resguardo», un hecho que habla del alcance y del reconocimiento de su trascendente labor.
Mirando al futuro, Balbina vislumbra «nuevos años de trabajo, exigencias, crecimiento y especialización». Pero más allá de los proyectos inmediatos, la institución alberga un gran sueño colectivo: «la creación de la Fonoteca Nacional de Cuba, para preservar el patrimonio sonoro de la nación». Un anhelo que, desde el corazón musical de la Isla, confían en hacer realidad.












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A. Gonzalez dijo:
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24 de septiembre de 2025
03:26:46
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